Agricultores bolivianos rechazan veto a transgénicos en ley de "Madre Tierra"

  • Agricultores bolivianos rechazaron hoy la prohibición para el uso de semillas transgénicas que establece la "Ley Marco de la Madre Tierra", promulgada la semana pasada por el presidente Evo Morales, porque restará competitividad al sector.

La Paz, 24 oct.- Agricultores bolivianos rechazaron hoy la prohibición para el uso de semillas transgénicas que establece la "Ley Marco de la Madre Tierra", promulgada la semana pasada por el presidente Evo Morales, porque restará competitividad al sector.

El presidente de la Asociación Nacional de Productores de Oleaginosas y Trigo (Anapo), Demetrio Pérez, lamentó hoy, en declaraciones a Efe, que la norma fije la eliminación gradual de la tecnología para producir organismos genéticamente modificados.

Señaló que ese veto restará competitividad a los productores y, en consecuencia, caerán la producción de soja y de girasol, cuyos cultivos ya son transgénicos en un 99 %.

Cuando promulgó la norma, el presidente Morales señaló que se trata de una norma con una propuesta sobre "cómo vivir con la naturaleza en armonía, en equilibrio y en complementariedad".

La ley considera a la Madre Tierra "sagrada" y un "sistema viviente dinámico", plantea eliminar el latifundios y crea la Defensoría de la Madre Tierra, entre otras decisiones.

Según Pérez, "es imposible retroceder a la tecnología convencional" porque si cae la producción, se tendrá que importar derivados, lo que haría que los productores paguen mayores costes.

El efecto negativo, agregó, se multiplicará pues también serían afectados los productores de trigo y maíz, que alternan sus cultivos con las oleaginosas, además de piscicultores, avicultores y lecheros que usan la soja como complemento para alimentar a sus animales.

El gerente general de la Cámara Agropecuaria del Oriente (CAO), Edilberto Osinaga, dijo a Efe que además están preocupados por una restricción en la norma para la ampliación de la frontera agrícola.

Agregó que el sector no se opone a preservar el medio ambiente, sino que pide que ello "no signifique ahogar" a los productores y sostuvo que los alimentos que Bolivia importó para cubrir carencias en años pasados eran transgénicos.

En 2011, las exportaciones de oleaginosas alcanzaron un valor de 800 millones de dólares y se prevé superar la cifra este año, ya que entre enero y agosto pasados las ventas al exterior llegaron a 600 millones, según información del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), entidad privada que asesora a los exportadores.

Según datos de Anapo, el sector genera actualmente 70.000 empleos directos y otros 300.000 indirectos.

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