España recibirá casi 50.000 millones

La 'despensa de España' se defiende en medio de la 'uberización' del campo

La producción agroganadera crece durante este ejercicio hasta alcanzar su récord de 73.000 millones de euros en medio de la crisis del coronavirus. 

Agricultor
Agricultores y ganaderos se reivindican mientras esperan el 'salvavidas' de la PAC. 
EFE

El año 2020 comenzó con la revuelta del campo. Los agricultores y ganaderos españoles sacaron sus tractores a la calle por todo el país en protesta por la crisis de precios que sufrían por entonces sus productos. Luego llegó la pandemia. "Comenzamos el año en las calles, exigiendo precios justos, y lo continuamos trabajando, como siempre, alimentando a la sociedad, vertebrando el medio rural y cuidando el medio ambiente". Así lo creen desde la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA).

"Un año dramático", aseguran, "por las pérdidas humanas y la crisis sanitaria, que es lo verdaderamente importante, pero que ha permitido a la sociedad ser más consciente que nunca de lo esencial. Y ahí estamos los agricultores y ganaderos, alimentando con estabilidad, calidad y regularidad, a toda la sociedad". El secretario general de UPA, Lorenzo Ramos, cree que la sociedad ha sido "más consciente que nunca" de que en el campo español "hay cerca de un millón de personas" que alimentan a todos, generando vida y riqueza, y además cuidando el medio ambiente.

Un ejercicio que ha culminado con la constatación de que el campo español recibirá 47.724 millones de la nueva Política Agraria Común (PAC) para el período 2021/2027 y de que los agricultores y ganaderos también conseguirán 1.051 de los 140.000 millones presupuestados para España dentro del fondo de recuperación de la UE. Pero un año donde la reciente estimación del MAPA (Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación) concluye que la renta agraria subió el 3,6% en 2020 en España.

La Ley de la Cadena Alimentaria promulgada por el Ejecutivo de Sánchez e Iglesias tras las protestas con el fin de que el campo español recibiera precios justos por sus productos ha surtido efecto y los precios agrícolas son, en general, más altos hoy que hace un año. Así, por ejemplo, uno de nuestros productos agrarios estrella, el aceite de oliva virgen extra, que hace un año no llegaba siquiera a los dos euros por kilo, se cotiza actualmente a 2,532 euros/kilo, un incremento en origen del 25%.

José (52 años) es agricultor y cuenta con varias hectáreas de olivar tradicional en la provincia de Jaén. "Los precios de la campaña pasada fueron ruinosos", explica. "No cubríamos gastos con el aceite virgen extra por debajo de los dos euros el kilo, alrededor de 1,7-1,8 y ahora a más de 2,5 euros le vamos viendo cierto color. No es que nos hagamos ricos, pero por lo menos no perdemos dinero", sentencia. Y el panorama se despeja ahora más si cabe para el ‘oro líquido’ de nuestros campos con la marcha de Trump, y previsiblemente de sus aranceles, de la Casa Blanca y con el Brexit acordado y ordenado entre el Reino Unido y la UE.

Una campaña que se prevé histórica 

En una campaña, por lo demás, que se prevé histórica, ya que según la Junta de Andalucía en Jaén se producirán 670.000 toneladas de aceite, lo que supone un incremento de un 69% con respecto a la campaña anterior y un 34,2% más que la media de las últimas cinco campañas. En el caso del conjunto de Andalucía, la producción prevista se estima en 1.348.000 toneladas, un 50,2% más que la producción de la campaña anterior y un 22,5% más que la media de las últimas cinco campañas. Con respecto a nivel nacional, la previsión de producción es de 1.596.000 toneladas. Solo en Jaén se producirá más aceite que en Italia, Portugal y Grecia juntas.

Como explican desde Asaja, "a la agricultura y a la ganadería, al igual que a otros muchos sectores, esta crisis del coronavirus le ha afectado de una forma negativa. Nosotros hace ya tiempo arrastrábamos nuestra propia crisis de precios, pero el pasado mes de marzo las movilizaciones del campo quedaron aplazadas al tiempo que se paralizaba toda la sociedad a consecuencia del coronavirus, mientras que la producción, lejos de reducirse, se incrementó para responder a la demanda generada".

"Pero agricultores y ganaderos, además de realizar su labor de forma infatigable, fueron un paso más allá con el único ánimo de devolver a la sociedad parte del apoyo que recibieron a las manifestaciones realizadas desde el año pasado, poniendo su granito de arena en la lucha contra el coronavirus con el apoyo a la limpieza de vías públicas de muchos municipios de nuestra provincia, o con la donación de alimentos y de Equipos de Protección Individual (EPI) para el personal sanitario. En cuanto podamos, retomaremos las manifestaciones", dicen en el sindicato. 

"La opinión pública ya estaba a nuestro favor en nuestras justas reivindicaciones, y si algo positivo podemos sacar de esta situación es la importante concienciación sobre el valor estratégico que suponen la agricultura y la ganadería", tal y como pone de manifiesto el hecho de que nos hayan declarado como esenciales durante esta crisis. Porque, ¿qué habría pasado si la comida hubiera escaseado como pasó con las mascarillas?".

El Secretario general de Asaja, Pedro Barato se muestra "muy satisfecho" por el papel que ha cumplido el sector agrario durante la pandemia, "atendiendo a todas las necesidades (de alimentación) que la población ha tenido" y demostrando por qué realiza "una actividad esencial". Y puestos a pedir a los Reyes Magos, reitera su principal deseo para 2021: que los agricultores y ganaderos reciban un "precio digno" por sus productos.

Según COAG (Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos), el ascenso en la Renta Agraria en 2020 se debe principalmente al crecimiento del valor de la producción (que alcanza un nuevo récord hasta los 52.991,2 millones de euros). La producción vegetal aumentó un 3,2% en valor que se debe a la evolución al alza tanto del volumen producido (+1,2%) como de los precios (+2,0%). En la producción ganadera se produjo un incremento de valor de un 1,8%, hasta los 20.272 millones de euros, el máximo registrado en toda la serie histórica, por al aumento del volumen producido (3%), compensando la bajada del 1,1% de los precios.

En lo que respecta a las producciones agrícolas se han producido ascensos en cereales, frutas, cultivos industriales y forrajeras, y caídas en patata o aceite de oliva. En producciones ganaderas destaca la carne de porcino, que es la producción ganadera más importante de España, con un incremento de su valor del 3,2%, fundamentado en las cantidades, que crecen un 6,7%, que compensa los descensos en el valor de las producciones de bovino (-5,2%) y ovino y caprino (-1,8%).

"Los hombres y mujeres del campo hemos demostrado una gran capacidad de resiliencia"

No todo son buenas noticias para el campo, ya que según COAG, durante el año de la pandemia se ha acelerado el proceso de 'uberización' del campo español, concentrando el valor de la producción en menos manos. Un 7% de macro-empresas agrarias acapara ya la mitad del incremento del valor productivo. A pesar de la subida de un 3,6% de la Renta Agraria el sector ha perdido 67.000 activos en 2020, un descenso del 7,9% respecto a 2019.

Desde 2003, el sector agrario acumula una pérdida de renta de un 12,2% y una reducción de 235.000 ocupados, muchos de ellos profesionales autónomos que han tenido que abandonar la actividad ante la quiebra técnica de su explotación. "La agricultura va bien, pero sólo para algunos. Las cifras 'macro' enmascaran la delicada situación 'micro'. La extrema volatilidad de los precios, la espiral alcista de los costes (+31,6% en última década) y las importaciones sin control de terceros países, hipotecan la rentabilidad y la capacidad de creación de empleo de las pequeñas y medianas explotaciones familiares".

A pesar de ello, "los hombres y mujeres del campo hemos demostrado una gran capacidad de resiliencia, manteniendo las producciones y aumentado incluso las exportaciones en un año muy complicado", considera Miguel Blanco, secretario general de COAG, que añade: "Si 2020 ha sido el año del reconocimiento social del carácter esencial de la actividad agraria, 2021 debe ser el de la rentabilidad para el modelo social y profesional de agricultura. Si una parte de las fondos de reconstrucción de la UE se utilizan de verdad para apoyar la sostenibilidad y la digitalización de las 'pymes' del campo, estamos preparados para impulsar el desarrollo económico y social post-pandemia de nuestro país".

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