Agromartín recibe premio "Agrointegra" por la integración laboral de inmigrantes

  • Lepe (Huelva).- La empresa onubense Agromartín ha sido premiada a nivel nacional con el premio "Agrointegra", por la labor en la integración de los inmigrantes, al tener empleados cada año a más de 600 personas de varios países tanto en labores de plantación como de la recogida de la fresa en Lepe.

Agromartín recibe premio "Agrointegra" por la integración laboral de inmigrantes
Agromartín recibe premio "Agrointegra" por la integración laboral de inmigrantes

Lepe (Huelva).- La empresa onubense Agromartín ha sido premiada a nivel nacional con el premio "Agrointegra", por la labor en la integración de los inmigrantes, al tener empleados cada año a más de 600 personas de varios países tanto en labores de plantación como de la recogida de la fresa en Lepe.

Así lo han confirmado a Efe fuentes de la empresa, que se han congratulado del reconocimiento, que premia el trabajo que realiza la firma a la hora de integrar a inmigrantes de varias zonas del mundo, para los que cuenta incluso con una "mini-ciudad" prefabricada en sus instalaciones.

Los Premios Agrointegra, que concede la asociación de productores y exportadores de frutas y hortalizas de la Región de Murcia (PROEXPORT), reconocen cada año a nivel nacional el trabajo de empresas o cooperativas agrarias para facilitar la integración socio-laboral de algunos de los colectivos más vulnerables, como mujeres y jóvenes con dificultades, inmigrantes, personas con discapacidad o mayores de 45 años.

Los galardones están canalizados a través del portal www.agrointegra.es, dedicado a los inmigrantes para facilitarles todo tipo de trámites burocráticos, asesorarles e integrarles en la sociedad.

Agromartín está situada en una finca en la carretera de Lepe a Villablanca, donde el empresario José Martín invirtió en su día más de 150.000 euros para instalar viviendas prefabricadas durante los aproximadamente seis meses de la recogida de la fresa y la naranja, a las que dedica el 60 y 40 por ciento, respectivamente, de su suelo productivo.

La iniciativa nació a partir del déficit de mano de obra nacional para recoger la fresa y de que los españoles trabajaban con un sistema de "peonadas" que hacía que si tenían las suficientes para cobrar el desempleo antes de finalizar la campaña, dejaban las plantaciones, además de que las fiestas locales suponían jornadas enteras sin recoger la fresa en abril o mayo, en pleno apogeo de la campaña.

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