Ahorrar para la jubilación: planes de pensiones y mucho más

  • Se puede estar a favor o en contra de fomentar las pensiones privadas, pero con estos mimbres resulta una temeridad no ahorrar por tu cuenta. 
Dinero.
Dinero.

La hucha de las pensiones, escuchimizada. La pirámide poblacional, invertida. Y el número de trabajadores en activo por pensionista, precipitándose, como avisaba esta semana la OCDE…

Se puede estar a favor o en contra de fomentar las pensiones privadas, pero con estos mimbres resulta toda una temeridad no ahorrar por tu cuenta para tu futuro y dejarlo todo en manos de la pensión pública. Lo más probable es que la diferencia entre último sueldo y tu pensión mensual sea cada vez mayor, como puedes calcular para tu caso

¿Sabes cuánto tendrás de pensión cuando te jubiles?:


Y más, teniendo en cuenta la parte buena de toda esta ecuación: que cada vez vivimos durante más años, que nuestra esperanza de vida sigue creciendo. Todo apunta a la necesidad de tener más ahorros al llegar al día de nuestra jubilación, si no queremos vernos obligados a volver al trabajo con 80 años.

¿Qué alternativas tenemos para el ahorro privado para este fin?

- Planes de pensiones

Es el producto pensado para este fin. Y el más comercializado en España por los bancos y gestoras. Tienen como gran ventaja que las aportaciones realizadas rebajan la factura que tendremos que pagar a Hacienda en la declaración de la renta del próximo año, aunque a la hora de rescatar el dinero podemos acabar pagando impuestos en exceso.

Hay toda una diversidad de planes de pensiones, tanto por rentabilidad esperada como por riesgo, así como por estrategias de inversión. Todos los planes desgravan, por lo que lo relevante será buscar y comparar aquellos que realmente hayan estado por sus rentabilidades entre los mejores planes de pensiones a los distintos plazos.

Junto con estas opciones básicas, también están el resto de productos tradicionales de inversión, como el inmobiliario o la inversión directa en acciones, bonos y otros activos, aunque sin ventajas específicas que aumenten nuestra rentabilidad financiero fiscal a largo plazo.

Es decir, que nos permitan llegar al retiro laboral en un mejor punto de partida y disfrutar así mejor los muchos años más que viviremos jubilados.

Los expertos también recomiendan prestar mucha atención a que las comisiones sean reducidas para que no nos reste demasiada rentabilidad a largo plazo.

- Planes de previsión asegurados

Comparte buena parte de las características del plan de pensiones, como la deducción en la renta, pero el PPA es en realidad un seguro de ahorro que debe ofrecer por ley una rentabilidad mínima sobre el capital invertido, algo que no sucede con el plan de pensiones. Esta rentabilidad, como es lógico, suele estar por debajo de la que se puede conseguir con un buen plan bien gestionado.

- PIAS o Planes Individual de Ahorro Sistemático

Los PIAS son un seguro de ahorro diseñado para realizar aportaciones periódicas, es decir, invertir los ahorros mes a mes. Hasta hace poco, eran productos conservadores que aseguraban el capital y ofrecían rentabilidades limitadas, pero la oferta de estos productos ha ido evolucionando y ahora mismo hay para cualquier perfil de inversor.

¿Su gran ventaja? Además de poder disponer del dinero en cualquier momento, su óptima fiscalidad si cumples con una condición imprescindible: “Esperar 5 años”. Como explican en la web de Caser, “a partir de ese momento, siempre que se constituya el ahorro en una renta vitalicia, se consigue la exención total de impuestos sobre la rentabilidad obtenida”. Si no, se perderán los beneficios fiscales y se tributan por los rendimientos obtenidos.

- Unit Linked

Otra opción dentro del mundo del ahorro. Este producto se estructura a través de un seguro de vida, de manera que una parte va destinada a la póliza del seguro. El resto se invierte. Los unit linked invierten en cestas de fondos perfiladas según el riesgo. Su tributación al recuperar el dinero es como la de un seguro y tiene como ventaja que no forman parte de la masa hereditaria.

- Fondos de inversión

En este caso, la única ventaja fiscal es que se puede mover el dinero de un fondo a otro sin tributar por las ganancias obtenidas, muy útil si de verdad es un dinero que tenemos para largo plazo, para la jubilación y que no pensamos reembolsar antes de tiempo. Eso sí, las aportaciones no desgravan en la renta del próximo año, pero ofrecen mucha mayor diversidad que los planes, donde sólo se pueden encontrar de firmas nacionales.

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