La Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) ha revisado el crecimiento previsto para el producto interior bruto (PIB) a la baja, hasta el 4,3%, lo que supone un recorte de dos puntos. La invasión de Ucrania y el escenario inflacionista actual han llevado a la institución a revisar estos datos y sitúan ahora la inflación media para este año en el 6,2%, frente al 1,8% previsto anteriormente. Esther Gordo, directora de la división de análisis económico de la Airef, ha explicado que los riesgos vinculados a la inflación ya existían en 2021, pero estos se han agravado con el conflicto.
Además de los precios de la energía, la institución prevé que los problemas de suministros también se agraven con la guerra y esto también tendrá consecuencias para la economía española, aunque en menor medida frente a otros estados miembros. La Airef sitúa en el segundo trimestre de 2023 la recuperación de los niveles de actividad previos a la pandemia, un trimestre antes que lo que estima el Banco de España. Con todo, las previsiones indican que durante este año se seguirá creando empleo y la tasa de paro se reducirá hasta el 13,2% desde el 14,8% con el que terminó el año 2021.
Los mayores ingresos tributarios que ya venían de 2021 y la retirada de las medidas vinculadas a la crisis del coronavirus llevarán al déficit a una reducción hasta el 4,2% del PIB. Este cálculo es más optimista que el del Gobierno que estima que el déficit se reducirá hasta el 5%. En cuanto al plan de respuesta a la guerra, la Airef estima que aumentará en seis décimas el déficit. En materia de inflación, la institución calcula que el plan conseguirá reducirla en como máximo un punto porcentual, algo más de lo que estima el Banco de España, entre cinco u ocho décimas. El organismo no incluye en sus cálculos el tope al gas, al no estar todavía implementado y desconocer los detalles de la medida que tiene que recibir la aprobación de Bruselas.
No obstante, la previsión de la mejora de los ingresos contrarresta los esfuerzos del Estado en la prórroga de las medidas fiscales relativas a la electricidad y las ayudas directas que incluye el plan. En el lado contrario, el gasto en pensiones -ligado al IPC- tensionará las finanzas públicas y la Airef calcula que cada punto adicional de inflación en 2022 elevará el gasto en torno a 1.500 millones en 2023, el cálculo es algo inferior a los 1.800 millones que estimó el Banco de España.
La Airef destaca que en España los incrementos de los precios de las materias primas energéticas se traslada de forma más rápida y este aspecto está provocando una merma en la capacidad de compra de los hogares. En esta línea, advierte del efecto desigual sobre los ciudadanos en función de sus rentas, afectando de forma más intensa a los más vulnerables. Además, las tensiones inflacionistas pueden llegar a provocar una pérdida de competitividad frente al exterior, en un momento en que se avecina un endurecimiento de la política monetaria y una mayor volatilidad en los mercados financieros.
La Airef destaca varios riesgos ante el escenario macroeconómico. El primero es la persistencia de la pandemia, que puede agravar problemas de suministro que en España afectan particularmente a sectores como el de la construcción o el de la automoción. En segundo lugar, ha rebajado el efecto multiplicador que tendrá el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia hasta el 0,9% porque considera que los fondos llegarán a un entorno más adverso del previsto. Por otra parte, el repunte de la inflación puede poner en riesgo un mayor crecimiento económico.
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