El asunto se ha convertido ya en un clamor. Si el lunes era el Banco de España el que zarandeaba la previsión de ingresos incluida por el Ministerio de Hacienda en su proyecto de Presupuestos Generales del Estado para 2019, este martes ha sido la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal -el organismo cuya creación forzó Bruselas para disponer de un diagnóstico independiente de las cuentas públicas españolas- el que ha desmontado la previsión de ingresos del Gobierno.
José Luis Escrivá, presidente del organismo, ha trasladado a los diputados de la Comisión de Presupuestos del Congreso que el escenario más probable es que el Estado solo obtenga 2.900 millones de euros, de los 5.654 millones extra previstos en el proyecto presupuestario, lo que viene a supone dos décimas extra de déficit respecto al 1,3% comprometido por el Gobierno.
El caso es que después de que el Gobierno enviara a Bruselas su Plan Presupuestario la Autoridad Fiscal fue mucho más optimista y aseguró que veía posible conseguir al menos 4.240 millones de euros de nueva recaudación. Sin embargo, ya con el proyecto de Presupuestos Generales en la manos y también con los proyectos de ley de los dos nuevos impuestos - el de transacciones financieras y el de servicios digitales - su opinión ha variado drásticamente, hasta el punto de rebajar en un 30% su estimación de nuevos ingresos.
La revisión a la baja es particularmente drástica en lo que se refiere a la recaudación que pueden generar los nuevos impuestos. La Autoridad Fiscal cree que de los 850 millones de euros vinculados a la entrada en vigor del impuesto sobre transacciones financieras apenas se conseguirán 160 millones y que los 1.200 millones que el Ejecutivo asegura que recaudará con el nuevo impuesto a grandes plataformas tecnológicas solo alcanzará 189 millones.
El supervisor independiente de las cuentas públicas augura fuertes desviaciones por la parte de los ingresos, pero también por el lado del gasto hasta el punto de llevar el déficit previsto desde el 1,3% que se ha pintado en los Presupuestos hasta el 2,2%, muy por encima del objetivo del 1,8% que Calviño había pactado con Bruselas: unos 5.000 millones de euros de desviación.
"Lo que le queremos transmitir al Gobierno es que no hay margen para nuevos gastos, es más, le invitamos a que vea que espacios puede haber en los Presupuestos para ayudar en el proceso de consolidación fiscal", ha subrayado Escrivá.
La Autoridad Fiscal asegura que el problema no será solo con el Estado. Escrivá ha augurado una desviación presupuestaria respecto al objetivo de la Seguridad Social y también de las comunidades autónomas en un ejercicio singular por ser año de elecciones autonómicas y locales.
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