Al menos 40 migrantes mueren asfixiados en la bodega de un barco en el Mediterráneo

  • Los cuerpos sin vida de al menos 40 migrantes que murieron asfixiados en la bodega de un barco de pesca fueron hallados este sábado frente a las costas de Libia, mientras cientos de refugiados seguían intentando llegar a Europa a través de las islas griegas y de Italia.

"Operación de rescate en curso en un barco (...). Numerosos migrantes a salvo. Al menos 40 muertos", afirmó la marina italiana en su cuenta de Twitter. Según la prensa italiana, hay más de 300 supervivientes.

Un helicóptero de la marina avistó el barco sobre las 07H00 (05H00 GMT) a unas 21 millas de las costas libias, al sur de la isla italiana de Lampedusa.

Massimo Tozzi, el comandante del patrullero "Cigala Fulgosi", que se acercó a rescatar la embarcación, afirmó a la agencia italiana AGI que 319 personas estaban sanas y salvas, incluidos algunos menores.

Según una periodista de la cadena RaiNews, que se encontraba en el centro de coordinación de operaciones de la marina, el barco estaba "sobrecargado y empezaba a hundirse" cuando llegaron los socorristas.

Al parecer los migrantes cuyos cuerpos fueron hallados en la bodega murieron asfixiados por las emanaciones de carburante.

"Hemos asistido a una escena muy fuerte emocionalmente", contó el comandante Tozzi a AGI. "Muchos cadáveres flotaban en la superficie del agua, con excrementos humanos y carburante".

La guardia costera italiana precisó a la AFP que las mejoría de las condiciones climáticas en las últimas horas, tras varios días de mal tiempo, podría provocar más intentos de travesía en el Mediterráneo.

De hecho, a mediodía, las autoridades italianas intentaban rescatar a unas 650 personas en dificultad a bordo de dos lanchas neumática y de un barco.

"Esa tragedia no será la última si la comunidad internacional no encuentra una solución a la crisis en Libia", lamentó el ministro italiano del Interior, Angelino Alfano, en rueda de prensa.

Según varios relatos de migrantes que llegaron a Italia, los traficantes de personas suelen amontonar en la bodega a los refugiados que menos pagan, en general los que vienen de África subsahariana.

Atrapados en tan exiguo espacio, esos migrantes corren el riesgo de morir asfixiados por las emanaciones de carburante o ahogados si el barco hace agua.

A menudo, los traficantes o los pasajeros de la cubierta violentan a los de la bodega para evitar que salgan durante la travesía. En esas embarcaciones tan llenas, el más mínimo movimiento puede acabar volcando el barco. Los supervivientes del naufragio que causó más de 200 muertos el pasado 5 de agosto hablaron de porrazos, golpes de cinturón y hasta cuchilladas.

Según un último balance de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), más de 2.300 migrantes murieron al intentar cruzar el Mediterráneo desde el inicio de 2015.

Entretanto, en la isla griega de Kos, aún no estaba operativo el ferry puesto a disposición por el gobierno griego para acelerar el registro de miles de migrantes llegados desde las vecinas costas de Turquía.

"Ya no sabemos adónde ir, es un círculo vicioso, no dejamos de dar vueltas", lamentaba Sleiman, un refugiado sirio.

Después de que numerosos migrantes llegaran a Grecia al amanecer, otros cientos, que pudieron registrarse, se embarcaron este sábado en un ferry rumbo a Atenas.

Entre ellos, Anas, que viaja con su hija, prevé nuevas dificultades. "Nos hemos librado del ahogamiento, pero no sabemos lo que pasará. Llegamos a Europa pero, sinceramente, sólo hay miedo, peligro y nada funciona".

En Italia, las llegadas de migrantes son similares respecto al año pasado: 103.226 desde enero de 2015, frente a 104.225 en el mismo periodo de 2014, indicó Alfano.

En Grecia, sin embargo, llegaron cerca de 124.000 migrantes desde enero, un 750% más que en el mismo periodo del año pasado, según la ONU.

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