En busca de una alternativa

Alemania apoya un embargo al petróleo ruso, pero con un periodo de transición

El país, que rechazaba la medida hasta ahora, se muestra a favor de incluirlas en las próximas sanciones después de reducir las importaciones de crudo procedentes de Moscú de manera significativa. 

Olaf Scholz
Alemania apoya un embargo al petróleo ruso, pero con un periodo de transición. 
DPA vía Europa Press

Alemania apoya "de manera activa" que la Unión Europea (UE) prohíba las importaciones de petróleo ruso al club comunitario, confirmaron este domingo a Efe fuentes diplomáticas de los Veintisiete. "Alemania apoya de manera activa un embargo del petróleo con un periodo de transición", indicó un diplomático de la UE. La cadena pública alemana ZDF ya había adelantado la información y diplomáticos europeos citados por ese medio aseguraban que Berlín se ha manifestado "claramente" a favor de esta medida en las últimas conversaciones en Bruselas para la preparación de un sexto paquete de sanciones contra Moscú. No obstante, el Gobierno alemán quiere que en el paquete de sanciones se contemple una fase de transición para instituir el embargo de crudo, cuya duración no se ha especificado todavía, de acuerdo con ZDF.

Alemania era hasta ahora uno de los países contrarios al freno de las importaciones de petróleo, al que de acuerdo con este medio se oponen también España, Italia, Grecia, Hungría, Austria y Eslovaquia. El pasado martes el ministro alemán de Economía y Energía, Robert Habeck, ya señalizó un posible cambio de curso al indicar que en las ocho semanas desde que comenzó la guerra de Ucrania, Alemania ha conseguido reducir en gran medida sus importaciones de petróleo ruso, originalmente en el 35%.

En estos momentos la cifra está cerca del 12%, indicó Habeck, que, según dijo, todavía estaba buscando una alternativa para sustituir dicho volumen, importado por oleoducto hasta la refinería de Schwedt, en el este del país. El mensaje optimista del ministro, que aseguró que "en pocos días" Alemania estaría en condiciones de independizarse del petróleo ruso, desató conjeturas sobre la inminencia de un posible embargo por parte de Berlín.

Sin embargo este viernes un portavoz del Ministerio de Economía rebajó las expectativas al asegurar que todavía hay "muchas cuestiones abiertas", aunque según señaló el Gobierno alemán "no obstaculizaría" un eventual embargo, pues estaría en condiciones de "gestionarlo". Se espera que la Comisión Europea incluya el embargo del petróleo ruso en su nuevo paquete de sanciones contra Rusia, el sexto desde que comenzó la invasión de Ucrania. Según adelantó Bloomberg el sábado, Bruselas tiene previsto proponer que la llegada de petróleo ruso a la UE esté totalmente prohibida para finales de año, con restricciones a las importaciones introducidas de forma gradual hasta entonces.

Las nuevas medidas restrictivas también contemplarían la desconexión de más bancos rusos y bielorrusos del sistema interbancario internacional SWIFT, según Bloomberg, que también indica que los Estados miembros podrían debatir las nuevas sanciones la próxima semana. Fuentes comunitarias han señalado a Efe que la Comisión Europea trabaja en más medidas restrictivas contra individuos y "en sanciones adicionales, incluidas las relacionadas con importaciones de petróleo". "Estamos reflexionando sobre algunas de las ideas presentadas por los Estados miembros, como impuestos o canales de pago específicos, como una cuenta de depósito en garantía", han añadido.

Los ministros de Energía de la Unión Europea (UE) celebrarán este lunes un consejo extraordinario convocado justo después de que la gasística rusa Gazprom haya cortado el suministro a Polonia y Bulgaria por negarse a pagar las entregas en rublos. El encuentro también tiene lugar cuando la UE prepara un nuevo paquete de sanciones contra Moscú que incluiría la prohibición de las importaciones de petróleo ruso. El objetivo de la reunión ministerial es "hacer balance de posibles actuaciones adicionales en materia de seguridad de suministro, tránsito de gas y gestión de 'stocks' de gas, en particular de cara a las próximas semanas y meses", señaló el Consejo en un comunicado.

Además, los ministros debatirán sobre cómo reaccionar "en caso de interrupciones del suministro, sobre el estado de preparación, las medidas de solidaridad y las posibles medidas de emergencia para fortalecer el nivel de preparación de la UE". En reacción a las sanciones financieras impuestas por la UE a Moscú por la invasión de Ucrania, que permitían seguir comprando hidrocarburos rusos, el Kremlin reaccionó con un decreto en el que obligaba a cambiar el sistema de pagos a Gazprom. Esa nueva normativa, impuesta de manera unilateral a los importadores europeos de gas, contempla que estos abran antes del próximo 20 de mayo dos cuentas en el banco ruso Gazprombank, una en euros y otra en rublos.

Según este mecanismo, la compra no finaliza formalmente hasta que el depósito en euros ha sido convertido a rublos, pero este proceso, que está "totalmente en manos de las autoridades rusas, involucra al Banco Central de Rusia, cuyas transacciones están prohibidas bajo las sanciones europeas. La Comisión Europea ha pedido a las empresas que no acepten el "chantaje" de pagar en rublos si el contrato está en euros o dólares -y el 97 % de ellos estipula los pagos en esas divisas- pues estarían violando las sanciones comunitarias contra Rusia, lo que implicaría un "alto riesgo" para las compañías. Sin embargo, y pese a las clarificaciones publicadas por la Comisión Europea sobre lo que está permitido y lo que no en virtud de esas sanciones aprobadas por unanimidad por los Veintisiete, existe incertidumbre.

Distintos grupos energéticos han pedido clarificaciones y el Gobierno de Hungría que dirige Víktor Orban, el aliado más próximo del presidente ruso, Vladimir Putin, en la UE, ha reiterado que su país sí accederá a cumplir los pagos a través del sofisticado sistema de Moscú, al que no han accedido Polonia y Bulgaria. Esos dos países, pese a quedarse sin el combustible ruso, no tendrán problemas de suministro gracias a sus reservas, la diversificación de proveedores y la solidaridad de los socios europeos, según sus gobiernos y Bruselas. Además, el consumo de gas para uso doméstico en calefacciones baja en primavera.

La Unión Europea, en todo caso, está preparada para esa maniobra del Kremlin, según la Comisión Europea, que ha señalado estos días que la UE ya había acelerado su desconexión del gas ruso y que cuenta con planes de contingencia. La presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, dijo tras la decisión de Gazprom que el Ejecutivo seguirá trabajando en las líneas que ha definido desde el inicio de la guerra para alejarse de los combustibles fósiles de Rusia con premura. Ese camino pasa por aumentar las reservas, diversificar el suministro, principalmente a través de gas natural licuado (GNL) transportado por barco en vez de por gasoducto, y el despliegue de energías renovables.

Mostrar comentarios