Alemania critica a Ikea por haber empleado en plantas presos políticos de RDA

  • Roland Jahn, delegado del Bundestag (cámara baja alemana) para los archivos de la Stasi (policía política de la RDA), ha criticado al gigante sueco Ikea por saber que presos políticos trabajaban en sus plantas de la extinta Alemania Oriental y no haber hecho nada al respecto.

Berlín, 17 nov.- Roland Jahn, delegado del Bundestag (cámara baja alemana) para los archivos de la Stasi (policía política de la RDA), ha criticado al gigante sueco Ikea por saber que presos políticos trabajaban en sus plantas de la extinta Alemania Oriental y no haber hecho nada al respecto.

En una entrevista publicada hoy en el diario "Mitteldeutsche Zeitung", Jahn, activista en la República Democrática Alemana (RDA), consideró insuficientes las disculpas que ofreció ayer el fabricante de muebles y de objetos de decoración al presentar una investigación independiente sobre el escándalo.

"En la presentación del informe Ikea no contestó por qué no actuó entonces de forma consecuente si sabía del empleo de presos políticos en las plantas de la RDA", aseguró Jahn.

Agregó que "la insinuación" sobre el contexto político de la década de los 80 "no es de gran ayuda", ya que "los derechos humanos eran tan válidos entonces como ahora".

Ikea se disculpó ayer públicamente por haber empleado a presos políticos de RDA, "algo totalmente inaceptable", según el gerente de Ikea en Alemania, Peter Betzel, que fue el encargado de presentar la investigación.

El estudio, elaborado por la auditoría Ernst & Young, concluye que presos políticos germanoorientales trabajaron en la producción de piezas para muebles de Ikea entre 1982 y 1987.

"Quiero expresar mí más profundo pesar", dijo Betzel, que aseguró que la compañía intentó prevenir el empleo de presos políticos.

Según el estudio, la cadena conocía al menos desde 1981 la posibilidad de que hubiera presos políticos trabajando en la producción de artículos para Ikea.

Betzel alegó que hoy en día se tiene otra visión de las cosas, al ser interrogado sobre por qué la compañía no dejó de cooperar con la RDA ante la duda de que se emplease a presos políticos.

Ikea contaba desde 1980 con una representación en Berlín Este, desde la que se coordinaban las exportaciones e importaciones y contratos de reparto con al menos nueve empresas de exportación.

El gigante sueco anunció en junio la apertura de una investigación y la habilitación de una línea telefónica especial para esclarecer el asunto, después de que antiguos presos de la Alemania comunista declararan que tuvieron que trabajaron para Ikea en la cárcel.

Entonces salió también a la luz que la compañía escandinava suscribió a finales de los años ochenta un acuerdo con las autoridades de la RDA, a raíz del cual intervinieron en la producción de sus artículos presos políticos germanoorientales.

El acuerdo fue suscrito en septiembre de 1987, dos años antes de la caída del Muro de Berlín, por dos empresas de la RDA con Ikea Trading Berlín, una delegación de la empresa sueca en la entonces ciudad dividida.

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