Alemania deberá limitar los metales pesados en juguetes a lo marcado por UE

Bruselas, 14 may.- El Tribunal General de la Unión Europea sentenció hoy que Alemania deberá ajustar la presencia de arsénico, antimonio y mercurio en los juguetes a los límites vigentes fijados por la Comisión Europea (CE) y no a los nacionales como venía haciendo.

La corte europea desestimó así un recurso presentado por Alemania contra la decisión de la CE que le obligaba a cumplir con los límites establecidos en la última directiva comunitaria sobre juguetes, que data de 2009, según informó en un comunicado.

El Tribunal considera que el Estado alemán no ha probado que sus valores límite, correspondientes a la anterior normativa de la UE de 1988, garanticen una protección más elevada que los nuevos márgenes europeos.

Alemania, que en su día se opuso a la aprobación de la nueva norma, considera que sus límites nacionales permiten una mayor protección de los niños frente a estos metales pesados.

Por ello, pidió permiso a Bruselas para mantener los valores aplicables al plomo, al bario, al antimonio, al arsénico y al mercurio, solicitud que le fue denegada salvo, de forma temporal, para el bario y el plomo.

Sin embargo, tras interponer un recurso de anulación, el país consiguió autorización para mantener sus valores de forma provisional hasta que el Tribunal se pronunciase.

La sentencia emitida hoy rechaza las alegaciones de Alemania por considerar que, contrariamente a estas, la norma comunitaria no autoriza mayor presencia de sustancias nocivas en los juguetes que las normas alemanas y, por tanto, los niños no se encuentran más expuestos a estas.

En concreto, explica que las cantidades permitidas en Alemania de arsénico, antimonio y mercurio son superiores a las fijadas por la UE para los materiales secos y líquidos (presentes en los juguetes), e inferiores para los materiales raspados.

Sin embargo, precisa, este tipo de material es de más difícil acceso para los niños.

Por otra parte, en lo que se refiere al plomo, el Tribunal ha anulado parcialmente la decisión de la CE por una cuestión de forma, por lo que ahora el Ejecutivo comunitario deberá decidir de nuevo sobre qué limites puede aplicar Alemania.

En el caso del bario, la corte no ha tenido finalmente que pronunciarse después de que las autoridades alemanas ya hayan modificado los valores permitidos para este metal.

El país centroeuropeo tiene aún la oportunidad de recurrir esta sentencia presentando un recurso de casación ante el Tribunal de Justicia de la UE, máxima instancia judicial comunitaria.