Berlín frena la euforia de Macron: no todas sus reformas de la UE verán la luz

  • Alemania no ve con buenos ojos un presupuesto común o la creación de un ministro de Finanzas para el bloque.
El presidente francés, Emmanuel Macron (i), y la canciller alemana Angela Merkel (d), tras la cumbre franco-alemana en el Palacio del Elíseo, en París (Francia), hoy, 13 de julio de 2017. EFE/Julien de Rosa
El presidente francés, Emmanuel Macron (i), y la canciller alemana Angela Merkel (d), tras la cumbre franco-alemana en el Palacio del Elíseo, en París (Francia), hoy, 13 de julio de 2017. EFE/Julien de Rosa

Jarro de agua fría para el futuro de la UE y para Macron. El ministro alemán de Finanzas, Olaf Scholz, advierte en una entrevista publicada  por el diario Frankfurter Allgemeine Sonntagszeitung que no todas las reformas para la eurozona propuestas por Francia podrán implementarse.

El vicecanciller del nuevo ejecutivo en Berlín y presidente interino del Partido Socialdemócrata (SPD) reconoce que las "ideas" del presidente francés, Emmanuel Macron, están "aportando un nuevo impulso necesario al proyecto europeo", pero agrega que París "también sabe que no todas esas ideas pueden llevarse a cabo".

"Habrá que analizar qué ideas tienen sentido político en Europa y en qué nos ponemos de acuerdo", agrega a unos días de que se celebre en Berlín una importante reunión entre ambos ejecutivos. La canciller alemana, Angela Merkel, recibirá el próximo jueves en Berlín al presidente francés, Emmanuel Macron, que acude a la cita con sus principales ministros.

Alemania y Francia coinciden en la necesidad de reformar el euro, pero Berlín quiere mano dura y reformas impopulares, mientras que París apuesta por instrumentos comunes, como eurobonos.  Las posiciones de Macron y Alemania chocan en su visión sobre la austeridad y la consolidación de las finanzas públicas. Ambos coinciden en el presupuesto saneado, pero difieren en el tiempo para lograrlo.

El Gobierno alemán está a favor, indica Scholz, de que el Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE) amplíe sus funciones y capacidades hasta convertirse en una versión comunitaria del Fondo Monetario Internacional (FMI), aunque siempre bajo control parlamentario.

Berlín se ha mostrado más escéptico frente a otras propuestas francesas, como la puesta en marcha de un presupuesto común para los países del euro y la creación de un ministro de Finanzas para el bloque.

Scholz indica asimismo que quedan aún importantes cuestiones sin cerrar sobre el tercer pilar de la unión bancaria, el depósito de garantías, y apunta al alto nivel de morosidad crediticia en algunos países como principal recelo de Berlín a dar pasos en esta dirección. El asunto seguirá ocupando a la UE por un "largo" período, prevé Scholz. "Un ministro alemán de Finanzas es un ministro alemán de Finanzas", asegura en relación al continuismo en su departamento pese a haber cambiado de manos -y partido- tras las últimas elecciones, pues en los ocho años previos había estado dirigido por el conservador Wolfgang Schäuble.

Las reformas en la UE deben acordarse antes de las elecciones europeas del año que viene, agrega Scholz, que se compromete a trabajar estrechamente con París para lograr avances. Por último, el ministro alemán de Finanzas reconoce que Berlín está dispuesta a aportar más para el próximo presupuesto europeo (2021-2027), a los que ya no aportará el Reino Unido, pero agrega que el Gobierno alemán no está dispuesto a cubrir completamente el dinero que va a dejar de poner Londres.

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