Medidas anticrisis

Alemania se prepara para un invierno de crisis con los depósitos de gas al 90%

Pese a la reducción de los suministros procedentes de Rusia a través del Nord Stream (que desde junio apenas operó al 20% de su capacidad) el Gobierno de Scholz logra cumplir sus objetivos antes de tiempo

Olaf Scholz
Olaf Scholz
EFE

Alemania ha acelerado con el plan de contingencia para tratar de reducir en la medida de lo posible el impacto de la crisis energética este invierno, a medida que la guerra iniciada por Rusia en Ucrania se prolonga. Los depósitos de gas de la primera economía europea han alcanzado ya el 90% de su capacidad, varias semanas antes de lo previsto, según datos avanzados hoy por la televisión pública ARD. De acuerdo con esa fuente, el pasado domingo se había llegado al 90,07 % de su capacidad. La Bundesnetzagentur (Agencia Federal de Redes Alemana) notifica regularmente la situación de los depósitos con dos días de retraso.

Ello significa que, pese a la reducción de los suministros procedentes de Rusia a través del gasoducto Nord Stream (que desde junio apenas operó al 20% de su capacidad) los depósitos se han ido llenando antes incluso de los objetivos marcados por el Gobierno del canciller Olaf Scholz. A principios de septiembre se había llegado al 85%, el nivel que se había establecido para el primero de octubre.

El Ministerio de Economía y Protección del Clima considera que para garantizar que no habrá escasez de suministros durante el invierno los depósitos del país deben estar en el 95% de su capacidad hacia el 1 de noviembre. El recorte de los suministros procedentes de Rusia se ha compensado con envíos de gas de Noruega, Países Bajos y Holanda, según datos de ese ministerio. Hacia finales de año deben entrar en funcionamiento dos terminales de gas licuado en el litoral del Mar del Norte, las dos primeras de que dispondrá Alemania. Scholz estima que para finales de 2023 Alemania podrá abastecerse sin contar con el gas de Rusia, que hasta el inicio de la invasión de Ucrania proporcionaba al país un 55% del total de importaciones de esa fuente de energía fósil.

El canciller alemán emprenderá el próximo fin de semana una gira hacia Arabia Saudí, los Emiratos Árabes Unidos y Catar centrada principalmente en la búsqueda de soluciones a la crisis energética que atraviesa Europa. Con todo, las medidas de apoyo lanzadas por Scholz no han servido para contener la escalada de los precios en Alemania, que regresan a su nivel más alto desde la reunificación en 1991. La inflación repuntó al 7,9% en la primera economía europea en agosto.

No es la única medida extraordinaria que ha adoptado el Gobierno de Scholz para garantizarse el suministro en invierno. El Ejecutivo alemán ha "tomado el control" de la filial alemana de la empresa petrolera rusa Rosneft PJSC, así como de sus tres refinerías en el país, alegando que peligraba la producción de las destilerías de petróleo por la propiedad rusa de la compañía. Antes se produjo el rescate de la gasística Uniper, a quien el gobierno federal ha inyectado 19.000 millones tras tomar buena parte del capital. Esta situación ha tensado las relaciones con Finlandia, ya que Uniper era propiedad mayoritaria de la eléctrica finesa y semipública Fortum.

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