Alemania sondea en una reunión secreta la resistencia de España a un alza de tipos

  • Una delegación del Bundestag chequeó antes de las elecciones la opinión de los partidos: "¿Cuándo estaréis preparados para una subida de los tipos?"
Ángela Merkel y Pedro Sánchez / EFE
Ángela Merkel y Pedro Sánchez / EFE

"¿Cuándo creéis que la economía española estará preparada para soportar una subida de los tipos de interés?". La situación se produjo antes de las Elecciones Generales del 28-A, en la recta final de la minilegislatura del Gobierno de Pedro Sánchez. Una delegación del Bundestag, el Parlamento alemán, se desplazó a España para mantener una reunión con los portavoces en materia de Presupuestos de las principales fuerzas parlamentarias del Congreso español. Sin luz ni taquígrafos, los parlamentarios alemanes confiaron a sus homólogos españoles las distorsiones que el mantenimiento en el tiempo de la política de bajos tipos de interés estaba creando en Alemania y sondearon su opinión respecto a cómo reaccionarían los fundamentales de la economía española ante una eventual subida de los tipos de interés.

"Estaban especialmente interesados en conocer cuál sería el mejor momento para hacerlo sin afectar a la economía española", asegura uno de los parlamentarios presentes en la reunión. La delegación del Bundestag subrayó que el mantenimiento más allá de lo previsto de la política monetaria del 'whatever it takes', acuñada por Mario Draghi en julio de 2012 y que abrió la puerta a un conjunto de medidas no convencionales que sirvieron para estabilizar la economía del euro pero también para sobrecargar de deuda los balances del BCE y deprimir a cero el coste del dinero, estaba teniendo ya un impacto demasiado costoso sobre los ahorradores alemanes y estaba afectando a su consumo interno.

La política monetaria de regar de liquidez los mercados del euro y comprar títulos de deuda de los países especialmente presionados tras la crisis ha permitido respirar a las economías del sur, pero a cambio ha dejado un erial para los ahorradores de los países del norte que se han encontrado, por ejemplo en Alemania, con rentabilidades negativas en los títulos de renta fija con vencimientos hasta 10 años. Los delegados del Bundestag, que para sorpresa de muchos de los parlamentarios españoles mantuvieron un relato homogéneo sobre este asunto pese a formar parte de diferentes partidos, lamentaron que la situación estuviera 'condenando' a sus pensionistas a disfrutar incrementos anuales de sus prestaciones inferiores a los que apreciaban en los países del sur. Una vez más, la tradicional queja de los países del norte respecto a que su responsabilidad sufraga la irresponsabilidad de los países del sur.

La inminente salida de Mario Draghi de la Presidencia del BCE abre un nuevo escenario en el gobierno del Banco Central y Alemania se ha fijado como 'objetivo de Estado' recuperar el control de la institución. "Hace unos meses, priorizaban la Presidencia de la Comisión Europea para poder gobernar desde la primera fila la posición europea en la Guerra Comercial abierta entre Estados Unidos y China y que tarde o temprano llegará a Europa, pero los últimos acuerdos comerciales cerrados con la Administración Trump parece que les permiten estar un poco más tranquilos en este sentido y van a pelear por la Presidencia del BCE", asegura un analista, con experiencia en el Gobierno y en los órganos de supervisión españoles.

La apuesta alemana para el BCE es el presidente del Bundesbank, Jens Weidmann, un halcón que desde hace tiempo viene defendiendo tanto dentro del Consejo de Gobierno del BCE como en sus declaraciones públicas la retirada inmediata de las medidas de estímulo y el regreso a la 'normalidad' de la política del Banco Central.

La cuestión aquí es que la 'normalidad' ha cambiado. La economía europea está en medio de una desaceleración y los niveles de inflación se mantienen holgadamente por debajo del 2%, que marca el mandato del BCE. No son pocos los analistas que han advertido que en un contexto así una retirada drástica de las medidas de estímulo y una subida de los tipos de interés podría tener consecuencias catastróficas para la economía europea, más aún con el elevado nivel de endeudamiento de una buena parte de ellas. 

"Ellos lo han situado como una política de Estado", opina uno de los parlamentarios presentes en esa reunión. "Para Alemania la pregunta no es si hay que subir o no los tipos de interés, tienen claro que sí hay que hacerlo; la pregunta es cuándo será el mejor momento", recalca otra de las fuentes consultadas.

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