Alguien debe ponerle el cascabel al gato

  • Para devolver la confianza a losmercados es necesario que alguien le ponga el cascabel al gato,que alguien respetado y con carisma salga a la palestra y diga de verdad cómoestán las cosas, lo que se está haciendo para solucionarlo y, sobre todo, loque se va a empezar a hacer ya, pues los mercados no pueden esperar mucho más.
José de la Vega

Grandesdudas, ataques a la deuda y al euro, desconfianza, extremada volatilidad,mensajes contradictorios..., da la impresión de que los mercados no se toman enserio las órdenes impartidas desde Bruselas para que cada cual haga sus deberesy ponga en marcha las medidas de ajuste necesarias para que la economía de cadapaís mire hacia delante, hacia el necesario crecimiento para poder crear empleoy poder hacer frente en tiempo y forma a sus compromisos de deuda.

Dala impresión también que los mercados demandan medidas más contundentes, queobservan debilidades claras, fisuras en el sistema, y que los inversores noparecen muy dispuestos a prestar su dinero sin alguna garantía a cambio que lespermita, al menor, dormir con cierta tranquilidad.

Yson precisamente esas debilidades claras, esas fisuras, las que aprovechan losespeculadores para intentar hacer su agosto en noviembre, mientras losinversores de a pie, que son muy importantes y necesarios en todos losmercados, contemplan la situación con cierto resquemor ymuchas veces con miedo, sin saber qué postura adoptar, y sin que nadie lesgarantice de verdad que la crisis es una realidad, pero que se está combatiendocon efectividad y que, sin ningún tipo de duda, vamos a salir de ella.

Haytambién muchos mensajes contradictorios, muchos de ellos con muy buenaintención, que, lejos de llevar la calma a los mercados, lo que hacen esaumentar la desconfianza y la incertidumbre. Y lo que necesitan precisamentelos mercados es confianza, una gran dosis de confianza.

Peropara llevar esta confianza, y quizá con ella algo de paz también, a losmercados es necesario que alguien le ponga el cascabel al gato. Es necesarioque alguien respetado y con carisma salga a la palestra y diga de verdad cómoestán las cosas, lo que se está haciendo para solucionarlo y, sobre todo, loque se va a empezar a hacer ya, pues los mercados no pueden esperar mucho más.Sondemasiadas voces ya, unas más autorizadas y acertadas que otras, todo hay quedecirlo, las que apuntan la necesidad de acometer con rapidez -esto es tambiénfundamental, la rapidez- nuevas medidas estructurales. Pues bien, pongámonosmanos a la obra lo antes posible y olvidemos elecciones, partidos,  politiqueos y pequeños intereses personales.

Esmuy serio lo que nos jugamos todos para no tomarnos la situación que vivimoscon la seriedad y profundidad que merece.

Alguientiene que ponerle el cascabel al gato con dignidad, seriedad, claridad yfirmeza pensando en el bien común y no en el propio o en el de sólo unoscuantos.Sóloasí podrá despejarse el clima de incertidumbre que existe hoy día. Sólo así laconfianza podrá volver poco a poco a los mercados. Sólo así los ahorradoresvolverán a invertir. Sólo así podrá ser vencida la especulación galopante quese ha ceñido sobre la deuda y el euro. Sólo así podrán relajarse las abultadasprimas de riesgo a las que hay que hacer frente en la actualidad.

Hacefalta claridad de ideas y firmeza para llevarlas a efecto, aunque no seanfáciles de asumir en principio si no son correctamente explicadas. No olvidemosque si la economía de un país no crece, ni se puede generar empleo, ni se puedehacer frente a las deudas.

Como dijo el filósofo griegoAristóteles: “No hace falta un gobierno perfecto; se necesita uno que seapráctico”.Coda

Dentrode la adversidad hay que felicitar a los gestores de Repsol y a sus accionistaspor el dividendo a cuenta de 0,525 euros por acción anunciado, lo que representaun 23,5% de incremento. Una nota positiva en un mar de incertidumbres.Estrambote

Elpresidente del Bundesbank, Axel Weber, ha afirmado que la UE no va a permitirel acoso al euro y podría incrementa rel fondo de rescate en 500.000 euros mássi fuera necesario, lo cual parece un aviso para especuladores. Quizá fuese másefectivo decir lo que falta por hacer para combatir la crisis y que se va ahacer con rapidez.

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