Alinyá, la montaña que tira del valle

  • Figols i Alinyá (Lérida), 6 may EFE).- La montaña de Alinyá, en el prepirineo leridano, ha evolucionado durante los últimos años hasta convertirse en uno de los espacios mejor conservados de Europa, y sus recursos naturales atraen cada vez a un mayor número de personas, lo que está contribuyendo a dinamizar la economía de todo el valle.

Alinyá, la montaña que tira del valle
Alinyá, la montaña que tira del valle

Figols i Alinyá (Lérida), 6 may EFE).- La montaña de Alinyá, en el prepirineo leridano, ha evolucionado durante los últimos años hasta convertirse en uno de los espacios mejor conservados de Europa, y sus recursos naturales atraen cada vez a un mayor número de personas, lo que está contribuyendo a dinamizar la economía de todo el valle.

Y es que el Espacio Natural Montaña de Alinyá, incluido en la red europea Natura 2000 y que gestiona la Fundación Cataluña-La Pedrera, se asienta sobre una finca de 5.300 hectáreas localizadas en el único lugar de Europa donde se pueden observar con relativa facilidad las cuatro especies de buitres: el común o leonado, el negro, el alimoche y el quebrantahuesos, un verdadero reclamo para ornitólogos de todo el mundo.

Se trata además de un espacio natural que alberga una sobresaliente biodiversidad, ya que sube desde apenas 500 metros de altitud hasta casi 2.400, por lo que está salpicado de pastos, de ríos, bosques, praderas alpinas y peñascales coronados por el imponente y majestuoso anticlinal del Roc de la Pena.

Aleix Millet, técnico de la Fundación Cataluña-La Pedrera, ha subrayado la importancia y el éxito de los programas de conservación iniciados hace más de diez años, y ha incidido en el impulso que están dando ahora al ecoturismo para rentabilizar el creciente interés que despiertan los recursos naturales del lugar.

"Conocemos el medio y conocemos las especies; ahora queremos facilitar que la gente venga a disfrutar del valle, mediante actividades que les acercan a ese medio y a esas especies", ha explicado a EFEverde Aleix Millet.

Ha recordado que la agricultura y la ganadería fueron hace décadas el motor económico de la comarca, pero se ha mostrado convencido de que ese motor puede ser ahora "la naturaleza bien conservada", aunque ha insistido en el interés de la Fundación por preservar y potenciar las actividades tradicionales de la zona, y entre éstas la ganadería extensiva y el cultivo de la patata del "búfet", una variedad muy apreciada que se cultiva a mucha altitud.

Millet ha subrayado el doble objetivo que persiguen las actuaciones de la Fundación: primero conseguir que cada vez sean más los turistas interesados en conocer los recursos naturales del valle; y segundo que ese turismo repercuta sobre los habitantes de la comarca, "que son los que han cuidado del espacio durante siglos".

Riqueza ecológica, biodiversidad y paisaje que se complementan con el agroturismo y el creciente interés por los productos artesanos del valle, y con los valores históricos y culturales -ermitas románicas a más de 1.000 metros de altitud- de la comarca.

Entre las curiosidades del espacio destacan los cientos de "agujeros" que los agricultores excavaron para almacenar las patatas cultivadas en altura ("trumfos"), unas construcciones circulares, con paredes y bóveda de piedra y cubiertas de tierra y de vegetación.

El buen estado de conservación de Alinyá lo han convertido también en un laboratorio natural donde muchos estudiantes completan sus estudios, y ha empujado la creación del "Campus en Ciencias Ambientales" un proyecto en el que participan, además de la Fundación Cataluña-La Pedrera, la Facultad de Ciencias de la Universidad Autónoma de Barcelona y el Instituto de Ciencia y Tecnología Ambientales de esta universidad.

Aleix Millet ha subrayado la importancia de las distintas figuras de protección, y entre ellas la de Red Natura 2000, y se ha mostrado convencido de que esta etiqueta no supone un freno para las actividades económicas de la zona: "al contrario, esta figura está demostrando que hay un alto valor ecológico, una rica biodiversidad, y que nada de eso está en contra de la gestión que se hace en el valle".

Especialista en programas de conservación y reintroducción de rapaces carroñeras, Millet ha subrayado el esfuerzo que se está haciendo en la "Montaña de Alinyá" para rentabilizar sus recursos forestales, para producir biomasa o para preservar las actividades agrícolas y ganaderas tradicionales, y ha destacado en ese sentido el "doble beneficio" de la Red Natura, por tratar de garantizar la conservación del valle y el crecimiento socioeconómico de sus pueblos.

De hecho, la propia Fundación, además de contribuir a la comercialización de los productos del valle y de gestionar diferentes programas de conservación de los recursos naturales del valle, ha puesto en marcha otras iniciativas para contribuir a asentar la población y reforzar la economía local, como la adquisición y posterior cesión de ejemplares de razas ganaderas autóctonas.

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