Cerca del 90% de la cerveza consumida en España se elabora dentro del territorio nacional a partir de cebada y lúpulo de cultivo autóctono. En la elaboración de esta bebida se emplea casi toda la producción de la malta y el lúpulo español, dos ingredientes que inciden en el desarrollo económico y social de sus áreas de producción.
En 2013, el lúpulo se cultivó en 500 hectáreas en 34 localidades de Castilla y León, La Rioja, Galicia y Navarra y la producción se mantuvo en torno al millón de kilos de flor, la sexta en la Unión Europea. En cuanto a la malta utilizada por las compañías cerveceras, la mayor parte procede de unas 650.000 toneladas de cebada cultivada en más de 320.000 hectáreas.
Además, la cerveza aporta más de 3.000 millones de euros en impuestos a la economía nacional y genera más de 257.000 empleos directos e indirectos, de los cuales más del 87% se encuentran en bares y restaurantes. Con un PIB del 1,4 %, la cerveza es la bebida con contenido alcohólico con mayor impacto en la economía nacional.
Según datos del Informe Socioeconómico del sector de la Cerveza, a través de los impuestos generados por el vino y la cerveza, el Estado recauda casi 4.500 millones de euros. La mayor parte de la recaudación asociada a la cerveza, en concreto un 81%, procede del consumo en bares y restaurantes.
En la actualidad, los grupos cerveceros que aúnan la práctica totalidad de la producción de cerveza de España y que están representados por la Asociación Cerveceros de España son Mahou, San Miguel, Heineken España, Grupo Damm, Estrella Levante, Grupo Alhambra Alimentaria, Hijos de Rivera, Compañía Cervecera de Canarias y la Zaragozana.Compromiso por la sostenibilidad
Las empresas del sector destacan por su compromiso con la sostenibilidad ya que han sido reconocidas con diferentes certificaciones en el plano social, medioambiental y económico.
Asimismo, hay que destacar el compromiso del sector con la protección del medio ambiente. La industria de la cerveza recuperó el 80% de los envases que lanzó al mercado incluso ha sido pionera en la organización de sistemas de reducción del impacto medioambiental de sus actividades.
Este es un sector que destaca también por la innovación, puesto que España es uno de los pocos países que elabora cerveza sin alcohol, de sabores o aptas para celíacos, además de liderar campañas para concienciar a los consumidores de la importancia de un consumo responsable.
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