Alsina: "En la radio nos repetimos todo el día porque nos hemos acomodado"

  • "Radiofonista más que periodista". Así se define Carlos Alsina, que tras 23 años en la radio, apuesta por "darle una vuelta" a los contenidos que se emiten en este medio, en el que sus profesionales cree que se han acomodado y llevan demasiado tiempo haciendo lo mismo y repitiéndose por todas partes.

Raquel de Blas

Madrid, 29 sep.- "Radiofonista más que periodista". Así se define Carlos Alsina, que tras 23 años en la radio, apuesta por "darle una vuelta" a los contenidos que se emiten en este medio, en el que sus profesionales cree que se han acomodado y llevan demasiado tiempo haciendo lo mismo y repitiéndose por todas partes.

Alsina (Madrid, 1969), que este año afronta su novena temporada al frente de "La Brújula" en Onda Cero, detecta poca autocrítica en la profesión y opina que si los periodistas están "mal vistos" por los ciudadanos quizá se deba a que se han metido más en la "pelea de barro de la política o de las ideologías" que en contar todo lo que pasa.

PREGUNTA: ¿Ha cambiado mucho "La Brújula" desde que se puso a los mandos en 2005?

RESPUESTA: Creo que sí. La estructura del programa es la misma, la misma que tenemos casi todos, aunque quizás apostamos más que otros por la parte económica; pero la estructura es un programa de radio que tampoco tiene mucho más misterio. Ha cambiado en la medida en que se ha ido asentando el estilo de comunicar, la actitud que tenemos ante la actualidad, el intentar combinar sentido del humor con el rigor informativo (...) Esto es como los guisos: con el tiempo van cogiendo sabor y se van juntando bien todos los ingredientes y eso es lo que permite que el programa sea ahora más personal de lo que podía ser hace nueve años.

P: La audiencia de "La Brújula" va en aumento ¿Cuál es el secreto?

R: Si yo lo supiera (...) En la radio siempre hemos pensado que el secreto está en crear el hábito, la permanencia, la perseverancia, en mantener durante muchas temporadas el mismo presentador, la misma estructura del programa, que los colaboradores no cambien mucho de un año para otro, eso es lo que logra que formes parte de la cotidianeidad de quien te escucha, pero no sé cuál es el secreto.

P: ¿Cuál es el estado de salud de la radio en España?

R: Empresarialmente complicado, de casi reinvención del negocio, de tener que apañarnos con bastantes menos ingresos que en otros tiempos (...) Y en relación a los contenidos, creo que estamos acomodados. Me da la impresión de que en general llevamos demasiado tiempo haciendo la misma programación, con demasiada actualidad por todas partes y eso nos ha llevado a ser un poco repetitivos en los programas durante todo el día, con los temas, con los planteamientos, con los géneros que utilizamos, y creo que ahí deberíamos darle vuelta.

También habría que darle una vuelta al tema de las previsiones deportivas por la noche porque los que hacemos los programas en esa franja, a este paso vamos a tener que buscar trabajo. Es un debate que tampoco tenemos resuelto en las cadenas, pero si en la radio lo que funciona es el hábito con el oyente y nos lo estamos saltando constantemente porque entendemos que tiene más interés el partido del Madrid o el Barcelona, que sin duda lo tiene, no sé cuál es la solución.

P: ¿Queda algo por inventar en la radio?

R: Yo espero que sí. Igual tienen que venir otros a inventar, pero el relevo se está produciendo constantemente. Quizás serán inventos más modestos que los que hicieron nuestros mayores, que se inventaron la radio y todos los programas.

P: Sus inicios profesionales fueron en medios escritos pero en 1990 optó por la radio ¿le hubiera gustado explorar otros campos?

R: Si me hubiera ido mal en la radio, seguramente te diría que sí, pero como no me ha ido mal del todo... Empecé en medios escritos porque yo era estudiante de periodismo y las prácticas las hice en "Cambio 16". Luego ya me pasé a la radio, que en realidad era lo que yo quería hacer. Creo que estudié periodismo porque me quería dedicar a la radio y no sabía muy bien cuál era el camino. Me considero más radiofonista que periodista.

P: Parece que el periodismo vive las horas más bajas de valoración de los españoles. ¿Por qué?

R: Pues algunas cosas habremos hecho mal y nos habremos olvidado igual de la esencia del oficio, que para mi siempre fue contar lo que está pasando (...) Igual nos hemos ido a una cosa más de activismo político, más que de relato y de interpretación de todo lo que pasa, y a lo mejor es eso lo que no están reprochando.

Sabemos que estamos mal vistos, digamos que peor vistos que en otros momentos de la historia de nuestro país, y a lo mejor tiene que ver con que se percibe que nos hemos alejado de lo que se esperaba de nosotros y nos hemos ido más a meternos en la pelea de barro de la política o de las ideologías, nos hemos querido acomodar demasiado y nos hemos metido en las trincheras.

P: ¿Se ha perdido la información por la opinión?

R: Sí. La opinión está muy bien, el problema es cuando la opinión se ha comido a la información o a la interpretación y a lo mejor es eso lo que se nos está reprochando. Igual tiene que ver con que no se fíen de lo que decimos y crean que todo lo que dices tiene determinado interés bastardo al servicio de un partido o de una empresa, y entonces tu crédito se viene abajo y es lo que hay que intentar recuperar.

P: ¿Hay autocrítica en la profesión?

R: Detecto poca. Igual estamos en un momento laboral muy difícil como para meternos en la autocrítica. No le pidas mucha autocrítica a quien está cobrando 500-600 euros al mes o lleva sin trabajo dos años. Ahora bien, los que estamos en la pomada y en una situación muy estable, sí creo que deberíamos dar una vuelta a esto de tener un poco mas de respeto, en nuestro caso, por el micrófono: no vale ponerte ahí y decir lo que se te pase por la cabeza, sobre todo si supone que tú estás ahí para contar cómo va el mundo hoy.

P: La tertulia de actualidad también tiene espacio en "La Brújula"¿Qué criterio sigue el director de un programa a la hora de elegir a los tertulianos?

R: Supongo que cada cadena tiene una forma de trabajar. En la nuestra, el programa de Carlos (Herrera) y el mío comparten la mayoría de los tertulianos, lo que significa que la decisión va más allá de Carlos por la mañana y de Alsina por la noche, también interviene la dirección.

¿Cuál es mi criterio? A mi me gustan los contertulios que son un poco imprevisibles, que están poco etiquetados en todos los sentidos, que tienen criterio propio y que cada día se enfrentan a lo que se les dé sin saber demasiado lo que opina nadie más. Los que intentan razonar por qué tienen una determinada opinión y son capaces de exponerla de forma entretenida, a ser posible con sentido del humor, pero sobre todo que yo no sepa exactamente qué van a decir siempre.

P: Su monólogo diario es una de las parte del programa que más gusta al oyente ¿Cuánto tiempo dedica a prepararlo?

R: Seguramente más del que debería... Esto es lo que a mi se me ocurre contar sobre lo que he visto que ha ido pasando durante el día, intentando analizar por donde va la actualidad, y unos días sale más humorístico, otros días más serio y otros incluso conseguimos emocionar con lo que contamos... ¿qué tiempo lleva eso? Pues depende del día, pero nunca menos de dos horas de trabajo, entre que te enteras un poco de lo que hay, decides por dónde quieres llevarlo (...) y hay días que te sale sola y eres muy feliz, y días que no se te ocurre nada y lo pasas muy mal.

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