Altadis contraataca y baja el precio de Fortuna, Nobel y Ducados

Así, la tabaquera ha situado el precio de sus marcas más relevantes de cigarrillos rubios, Fortuna y Nobel, en 3,5 euros la cajetilla, desde los actuales 3,7 euros, mientras que Ducados Rubio pasa de 3,5 euros a 3,4 euros. Por su parte, Ducados negro, líder del mercado en este segmento, baja de 3,85 euros a 3,7 euros.

Con esta decisión, la compañía, que esgrime que así "defiende su liderazgo en el mercado español de cigarrillos", sitúa sus marcas en los mismos diferenciales de precio existentes en el mes de abril. Philip Morris (propietaria de Marlboro, Chesterfield y L&M) inició las hostilidades la semana pasada con una bajada agresiva en el precio de sus principales marcas. En un entorno en el que se estaban produciendo ligeros aumentos y descensos, el resto del sector se ha visto obligado a reaccionar de inmediato.

Y ahora le ha tocado a Altadis, que recrudece una guerra de precios que puede acabar mermando la capacidad recaudatoria del Gobierno, que esperaba incrementar sus ingresos por tabaco durante este ejercicio tras la reforma de la fiscalidad el pasado diciembre.

Los nuevos precios han sido comunicados este martes al Comisionado para el Mercado de Tabacos y espera que sean publicados mañana, 1 de junio, en el Boletín Oficial del Estado, fecha a partir de la cual entrarían en vigor.

En un comunicado, la tabaquera controlada por Imperial Tobacco considera que se ha producido "una actuación agresiva en el mercado, viéndose obligada a responder", y recuerda que con fecha 10 de mayo anunció un incremento de 10 céntimos de euro en el precio de todas sus marcas, "aumento que fue contestado en sentido contrario por uno de sus principales competidores y que se convirtió en el verdadero detonante de la presente situación".Respuesta a Philip Morris

Esta decisión se produce en medio de la guerra de precios en la que ha entrado la industria tabaquera, después de que a finales de la pasada semana Philip Morris recortara entre 20 y 30 céntimos el precio de sus principales marcas de cigarrillos, entre las que destacan Marlboro, Chesterfield y L&M.

Este era el segundo movimiento en precios que efectuaba la compañía en menos de diez días, después de que el pasado 19 de mayo recortara en cinco céntimos L&M, subiera Chesterfield también en cinco céntimos y mantuviera el precio de Marlboro.

En concreto, Marlboro, la marca estrella del grupo Philip Morris, bajó 25 céntimos, al pasar de 4,25 a cuatro euros, mientras que la cajetilla de Chesterfield reducirá su precio en 30 céntimos, hasta 3,70 euros, y la de L&M, en 20 céntimos, desde 3,60 a 3,40 euros.

El director de Asuntos Corporativos y Jurídicos de Altadis, Jaime Gil-Robles, que ha manifestado su sorpresa por la segunda bajada de precios realizada "por uno de sus competidores (al que no cita de forma expresa) en el plazo de dos semanas, ha lamentado "profundamente" la situación generada y confía en que "todos los afectados tendrán claro cuál ha sido el origen de la misma, que podría producir una caída significativa en la recaudación de los ingresos del Estado y también afectar gravemente a los estancos".

En este sentido, ha mostrado su preocupación "especialmente en que se generalice el malestar ocasionado entre los estanqueros por el comportamiento de algún fabricante y se pretenda hacer responsable de esta situación no deseada al resto de empresas que operamos en el sector".

Además, Gil-Robles ha añadido que este nuevo escenario "ha incrementado aún más la presión fiscal, lo que favorece a las marcas premium de importación y perjudica claramente a las marcas nacionales que se fabrican en España".Así, Altadis, que subraya que "seguirá teniendo un comportamiento responsable y trabajará estrechamente con todos sus interlocutores en la industria del tabaco para contribuir a resolver esta situación", afirma que la solución a esta situación no sería, "en ningún caso, aumentar todavía más esa presión fiscal, ya que como ha demostrado la última subida de impuestos efectuada a principios de diciembre, ello no aseguraría una mayor recaudación y podría generar más mercado negro".