Los bufetes detectan una ola de despidos en plena negociación de PSOE y Podemos

  • Los grandes despachos admiten 'sotto voce' que el riesgo de contrarreforma laboral ha acelerado un puñado de procesos de ajuste de plantilla.
Gráfico evolución trabajadores afectados por ERE
Gráfico evolución trabajadores afectados por ERE

¿Cuál es el precio de la inestabilidad política? Analistas, instituciones internacionales, agencias de calificación crediticia e incluso  informes de resultados de empresas del Ibex han incorporado desde hace meses el factor 'inestabilidad política' a sus análisis sobre España, advirtiendo de sus perniciosos efectos sobre el desempeño económico del país y de su negativa influencia sobre las decisiones de los agentes económicos. Una 'amenaza invisible' que de vez en cuando se materializa en indicadores económicos y en las decisiones reales de las empresas. Así se atestigua en los despachos de algunas de las principales firmas legales del país, que desde hace meses observan un especial interés por parte de las empresas en sustanciar lo antes posible los procesos de ajuste de plantilla que ya tenían planificados, según reportan a La Información.

"No vemos empresas que hayan decidido hacer un ERE únicamente por la posibilidad de que se cambien las normas que lo regulan, pero sí nos hemos encontrado con muchas empresas, algunas muy importantes, que ya tenían previsto hacer un ajuste de plantilla y que han decidido acelerarlo por lo que pudiera ocurrir", aseguran desde una firma que ya ha asesorado más de una regulación de empleo en empresas del Ibex.

Desde los despachos se apunta a los anuncios de 'contrarreforma laboral' deslizados desde el entorno del Gobierno y a la negociación abierta con Podemos y los sindicatos para endurecer el tratamiento de los Expedientes de Regulación de Empleo, que preveía reimplantar la autorización administrativa previa e incluso empoderar a la Inspección de Trabajo para prohibir la realización de un ajuste de plantilla si no consideraba cumplidos determinados requisitos, como los desencadenantes de este fenómeno cuyo inicio sitúan a finales del año pasado -cuando se desarrolló la negociación entre el Gobierno y Podemos para la aprobación del proyecto de Presupuestos de 2019- y cuyas réplicas todavía se perciben en la actualidad.

No se trata de un fenómeno novedoso. Un exalto funcionario del Ministerio de Trabajo asegura que ya se percibió un fenómeno similar tras el acuerdo PSOE-Ciudadanos de 2016 que también preveía modificar alguno de los aspectos de la reforma laboral de 2012, un texto que el mundo de la empresa defiende como la clave de bóveda de la recuperación económica de los últimos años. Según su relato, el mero anuncio de un acuerdo que podría tumbar algunos aspectos de la reforma laboral provocó una ralentización de las contrataciones y un repunte de los ajustes de plantilla.

Fuentes sindicales admiten que en los últimos meses se ha producido un repunte significativo de las regulaciones de empleo, pero no la vinculan tanto a eventuales amenazas regulatorias como a un cierto empeoramiento de las expectativas a futuro de los empresarios sobre la situación económica. Una situación, dicen, que no solo se ha traducido en un repunte de los ERE sino también en una paralización de la negociación colectiva, a la espera de lo que pueda ocurrir con el Salario Mínimo en 2020 y con la relación de prevalencia entre el convenio de empresa y el de sector, en la actualidad inclinada hacia los convenios de empresa pero que el Gobierno quiere reequilibrar hacia la tradicional prioridad aplicativa del convenio sectorial

Los ERE se disparan en la 'era Sánchez'

Santander, Telefónica, Acerinox o DIA son algunas de las grandes empresas del país que han activado un ajuste de plantilla a lo largo de 2019, pero más allá de los grandes nombres las cifras que con regularidad mensual publica el Ministerio de Trabajo a través de la Estadística de Regulación de Empleo revelan que en efecto se ha producido una intensificación de los procesos de ajuste de plantilla en el tejido empresarial español.

Los últimos datos oficiales publicados sobre el particular, que acumulan información hasta el mes de julio de 2019, revelan que en lo que va de año los trabajadores afectados por regulaciones de plantilla ascienden a 44.745, una cifra que supera en un 40% el número de afectados registrados en el periodo enero-julio de 2018: 31.958. Se trata del primer repunte en esta cifra desde la crisis.

Pero hay un dato aún más llamativo y que apunta a un cambio de percepción sobre la estabilidad normativa en el país tras la moción de censura. Mientras que en los últimos doce meses de la era Rajoy (junio 2017-junio 2018) la cifra de trabajadores afectados por expedientes de regulación de empleo apenas superó los 50.000, desde el cambio de inquilino en La Moncloa y coincidiendo con el cambio de discurso respecto a la normativa sobre los ERE en los siguientes doce meses esa cifra se ha disparado hasta los 86.683 afectados, casi un 70% más.

Un cambio de tendencia tan acusado que es difícil de justificar desde las cifras macro. España ha continuado creciendo a un ritmo superior al 2%, los beneficios empresariales han aumentado -aunque a menor ritmo desde principios de año- y no ha sido hasta los dos últimos meses cuando se ha empezado a hablar de una ralentización más significativa de la situación económica. Otro indicio más parece desvincular el repunte de los ERE de la situación económica y es que las reducciones de jornada, una de las primeras medidas paliativas que aplican las empresas cuando su situación se deteriora de forma relevante, no solo no han aumentado en este periodo sino que se han reducido a la mitad (ver gráfico). 

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