América Latina presiona al G-20 para reformar el FMI

  • Pittsburgh (EE.UU.).- Brasil, México y Argentina presionaron hoy para lograr un compromiso de reforma del FMI en la cumbre del G-20, cuyo borrador de declaración final aboga porque los países ricos transfieran "por lo menos" un 5 por ciento de su voto a las naciones en desarrollo "dinámicas".

España, México y Argentina piden al G-20 recapitalizar el BID
España, México y Argentina piden al G-20 recapitalizar el BID

Pittsburgh (EE.UU.).- Brasil, México y Argentina presionaron hoy para lograr un compromiso de reforma del FMI en la cumbre del G-20, cuyo borrador de declaración final aboga porque los países ricos transfieran "por lo menos" un 5 por ciento de su voto a las naciones en desarrollo "dinámicas".

La cesión de ese porcentaje sería un logro importante, dijo a la prensa Marco Aurelio García, asesor especial del presidente Luiz Inácio Lula da Silva, pese a que su país había solicitado un movimiento del 7 por ciento.

"Si queremos cambios sustantivos (en el sistema financiero mundial) necesitamos organismos que realicen esa reforma", dijo García con relación al Fondo Monetario Internacional (FMI) y al Banco Mundial.

Brasil sería uno de los grandes beneficiados con la nueva redistribución del voto en el FMI, junto con China, Rusia e India, pues son naciones que han tenido un crecimiento mayor que la media mundial en la última década, pero cuya representación en el organismo no ha crecido a la par.

"Apoyamos un cambio significativo en las cuotas de por lo menos un 5 por ciento de los países sobre-representados a los mercados emergentes y países en desarrollo dinámicos infra-representados en la próxima revisión de las cuotas, a ser completada en enero de 2011", afirma el borrador, al que tuvo acceso Efe.

Las cuotas determinan el poder de voto en la entidad.

Los países sobre-representados son pequeñas naciones europeas, como Bélgica, Dinamarca y Suiza, que tienen más influencia en el Fondo que lo que les correspondería puramente por el tamaño de sus economías, y son ellos los que se resisten más a los cambios.

Estados Unidos no perdería poder con la reforma, puesto que su casi 17 por ciento de voto en el Fondo es inferior al porcentaje que representa su Producto Interno Bruto (PIB) en la economía mundial.

Washington fue el aliado más potente de los países emergentes en la redistribución del poder en el seno del FMI, donde, al superar el 15 por ciento, su porcentaje de voto le da el derecho de veto en la práctica de las decisiones de mayor transcendencia.

Argentina también aboga por la reforma del Fondo, aunque su interés especial es que se flexibilicen las condiciones por las cuales los países pueden recibir sus préstamos.

México se benefició ya de un pequeño reajuste del voto en el organismo, por lo que nuevos cambios en las cuotas no son su prioridad, según dijo a Efe una fuente gubernamental.

Más le interesa que se refuercen las arcas del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), dado que buena parte de los recursos adicionales se traducirían en préstamos para el desarrollo en su territorio.

México presentará el tema en la cumbre, que comienza hoy, con la idea de que los países nórdicos aporten los fondos, según la fuente.

Argentina también viene a la reunión con un asunto paralelo de interés especial: las negociaciones con el Club de París, que agrupa a Gobiernos para renegociar su deuda en mora con esos países.

Está previsto que el ministro de Economía de Argentina, Amado Boudou, se reúna hoy con su par francesa, Christine Lagarde, para tratar el tema.

La deuda en suspensión de pagos suma unos 6.900 millones de dólares (4.726 millones de euros), que podrían elevarse hasta 8.000 millones (5.479) por los intereses de mora, según fuentes financieras privadas en Buenos Aires.

Otro de los temas importantes de la región de cara a la cumbre es frenar las tendencias proteccionistas exhibidas por los países ricos como respuesta a la crisis.

El viernes se hará pública una declaración del G-8 en la que naciones en desarrollo piden un compromiso con la apertura de mercados y la ronda de Doha de la Organización Mundial de Comercio (OMC), según dijeron fuentes brasileñas.

El borrador de la declaración del G-20, consensuado por los ministerios de Economía en los últimos días, pide la aplicación rápida del programa de 250.000 millones de dólares en créditos al comercio acordada en la cumbre de Londres, en abril.

La cumbre comenzará oficialmente con una cena en la que participarán únicamente los jefes de estado y sus traductores, mientras que en otra sala se reúnen los ministros de economía.

No obstante, Lula y la presidenta de Argentina, Cristina Fernández, aprovecharon las horas previas en Pittsburgh para reunirse con líderes sindicales de Estados Unidos y otros países, que celebran una cita paralela.

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