"Llegaremos hasta donde haga falta"

El Prat prepara su plan jurídico contra la ampliación en pleno clamor empresarial

El Ayuntamiento donde se sitúa el aeropuerto insiste en la alternativa de ampliar en Girona y conectar por tren. Los empresarios avisan de que se excederá la capacidad si el proyecto se para cinco años.

Aeropuerto de El Prat
El Prat prepara su plan jurídico contra la ampliación en pleno clamor empresarial
EFE

La batalla por la ampliación de El Prat no ha terminado. La decisión del Gobierno de suspender el proyecto por su falta de acuerdo con la Generalitat no ha provocado que las partes implicadas se relajen. Por un lado están los empresarios, que siguen indignados ante lo que consideran un atropello a una reforma que es clave para la prosperidad económica de las empresas. Una situación que se resisten a aceptar, y por la que se están movilizando. El fin es hacer que las administraciones recapaciten y acuerden las obras contempladas en el Documento de Regulación Aeroportuaria que las contempla, conocido como DORA II, como confirman a este medio. Los que no ven el asunto como la empresa también se preparan. Es el caso del Ayuntamiento de El Prat, que respaldado por asociaciones y partidos del municipio está diseñando una batería de acciones para evitar que se reactive el plan. Todo para evitar el fin de la reserva de La Ricarda. Medidas entre las que está un plan jurídico que están pergeñando para “llegar hasta donde haga falta” para preservar el espacio, según ha podido saber La Información.

La idea del consistorio del municipio del Baix Llobregat es la de no estar tranquilo hasta que vean que la paralización se concreta en un documento oficial. “Cuando veamos en el BOE que se elimina del Dora II la partida de más de 90 millones para ampliar las pistas, respiraremos”, señalan fuentes consultadas por este diario. Mientras tanto, aseguran que no van a parar de movilizarse. Algo para lo que aseguran cuentan con el apoyo de la gran mayoría de los vecinos. Como ejemplo, destacan que las declaraciones institucionales contra la ampliación se han aprobado por unanimidad en el ayuntamiento. Aun con ese respaldo, y confiados en que la Comisión Europea paralizaría el proyecto, la posibilidad de acabar en los tribunales ya la tienen asumida. “Estamos preparados. Tenemos todo tipo de informes y de documentación que avalan que no se puede acabar con La Ricarda. Aún no haremos nada, pero se puede decir que hemos ido a los abogados para adelantar todo lo posible”, exponen.

En el consistorio pratense consideran que Aena “no ha demostrado” el supuesto interés general por el que se debería llevar a cabo la obra. Por eso, su apuesta es la de que se amplíen las terminales del aeropuerto de Girona y que este se conecte con El Prat a través de trenes. Algo que consideran viable y que sería la fórmula para garantizar esa ampliación para asumir el tráfico aéreo que se prevé para los próximos años. Aun así, cuestionan que el hub aeroportuario que se plantea puede no ser tan útil como dicen los defensores del proyecto. Lo mismo opinan sobre los estudios que hablan de las decenas de miles de puestos de trabajo que se han creado, que consideran que son "de parte". Además, denuncian que ni el Gobierno central ni el Govern han contado con ellos. “Solo Aena nos ha llamado, porque sabe que al ayuntamiento le tiene que interesar”, revelan estas fuentes municipales.

Entre los argumentos en los que más insisten en El Prat es en que el asunto “no tiene que ver solo con unos patos que viven allí”. Una de las ideas que quieren trasladar es que se trata de un brazo del Delta del Llobregat que empezó a surgir como reserva natural desde el siglo XVII. Lo que a su juicio sirve para desmentir el “mantra” de que ese entorno se generó de manera artificial. Algo que, supuestamente, facilitaría que se creara una zona similar en un punto cercano tras la ampliación del aeropuerto. Aunque lo que ven más preocupante es que no se tenga en cuenta que en La Ricarda está situado un acuífero que abastece a todos los municipios del entorno, a las empresas y a las explotaciones agrícolas de la zona. “Si nos cargamos eso, estamos acabando con el suministro de agua del que vive toda una comarca”, señalan las fuentes consultadas. Una defensa acompañada de un recuerdo sobre la situación del planeta por la crisis climática. “La situación es totalmente distinta a la de hace 15 años. No estamos para fomentar el avión”, inciden.

La empresa, alarmada por el parón

En el lado contrario están los empresarios, que se colocan en las antípodas del ayuntamiento de El Prat liderado por Lluís Mijoler. Las patronales aseguran que es incompresible que todo se haya paralizado por la falta de entendimiento entre Gobierno central y Govern. “Hay unos políticos a los que nosotros votamos. Les financiamos para que resuelvan los problemas de la gente. Y esto es un ejemplo de mala gestión. Tanto una administración como la otra”, expone Jordi Clos, presidente del Gremi d'Hotels de Barcelona. Clos pertenece a uno de los sectores que más notaría la ampliación de las pistas, ya que llegarían miles de turistas más. “Ahora mismo vivimos del turismo. Barcelona no es una ciudad industrial. Privar al sector de un elemento como un gran aeropuerto es una ofensa”, denuncia Clos, que lamenta que “falta de voluntad para encontrar una solución”.

“No hemos acabado de entender esta defensa numantina de La Ricarda que ha hecho el Govern. Hay mucha perplejidad y sorpresa”, añade Salvador Guillermo, secretario general adjunto y director de Economía de la patronal Foment del Treball. Para Guillermo, no es comprensible que desde las instituciones se pidan “inversiones para Cataluña y luego discutamos sobre algo que es esencial como el aeropuerto”. Como recuerda, todo el proyecto tendrá que contar con el visto bueno de Bruselas. Por lo que “habrá todas las garantías para compensar las afectaciones medioambientales que se produzcan. Todo se hará de manera correcta”. E insta a que no se produzca esa paralización de cinco años que anunció la ministra de Transportes. “Iríamos a una infraestructura muy tensionada. Hay que tener capacidad preventiva”, insiste.

En esa misma línea se pronuncia Amadeu Jori, que actualmente es el presidente de la Associació Catalana de l'Empresa Familiar. “Teníamos asumido que se iba a hacer, y ahora de golpe y porrazo nos dicen que nada. Se está renunciando a un incremento considerable del PIB catalán”, expone. Según Jori, no disponer de un hub internacional a medio plazo va a afectar gravamente al crecimiento de la economía. “Sobre todo, al turismo”, señala. “Vamos a hacer toda la presión para que se arregle. Teníamos reuniones previstas con la Generalitat por otros asuntos y ahora también nos preocuparemos por esto. Aunque no nos haya llamado nadie cuando el 90% de las empresas catalanas son familiares”, lamenta el empresario. El cual confiesa que “no estoy muy optimista” a pesar de que sea “una locura” retrasar cinco años la aprobación de la reforma. “En realidad, eso es un retraso de otros diez años”, apunta.

Otros empresarios consultados por esta redacción aseguran que ya han contactado con el Gobierno central y el Govern para reclamar explicaciones de esa falta de entendimiento que ha llevado a que el proyecto de ampliar El Prat descarrile. Algo que saben en el ayuntamiento de la localidad, donde también esperan hacer presión para que se dé carpetazo definitivo a lo que consideran un atropello a su biodiversidad. Ambas partas prevén que el conflicto sea largo porque una de las dos partes no cederá. El Gobierno se ha dado 20 días para retomar las negociaciones y volver a ponerlo en marcha. Las tensiones que existen con el Govern y el rechazo de Unidas Podemos serán determinantes para el futuro de la ampliación de esas pistas por encima de La Ricarda.

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