(ampliación) zapatero descarta "absolutamente" rescates, subidas de impuestos y despidos de funcionarios


El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, descartó "absolutamente" este viernes que España vaya a solicitar ayuda del fondo de rescate de la UE, como ya han hecho Grecia e Irlanda. Con igual vehemencia desmintió próximas subidas de impuestos o reducción de empleo público.
Lo hizo en una entrevista concedida a RAC1, en la que también negó terminantemente que la Comisión Europea le haya pedido que acelere sus reformas y sugirió que el comisario Joaquín Almunia debería aclarar sus palabras sobre las supuestas dudas en torno a la economía española. A juicio de Zapatero, Bruselas apoya todas las medidas y acciones que está llevando a cabo su Gobierno.
Según Zapatero, el saneamiento del endeudamiento "va muy rápido": el privado gracias a las exportaciones y el público porque el plan de reducción del déficit "se está cumpliendo escrupulosamente". A este respecto recordó que la deuda española ha estado "20 puntos por debajo de la media europea, antes, durante y después de la crisis".
También insistió en que los bancos españoles superaron los test de estrés más exigentes de la UE, anunció que las cajas se están reestructurando a buen ritmo y el proceso estará consolidado a fin de año y se congratuló de que España es el país que menos capital ha tenido que inyectar en su sistema financiero, sólo un punto del PIB.
Por todo ello, el presidente advirtió de que "los que alimentan un debate que surge de inversores impacientes e inquietos no contribuyen al proceso", y de que "los inversores que están apostando a corto con España se van a equivocar y van a ir en contra de sus intereses". "Ya pasó en mayo", aseguró, recordándoles que no tuvieron los beneficios que esperaban, "y ahora va a pasar lo mismo".
Zapatero anunció que el año acabará con una situación de la deuda "razonablemente tranquila" y que el que viene hará falta "emitir mucha menos". Respecto al crecimiento económico, reconoció que es "débil" y que "necesita un impulso para recuperar el empleo", pero confió en que en 2011 se "consolidará la recuperación", pese a la necesidad de "sanear el colesterol malo" que hizo "engordar artificialmente" a la economía, tal y como describió el hiperdesarrollo del sector de la construcción.
El presidente del Gobierno defendió que la subida del IVA ha sido útil para reducir el déficit, pero aclaró que "no va a haber más compromisos en materia fiscal". Tampoco contempla una reducción del empleo público, e incluso sopesa un incremento de personal para asesorar a los parados.
En este sentido, puso en valor el plan de ajuste español, uno "de los más prudentes y moderados" y con menos perjuicio social, frente al del Reino Unido, que ha despedido a numerorosos funcionarios y elevado las tasas universitarias.
CRÍTICAS AL PP
Una vez apuntalada la situación económica, Zapatero se quejó de que "muchos actores políticos" se están "aprovechando" de la situación "con el único objetivo de intentar hacer caer al Gobierno".
Aunque advirtió que "no lo van a conseguir", sí dijo que le hubiera gustado que el PP llegara a algún acuerdo más con él, porque en otros países de Europa la oposición está "arrimando el hombro".
Desde su punto de vista, "quien no tiene voluntad de acordar es porque se siente débil", especialmente cuando, a su juicio, el PP sabe que hay que reformar el sistema de pensiones. Para Zapatero, lo que pasa es que los populares nunca apoyarán una medida que "popularmente o electoralmente no es agradable".
Con todo, la actitud popular que le parece más "dañina" es la de haber tratar de "poner en cuestión" las cuentas públicas. "No lo van a conseguir porque afortunadamente el PP no tiene ninguna credibiidad internacional, ni siquiera ante sus conmilitones en Europa", avisó, pero calificó de "lamentable" y vergonzoso" su comportamiento "de las últimas 24 horas" y dijo que en una democracia "exigente" todo el mundo sometería a una "imprecación pública" al PP y le preguntaría "en qué se basa" para insinuar eso.
Zapatero no considera oportuno invitar al presidente popular, Mariano Rajoy, a la reunión con 37 grandes empresas de España (que justificó por la necesidad de "escuchar iniciativas" y "sumar esfuerzos") porque cada uno tiene su agenda y el líder de la oposición tampoco le invitó a él a su reunión del jueves con los autónomos.
No obstante, aseguró que habla "alguna vez" con Rajoy, que los puentes "no están rotos" y que mantiene "una buena relación con él" y la "capacidad de hablar con relativa facilidad".

Mostrar comentarios