La CEO de 27 años que creó una startup de moda valorada en casi 1.000 millones

  • Ankiti Bose fundó Zilingo en 2015 junto a una vecina que ingeniera informática. Cuatro años después la startup es un referente en Asia.
Fotografía de Ankiti Bose, CEO de Zilingo.
Fotografía de Ankiti Bose, CEO de Zilingo.
Instagram Ankiti Bose.

La juventud no está reñida con el éxito empresarial. Como claro ejemplo están Mikaila Ulmer y Alina Morse, dos niñas emprendedoras que con una limonada única y una piruleta que mejora la salud dental se han convertido en millonarias. Los casos de mujeres jóvenes emprendedoras que triunfan proliferan alrededor del mundo, siendo el último exponente el de Ankiti Bose en Asia.

Con 23 años era analista en la empresa Sequoia ubicada en la India. Vivía en la capital tecnológica del país, Bengaluru, donde conoció a su vecina Dhruv Kapoor (24 años), e ingeniera informática en la empresa de videojuegos Kiwi Inc. Durante una charla se dieron cuenta de que se complementaban y sentaron las bases de un negoció que vería la luz tan solo cuatro meses después. 

En ese plazo, ambas dejaron sus respectivos puestos de trabajo. Habían ahorrado 30.000 dólares cada una y los invirtieron todos en la creación de su startup de moda: Zilingo. Esta plataforma online nació con el fin de permitir a los pequeños comerciantes vender a nuevos clientes mediante el comercio electrónico y ya se ha convertido en un referente en Asia.

De hecho, este martes la compañía anunció que había recaudado 226 millones de dólares de inversores como Sequoia Capital y Temasek Holdings, alcanzando el valor de 970 millones de dólares, según fuentes consultadas por 'Bloomberg'.

Zilingo obtuvo unos beneficios de 1,3 millones de dólares el 31 de marzo de 2017, más de 400.000 dólares más que lo hecho público en la misma fecha del año anterior. En 2018, los ingresos crecieron doce veces durante el año, por lo que se esperan mejores cifras. 

Fotografía de la página web de Zilingo.
La página web de Zilingo. / Zilingo.

"Decidimos ir a por nuestro sueño"

La compañía nació con el objetivo de ayudar a pequeños comerciantes a vender a nuevos clientes y desde entonces se expandió hacia otras áreas. Las fundadores sacaron provecho del hecho de lidiar con miles de pequeños vendedores: se dieron cuenta de que muchos de ellos no tenían acceso a tecnología, dinero y economías de escala.

Por ello, desarrollaron softwares y otras herramientas para permitir a los vendedores tener acceso a las fábricas situadas desde Bangladesh a Vietnam y también ayudar con los envíos entre diferentes países. Asimismo, Zilingo trabajo con firmas financieras para proveer con mano de obra y materiales a los comerciantes que los necesiten para producir sus artículos. 

La startup les da a sus clientes listados con estas empresas consiguiendo una comisión que se sitúa entre el 10 y el 20 por ciento por cada pedido realizado.

El método funciona y desde su primera presencia en Tailandia y Cambodia en 2015, la empresa ha crecido hasta tener oficinas en ocho países con 400 empleados. "No éramos más que unas veinteañeras con nada más en mente que este sueño y decidimos ir a por él", resume Ankiti Bose. 

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