A partir del 1 de enero

El periodo cotizado para solicitar la jubilación anticipada sube tres meses

Cada vez resulta más difícil salir del mercado de trabajo. Desde hace más de una década, las condiciones y penalizaciones de todas las jubilaciones se han endurecido para salvar la hucha de las pensiones.

El periodo cotizado para solicitar la jubilación anticipada sube tres meses
El periodo cotizado para solicitar la jubilación anticipada sube tres meses
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Adelantar el momento de abandonar la vida laboral es una posibilidad que muchos trabajadores barajan durante los últimos años de su carrera. Sobre todo, en el caso de quienes han ejercido empleos que suponen un gran desgaste físico y requieren mucha energía. De hecho, incluso determinados convenios y estatutos contemplan la opción de adelantar la jubilación precisamente por estos riesgos. Los mineros, los bomberos o los trabajadores ferroviarios son algunos ejemplos de ello. En general, con el paso de los años, cada vez resulta más complejo salir de los enredos del mercado de trabajo. Desde hace más de una década, las condiciones para la jubilación anticipada, cuya edad mínima ya ha aumentado 13 meses, se han endurecido junto a los requisitos de la jubilación ordinaria con el fin de salvar la hucha de las pensiones. 

Así, para jubilarse anticipadamente de forma voluntaria en 2023 será necesario tener al menos una edad de 64 años y 4 meses en caso de contar con menos de 37 años y 9 meses de cotización. En cambio, será posible acceder a partir de los 63 años en caso de haber cotizado por encima de dicho periodo. En la misma línea, será posible acceder a la jubilación anticipada involuntaria, a partir de los 62 años y 4 meses si se cuentan con menos de 37 años y 9 meses de cotización. Crecimiento que no dejará de subir exponencialmente por lo menos hasta 2027, de acuerdo con lo establecido en la reforma de las pensiones de 2011

Por su parte, las prejubilaciones no experimentarán cambios significativos. Para empezar, porque, aunque se suele utilizar como sinónimo de las jubilaciones anticipadas, no son lo mismo. De hecho, no están reguladas por la Seguridad Social, sino que se trata de un acuerdo privado entre una empresa y un trabajador. Motivo por el que sus condiciones específicas dependen de la negociación que se produzca entre las partes.

¿Cuáles son las diferencias entre la jubilación anticipada y la prejubilación?

Lo único en lo que se parecen estas dos modalidades es en que ambas permiten salir antes del tiempo ordinario del mercado laboral. Pues, respecto a todo lo demás, no tienen nada en común. La principal diferencia entre las personas que acceden a una jubilación anticipada y los que se encuentran en situación de prejubilación es que estos últimos, a ojos de la ley, están desempleadas y no jubiladas. Mientras que las personas que han accedido a la jubilación anticipada son pensionistas porque esta es una modalidad regulada en la Seguridad Social. 

En la prejubilación el trabajador no tiene ni la edad legal ni el tiempo cotizado suficiente para jubilarse. Es la empresa la que le ofrece llegar a un acuerdo, le indemniza y este pasa a recibir el paro hasta alcanzar la edad legal para acceder a la jubilación ordinaria. Es decir, no influye en el dinero de la pensión ni conlleva una reducción de la mensualidad a partir de coeficientes reductores sobre la cuantía. Mientras que en cualquiera de las dos modalidades de la jubilación anticipada se produce una reducción de la mensualidad de la pensión. En la misma línea, para optar a la jubilación anticipada, las personas interesadas deben haber cotizado durante un número mínimo de años, si bien para la prejubilación no se fija un periodo.

Penalizaciones sobre las jubilaciones anticipadas

De acuerdo con lo ya expuesto, en 2023 el periodo requerido de cotización sube en tres meses y la edad de jubilación aumenta en dos meses. Como penalización por retirarse antes de la edad estándar, la Seguridad Social reduce el importe de su paga en función del número de meses en que se anticipe el retiro en base a unos coeficientes que se aplican mensualmente. Esta reducción también está determinada por el periodo de cotización que se acredite. Por su lado, los trabajadores senior desempleados, que acceden forzosamente a la jubilación anticipada, incapaces de reengancharse al mercado laboral después de un despido, también sufren sobre su pensión los coeficientes reductores, aunque son menos severos.

De esta manera, quien se jubile por su propio pie debe considerar que su pensión disminuirá el importe a percibir entre el 21% y el 3,26%, en función de si se adelanta entre 24 meses y un mes. Además, sólo se permitirá anticipar la edad de jubilación tras la realización previa de diversos estudios sobre siniestralidad en el sector, penosidad, peligrosidad y toxicidad de las condiciones del trabajo, su incidencia en los procesos de incapacidad laboral y los requerimientos físicos o psíquicos exigidos para continuar con el desarrollo de la actividad a partir de una determinada edad. Un conjunto de condiciones, requisitos y descuentos que tiene el claro objetivo de garantizar la sostenibilidad de las pensiones en un momento de crisis donde cada vez hay más pensionistas por cada número de trabajadores. La segunda reforma en fase de negociación entre el Ministerio de José Luis Escrivá, los sindicatos y la CEOE persigue este mismo fin: hacer frente al envejecimiento poblacional sin que los más mayores pierdan poder adquisitivo.

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