Antas, el pueblo con 400 pymes en el que es más fácil aburrirse que estar en paro

  • Apenas hay un 8% de desempleados, frente al 22,9% de la comunidad, y acoge numerosas compañías de frutas, transporte, talleres e ingeniería.
Antas
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En Antas, un municipio situado apenas a nueve kilómetros de la turística localidad de Vera, viven 3.159 personas, pero trabajan cada día alrededor de 6.000 en sus más de 400 empresas. La tasa de paro apenas supera el 8%, en unos niveles de desempleo desconocidos en Andalucía -con un 22,9%-, y al nivel del País Vasco, Navarra o la Rioja. En este pueblo agrícola, conocido por ser la cuna del olivar, se roza el pleno empleo, gracias a un importante entramado de pymes que apostaron por la localidad y que gracias a ello vive su particular ‘edad de oro’ .

"Aquí el que no trabaja es porque no quiere y quien está en paro es porque quiere", sentencia Antonio, encargado de Frutas Alper, "la empresa es de mi primo", dice, pero aquí la gente "solo viene a trabajar". Se puede decir que Antas "es toda ella una empresa", pero “hay poco más”, asegura.

De hecho, todos los antusos que han hablado estos días con La Información señalan que en su pueblo faltan "equipamientos, lugares de ocio" y, sobre todo, "vivienda". "Aquí viene a trabajar mucha gente de fuera a trabajar", explica Juana Soler, que junto a su marido regente la empresa ‘Mármoles Collado Antas’, con seis empleados, pero se tienen que ir a otros pueblos porque es muy difícil encontrar casa, "no hay". "Nos faltan muchas cosas", explica, "por no haber no hay ni polideportivo”, asegura, ya que lo más parecido son las pistas deportivas del Colegio Público de Infantil y Primaria 'El Argar'".

La percepción de Juana la ratifica, Adrien, el inmigrante rumano que llegó al pueblo a trabajar junto a su mujer y sus dos hijos hace unos años y que tuvo que buscar piso "en Vera". "Es un pueblo tranquilo y se vive bien, pero no hay lugares de ocio, ni un centro comercial, ni un cine, ni un Burger King… Aquí solo se viene a trabajar", asegura Enrique, el trabajador de Frutas Aloa. ¿Y el ocio? A Antas siempre le quedará su equipo de fútbol, el Koala Antas, que milita en la regional almeriense y que hace un par de años fue protagonista del programa televisivo de telerrealidad que presentaron Michael Robinson y Raúl Ruiz, Caos F.C.

Para lo demás, divertirse y hacer compras, ya está la localidad vecina de Vera, capital del levante almeriense y famosa por sus playas, "a Antas se viene a trabajar", dice con orgullo Juan Carretero, cuya familia regenta desde hace más de 60 años el establecimiento de hostelería más renombrado de la localidad, el hotel-restaurante Mi Casa. "Aquí no falta trabajo, se vive bien, pero tampoco sobra, todo se hace a base de mucho trabajar", explica Juan, "orgulloso de que Antas se conozca por ser el pueblo con más empresas de España" y cuyo establecimiento, al pie de la carretera nacional 340 y la autovía del Mediterráneo, es desde hace décadas un local de referencia en la gastronomía de la zona.

Por ambas arterias, la N340 y la E15 circulan todos los días cientos de camiones que salen de Antas, que se ha convertido en un gran centro logístico y en la puerta de salida a España y Europa para los productos de la huerta almeriense. "El motor de la economía del pueblo es la huerta y las empresas de transporte". TransInterCano, Pérez Casquet, Alonso y Valero, Trans Lacer, Trangesol… Empresas muchas de ellas con más de 300 camiones y 600 empleados que transportan las frutas y verduras de Frutas Alper, Frutas Alcoa, Aznar Fruits, Frutas Aloa… Pero Antas no solo es frutas y camiones. Habiendo tanto camión hay, lógicamente, numerosos talleres mecánicos.

Pero además, hay empresas que se dedican a la ingeniería para fabricar aerogeneradores, de maquinaria como Alyser de Maquinaria, de la piedra como 'Mármoles Collado Antas', de suelos de hormigón pulido como Durotec, empresa referencia en este tipo de materiales en España y Europa, bares repletos a la hora de comer alrededor de los dos polígonos industriales con excelentes menús del día a 10 euros, un brico centro, llamado López Fernández y conocido en la zona como ‘El Corte Inglés’ de la ferretería… Por haber, hay hasta un astillero, aunque el mar Mediterráneo se encuentre a 12 kilómetros, como Astilleros y Varaderos de La Garrucha, que cuenta con un centro de fabricación en Antas, y de donde el pasado 19 de octubre salía, orgulloso, el casco de un barco atunero de 33 metros de eslora.

En Antas hay trabajo, "todo el que quieras", insisten los antusos, y muchas empresas, pero no es el municipio almeriense con renta más alta, ya que se encuentra ‘en mitad de la tabla’, con una renta por habitante de 16.000 euros según las estadísticas oficiales, lo que indica unos sueldos medios netos de poco más de 1.300 euros. "Sueldos normales, para poder vivir sin que sobre, pero sin que falte, sin estrecheces, porque aquí la vida no es cara", explica un vecino del pueblo. Y es cierto, las escasísimas casas o pisos en alquiler residencial que hay en el pueblo no sobrepasan los 350 euros, pero su cercanía al mar y a las playas de Vera o Mojácar hace que en Antas empiecen también a proliferar los chalets vacacionales.

Y es que el pueblo también sufrió, aunque no de manera irreparable, el virus de la burbuja inmobiliaria y la crisis. A principios de siglo se llegaron a proyectar en el término municipal de Antas varios campos de golf y sus correspondientes urbanizaciones. Hubo hasta agricultores que arrancaron sus plantaciones de naranjos. Por allí andaba uno de los iconos de la crisis y la desmesura del ladrillo, Fadesa. Al final todo se fue al limbo. Pero Antas pasó de un paro del 5% en 2005, pleno empleo, a sufrir un 14% en 2012. El municipio superó el 14% de desempleo en 2012, pero sus bases productivas eran sólidas y Antas no había puesto todas sus fichas en la ruleta del ladrillo.

En Antas hay numerosas tiendas, "de todo tipo y no se oye que nadie tenga deudas en ellas", dice un lugareño, que insiste en que "tenemos la hipoteca, como todo el mundo, pero no hay deudas porque se nota que hay dinero". "Aquí el que compra paga porque hay dinero", dice Antonio, el encargado de Frutas Alper. Hay carnicerías, como la de Samuel, tiendas de ropa, como 'Todo Moda', especializada en ropa de mujer, o 'Luna', dedicada a lencería, corsetería y ropa de bebé, "porque aquí", otro indicativo en el que se nota la bonanza económica, "nacen muchos niños", dice un lugareño, ya jubilado, mientras se toma un café a media mañana en uno de los bares del centro del pueblo. "Y no hay más que ver la de niños que hay en el colegio"-en Antas también hay un Instituto de Enseñanza Secundaria-, sentencia.

Y hay… Tiendas de uniformes, monos y ropa de trabajo, por ejemplo 'Fénix Uniformes', como no podía ser de otra manera tratándose del pueblo del que se trata. El municipio de los 3.000 habitantes y los 6.000 trabajadores. Fenix Uniformes viste a muchos de esos trabajadores y uno de sus clientes, Juan Ortega, no duda en alabar a esta empresa resaltando unas características que quizás aclaren el por qué Antas tiene tantas empresas: "responsabilidad y profesionalidad". 

Mientras, en el ayuntamiento, gobernado por el PP, y en la Diputación trabajan para solucionar esa falta de equipamientos del que se quejan los vecinos. En junio de inauguró el flamante nuevo centro sanitario –aunque los vecinos se quejan de que en verano no hubo celador al no ser sustituida la auxiliar administrativa que se encontraba de vacaciones-, que cuenta con 493 metros cuadrados frente a los 120 del anterior y siete salas de consulta y enfermería para los 3.150 vecinos. Además, la Diputación Provincial de Almería, en terrenos cedidos por el ayuntamiento, acaba de aprobar la licitación de un gran espacio polivalente cultural-deportivo, con un presupuesto de 770.000 euros, en terrenos del ayuntamiento, y que la alcaldesa, Isabel Belmonte, considera "fundamental para el futuro" de la localidad porque absorberá "toda la vida cultural y deportiva del pueblo"”.

Pero ¿por qué Antas, más que un pueblo, es una pyme? "Se puede decir que Antas es una industria que genera Casi 6.000 puestos de trabajo" y todos los antusos consultados, desde los trabajadores de la empresa de frutas a los dueños de la fábrica de mármoles, pasando por los hosteleros, coinciden: "Todo empezó con las naranjas, las hortalizas…Y los camiones". Y las desaladoras y los trasvases que llevaron agua a la zona más seca de España. Eso sí, cine no hay. Ni burger. Ni centros comerciales. Antas es otra cosa. Entre otras, uno de los pocos pueblos de la España rural donde no se ha producido el éxodo de la población. Sobre todo de los jóvenes. Antas contaba con 2.659 habitantes en 1996 y ahora tiene 3.159. Lógico: hay trabajo.

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