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La aportación del trabajador al sistema de las pensiones cae un 4% al cumplir los 60

BASES COTIZACIÓN
BASES COTIZACIÓN

Los sueldos de los trabajadores tienden a aumentar a medida que acumulan años de carrera laboral. Es decir, la nómina va creciendo con la edad. Al menos, esa es la percepción general por la cual las aportaciones a la Seguridad Social deberían ser mayores cuanto más se aproxima la fecha de la jubilación. Pero la realidad es que llega un momento en la vida del trabajador en que su base de cotización mengua. Y ese punto de inflexión coincide con los 60 años. Si entre los 55 y los 59 años las bases medias de cotización alcanzan los 2.112 euros mensuales, a partir de esa edad se desploman un 4%, hasta los 2.021 euros que suman de media los cotizantes de entre 60 y 64 años. 

Son datos de la 'Estadística de bases medias de cotización del régimen general' correspondiente al mes de septiembre de 2019. Es la última entrega disponible de una iniciativa relativamente nueva que lanzó a finales del año pasado el Ministerio de Trabajo y que ahora retoma el departamento de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones que dirige José Luis Escrivá. Se trata de una base de datos que analiza al detalle las bases medias de cotización del Régimen General en el que están inscritos más de 15 millones de trabajadores por cuenta ajena y que permite conocer cuánto aportan los trabajadores al sistema de las pensiones y cuál es el perfil del cotizante, segregado por sexo, edad, tipo de contrato...

Una de las principales conclusiones que arroja esta estadística es que la cotización se reduce tras cumplir los 60. En contra de lo que se pueda esperar, las bases medias empiezan a disminuir cuando el trabajador alcanza esa edad. Esto se produce por la expulsión de los trabajadores sénior del mercado laboral que se está desarrollando por varias vías: están quienes pierden su trabajo y pasan varios años en el desempleo hasta que se jubilan de manera anticipada; los que cotizan individualmente a la Seguridad Social mediante convenios especiales; los que acaban aceptando empleos en peores condiciones de las que disfrutaban en su puesto anterior; y los que optan por la jubilación parcial (una opción, por cierto, animada por el propio Gobierno).

Hay que tener en cuenta que esta estadística excluye los sistemas especiales Agrario y de Empleados del Hogar y que además se centra en las cotizaciones por contingencias comunes, que son las que financian las pensiones y las que se utilizan para calcular su cuantía. Lo que hace es hallar la base media dividiendo el importe total de las bases de cotización entre el número de cotizantes. Sobre estas bases se aplica un porcentaje del 28,3% (23,6% a cargo de la empresa y 4,7% a cargo del trabajador) y el resultado es lo que se aporta al sistema, de manera que cuanto mayor sea la base de cotización más generosa es la aportación del trabajador y, por tanto, la prestación generada. 

Según los datos difundidos por el Ministerio, la base media de cotización alcanzó en septiembre de 2019 los 1.832 euros mensuales, un 4% más que un año antes, cuando se situaba en 1.762 euros. De esa cantidad, más de 500 euros van a parar a la Seguridad Social (512,96€ exactamente). Pero las bases medias de las mujeres son sensiblemente más bajas (1.663 euros) que las de los hombres (1.985 euros), lo que pone de manifiesto una brecha de 322 euros. Cabe destacar que en dicho mes había en el Régimen General 7.979.709 cotizantes varones y 7.229.996 mujeres.

También existe una diferencia notable en las bases medias de los cotizantes con contrato indefinido y los que tienen contratos temporales respecto a la media general. Mientras que para los fijos se sitúa 195 euros por encima de la base (2.027 euros), para los eventuales está 446 euros por debajo (1.386 euros). Ademas, la diferencia en las bases de cotización por contingencias comunes entre hombres y mujeres según el tipo de contrato es también favorable a los varones. En los contratos indefinidos supera los 461 euros, no tanto en los temporales que, a pesar de ser más alta en los hombres que en las mujeres, la diferencia no llega a 100 euros.

Asimismo, hay una diferencia importante en la base media de cotización entre las distintas actividades económicas, que llega a superar los 2.000 euros entre la actividad con la base más alta (Suministro de energía, con 3.418 euros) y la más baja (Hostelería, con apenas 1.160 euros). Y de nuevo, en todas las actividades la base media de las mujeres es inferior a la de los hombres, sobre todo en las clasificadas como Actividades de los hogares como empleadores de personal, Actividades financieras y de seguros, Actividades profesionales, científicas y técnicas, y en Actividades sanitarias y de servicios sociales.

Y por último, la estadística revela grandes brechas en el mapa, con la zona norte del país como la que más aporta –y más percibe– al sistema público de las pensiones. En concreto, las provincias vascas Álava, Guipúzcoa y Vizcaya encabezan el 'ranking' con bases medias de cotización de 2.248 euros, 2.231 euros y 2.199 euros, respectivamente. Por la parte baja del listado, al contrario, se encuentran Badajoz (1.525 euros), Cáceres (1.536 euros) o Almería (1.547 euros).  

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