Argentina ofrece otro canje de deuda para cerrar la disputa con acreedores

  • Argentina ofreció hoy un nuevo canje de deuda para cerrar la disputa que mantiene en los tribunales de Nueva York hace más de una década con los acreedores que rechazaron las dos reestructuraciones propuestas tras su suspensión de pagos de 2001.

Nueva York, 27 feb.- Argentina ofreció hoy un nuevo canje de deuda para cerrar la disputa que mantiene en los tribunales de Nueva York hace más de una década con los acreedores que rechazaron las dos reestructuraciones propuestas tras su suspensión de pagos de 2001.

"La fórmula (de pago) que planteamos, que creemos que es la única que verdaderamente ofrece un trato igualitario, es que se tomen como referencia los bonos reestructurados", dijo el abogado que representa al país, Jonathan Blackman, durante una audiencia clave para el proceso en el Tribunal de Apelaciones del Segundo Circuito.

En la abarrotada sala, que no pudo albergar a todos los periodistas, abogados e interesados que acudieron a la vista, se encontraban el vicepresidente argentino, Amado Boudou, y el ministro de Economía del país, Hernán Lorenzino, que viajaron a Nueva York para ultimar la estrategia legal de los argumentos presentados hoy.

Blackman aseguró que sus clientes tratarían de cambiar la legislación vigente en el país, que impide ofrecer un nuevo canje de deuda a los tenedores de bonos que no se adhirieron a las reestructuraciones de 2005 y 2010, que suponían unas quitas de más del 70 % sobre los montos originales.

Esos trueques fueron aceptados por más del 90 % de los tenedores de deuda argentina, pero quienes los rechazaron decidieron presentar en Nueva York una demanda liderada por el fondo NML, propiedad de Elliot Management (del millonario financiero Paul Singer), con el fin de recuperar el 100 % de lo invertido originalmente.

El abogado de NML, Ted Olson, recordó ante ese tribunal que la presidenta argentina, Cristina Fernández, afirmó en noviembre pasado que su país no pagaría "ni un dólar" a esos fondos de alto riesgo, los llamados "fondos buitres", por lo que puso en duda la veracidad de la oferta de un nuevo canje.

"A veces los políticos dicen cosas y luego cambian de opinión", respondió la juez Rosemary Pooler (designada para ese puesto por el entonces presidente Bill Clinton), quien presidió la audiencia junto a Barrington Parker y Reena Raggi, ambos nombrados por el presidente George W. Bush.

En todo caso, el abogado de Argentina reiteró que el país se niega a pagar la totalidad del monto original de su deuda tal y como reclaman los demandantes, entre quienes también se encuentran el fondo Aurelius y una serie de inversionistas individuales entre los que se encuentra una decena de pensionistas argentinos.

"No obedeceríamos de forma voluntaria una orden en ese sentido", recalcó el letrado ante el Tribunal de Apelaciones.

Esa corte ratificó en octubre pasado el fallo del juez federal de primera instancia Thomas Griesa, quien decidió que Argentina debía pagar también a los acreedores que se negaron a participar en las reestructuraciones de deuda de 2005 y 2010, y no solamente a aquellos que sí accedieron al canje.

Griesa estipuló que Argentina no podría pagar a los acreedores que aceptaron el canje a no ser que pagase también los 1.330 millones que reclaman los demandantes, y además determinó que los agentes de pago implicados en el proceso, en concreto Bank of New York Mellon, serían sancionados si realizaba las transacciones.

Pero el tribunal de apelaciones decidió dejar en suspenso ese fallo y fijó la audiencia de hoy para escuchar los argumentos de todas las partes y emitir después una decisión que podría ser la última palabra sobre esta batalla judicial que ha durado más de una década.

La decisión no se espera hasta dentro de semanas o probablemente meses y, de no ser favorable para Argentina, el país podría intentar recurrir al Tribunal Supremo de EEUU, aunque diferentes analistas han asegurado que es muy poco probable que el caso llegue hasta la máxima corte de este país.

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