Argentino participó en primera versión del mapa genético de la roya amarilla

  • El argentino Jorge Dubcovsky, integrante del equipo de científicos que ha completado la primera versión del mapa genético de la roya amarilla, una plaga del trigo, dijo hoy a Efe que para luchar bien "se debe conocer al enemigo".

San Diego, 20 sep.- El argentino Jorge Dubcovsky, integrante del equipo de científicos que ha completado la primera versión del mapa genético de la roya amarilla, una plaga del trigo, dijo hoy a Efe que para luchar bien "se debe conocer al enemigo".

Dubcovsky, de la Universidad de California Davis, defendió la utilidad de estudios como el realizado por él y otros científicos de universidades y fundaciones estadounidenses, publicado en el último número de la revista académica Public Library of Science, porque ayudan a desarrollar fungicidas y técnicas de resistencia.

"Se debe conocer al enemigo a fin de luchar contra él", dijo.

Cerca del 20 por ciento de todas las calorías consumidas a nivel global procede de alimentos derivados del trigo, lo que hace que esta investigación ofrezca gran potencial para remediar las deficiencias nutricionales de millones de personas, subrayó.

Dubcovsky destacó, además, que la información del estudio es de acceso gratuito para todo el mundo, con el fin de fomentar el control de las cosechas por parte de los propios cultivadores.

"Me interesa que el trabajo que hacemos esté en el dominio público, para alcanzar la seguridad alimenticia en los cultivos principales que determinan la alimentación humana, como el arroz y el trigo, mejorando el acceso para evitar que unos pocos puedan controlar todo el mercado", dijo Dubcovsky.

La roya amarilla es uno de las plagas más devastadoras, ya que en el año 2000 sufrió mutaciones que le permitieron sobrevivir a temperaturas más altas y producir más esporas, señaló.

"En California perdimos en 2003 el 23 por ciento de la cosecha por esta plaga, que se ha expandido también a Europa y otras partes del mundo, como África", dijo el científico argentino.

Parte del trabajo del equipo ha consistido en la identificación y reimplantación de genes perdidos tras siglos de cultivo del trigo. El objetivo es mejorar el valor proteínico, de zinc y hierro de la planta, para hacerla más nutritiva.

Dubcovsky recibió el pasado 14 de septiembre el Premio Honorífico de la Secretaría del Departamento de Agricultura de EE.UU., que reconoce liderazgo excepcional en la ciencia, política pública, y administración.

"Soy un hijo de los setentas. Nuestra generación vino marcada por una conciencia social más fuerte que las nuevas generaciones", señaló Dubcovsky, quien antes de obtener su doctorado por la Universidad de Buenos Aires en Ciencias Biológicas trabajó nueve años como maestro de escuela primaria.

"Cuando era maestro me interesaba la ciencia matemática, las ciencias para maestros y ahí decidí ir a la universidad para mejorar mis conocimientos científicos", indicó.

Una beca de postdoctorado le permitió unirse a la Universidad de California Davis, donde trabajó en el entonces naciente campo de estudio de los marcadores moleculares.

Dubcovsky trató de regresar a Argentina a mediados de los años 90, pero no logró obtener plaza en los concursos, según dice porque el sistema académico es muy cerrado y hay corrupción y falta de conocimiento científico, por lo que regresó a EE.UU.

Su trabajo como mentor de estudiantes argentinos y de otros países latinoamericanos es una de sus prioridades.

"Es más abierto aquí, aunque también es difícil conseguir una posición permanente en universidades de EE.UU. Ahora, en el sector privado, hay mucha necesidad de gente que se especialice en trabajo en la mejora de cultivos, quienes reclutan están desesperados y hay mucha demanda", subrayó Dubcovsky.

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