En el segundo trimestre

Los arquitectos dibujan un parón en la obra nueva de 2023 por la incertidumbre

Los efectos de la guerra, del alza de precios de los materiales y su escasez, del encarecimiento del crédito y de la incertidumbre provocan una caída de la actividad de abril a junio por segundo trimestre consecutivo.

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Los arquitectos constatan el parón en la construcción tras recuperarse del covid
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Los arquitectos han empeorado sus perspectivas en relación al comportamiento de la obra nueva el año que viene y dibujan un panorama de actividad muy contenida en el caso de la rehabilitación de viviendas. Los efectos de la guerra en Ucrania y de la incertidumbre económica son evidentes en el sector y reflejan un parón en la actividad entre abril y junio, por segundo trimestre consecutivo. En ese periodo, la superficie visada para ambas modalidades se redujo un 0,5%, de acuerdo con los datos que maneja el Consejo Superior de Colegios de Arquitectos de España (Cscae). El temor de los profesionales es que ante una coyuntura plagada de nubarrones no se movilicen las ayudas directas a los propietarios y la promoción de obras con cargo a los fondos europeos Next Generation.

En el caso de la vivienda nueva, si bien el número de inmuebles visados es casi un 10% superior en el tercer trimestre al del mismo periodo justo antes de la pandemia de covid, los arquitectos constatan que en relación al trimestre previo registran una caída del 4,1%. El hecho de que los datos fuesen positivos en el arranque del año permite que el número de viviendas nuevas visadas aumente un 2,1% en el acumulado si se compara con el ejercicio previo, que estuvo marcado aún por las restricciones sanitarias. 

En el tercer trimestre se produce además un fuerte retroceso de las viviendas visadas para rehabilitación, del 12,7%. Las estadísticas que ofrece el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana ya habían revelado previamente que los visados de obra nueva para uso residencial registraron en agosto su mínimo en dos años. Se trata de uno de los principales indicadores para conocer la evolución de la actividad constructora. Otro de los más destacados es el consumo de cemento, que en septiembre encadena ya cinco meses a la baja en España. 

Los productores sitúan el consumo de este material ligeramente por encima del millón de toneladas en septiembre, 44.150 menos que en el mismo mes del año pasado y una cantidad que también es inferior a las cifras registradas en septiembre de 2020. El encarecimiento de los proyectos de construcción y el gran número de licitaciones desiertas debido a la elevada inflación, ha provocado que las empresas renuncien a muchos contratos y se paralicen proyectos. Con ello, se ha visto afectada también la producción de hormigón. Todo lo anterior se añade a un contexto de subida de los tipos oficiales por parte del Banco Central Europeo para atajar la elevada de inflación, alzas que se traducen en costes de financiación más elevados para las empresas del sector y para las familias que pretendan adquirir una vivienda. 

Una coyuntura incierta

La economía española se estancó en el tercer trimestre, con un modesto crecimiento del 0,2%, según el avance publicado recientemente por el Instituto Nacional de Estadística (INE). El Banco de España ha advertido de que al enfriamiento del consumo se ha sumado a la pérdida de dinamismo de la inversión en vivienda entre julio y septiembre. La entidad que capitanea Pablo Hernández de Cos incidía en que ese frenazo en la inversión en construcción puede prolongarse lo que resta de 2022 y a lo largo de los primeros trimestres del año próximo.

El panorama que describen desde BBVA Research apunta a una ligera contracción en la venta de viviendas en 2023 -que no impedirá sin embargo que el nivel de transacciones siga siendo elevado-. En su Observatorio Inmobiliario del segundo semestre prevén además que la iniciación de nuevas promociones se estanque y que el precio baje en torno a un 2,4%. El informe señala que, si bien el coste de algunos materiales de construcción ha comenzado a reducirse respecto al máximo del primer semestre, buena parte de ellos permanece en niveles relativamente elevados. 

A medida que se vayan reduciendo los cuellos de botella y el coste del transporte, el abaratamiento de las materias primas esenciales para el sector se irá consolidando. Loas expertos de la entidad señalan también otro de los problemas que viene afectando al sector desde hace tiempo, la escasez de mano de obra especializada (que se refleja en los datos de salarios pactados en convenios).

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