Asaja asegura que la distribución crea empleo a costa del agricultor

  • El presidente de la Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (Asaja), Pedro Barato, asegura que cuando se habla de "forma descarada" de los miles de puestos de trabajo que crea determinada distribución, hay que preguntar "cuántos están destruyendo y cuántas explotaciones agrarias están desapareciendo".

Madrid, 10 jun.- El presidente de la Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (Asaja), Pedro Barato, asegura que cuando se habla de "forma descarada" de los miles de puestos de trabajo que crea determinada distribución, hay que preguntar "cuántos están destruyendo y cuántas explotaciones agrarias están desapareciendo".

En una entrevista concedida a Efe, Barato, quien también es vocal de la CEOE y presidente de la Confederación Española de Autónomos, afirma que el sector agrario necesita que se deje de abusar de forma sistemática de la cadena de valor para que los precios percibidos por los productores sean rentables y normales y los agricultores y ganaderos también puedan vivir de su negocio.

Cuestiona, por tanto, la solidaridad que "predican algunos" y plantea "por qué cuando hay un cultivo en crisis, como este año la cebolla, se ha introducido a mansalva producto de otros países".

A su juicio, en la actualidad, el sector agrario está practicando una economía de guerra y arrastra una crisis estructural en la que han desaparecido activos y pequeñas explotaciones; "esto se llevaría mejor si el campo tuviera las inversiones que necesita".

Si el campo está demostrando cómo en época de bonanza y de crisis se mantiene, "¿por qué no hacerlo más competitivo"?, se pregunta el máximo responsable de Asaja, la principal organización agraria del país con una representatividad del 48 % del campo español.

Cuando además -considera Barato- los agricultores y ganaderos realizan una actividad que colabora con la conservación del medioambiente; "nosotros somos los que hacemos y mantenemos mientras que otros destruyen", y si "quien contamina paga, quien descontamina debe cobrar".

En relación a la ley de la cadena agroalimentaria que perfila el Gobierno, Barato reclama legislaciones que se cumplan y que si está establecido que el producto perecedero hay que pagarlo a 30 días, no se abone como hasta ahora a 80 y 90 días de media.

"A veces no hacen falta más leyes, sino cumplir las que tenemos".

"No entendemos por qué caprichos de los agentes económicos la leche baja en primavera; nadie entiende que se banalice el aceite y tengamos el precio de hace 20 años", añade.

En su opinión, aunque la agricultura vive una crisis prolongada, el autoempleo "es capaz de inventar muchas cosas para sobrevivir" y, de hecho, en muchas zonas rurales el sector agrario es el único empleo que existe; si no fuera así muchos no podrían vivir".

Además, con la crisis han regresado a esta actividad muchos de los que se fueron a trabajar a ámbitos como la construcción y, como señala, en "la última campaña de vendimia había un 30 % de mano de obra nacional que antes, en 2011, no existía".

"Siempre hemos mimado a la mano de obra extranjera porque han ocupado puestos de trabajo que otros no querían tener", explica.

Ahora, con las reformas puestas en marcha por el Gobierno, Barato cree que el sector, que da trabajo a un millón de personas, se puede beneficiar de medidas como la de la movilidad de la ordenación de la jornada laboral, la que permite que muchos autónomos cuenten con exenciones fiscales en la contratación de jóvenes y la de acceso a subvenciones.

Plantea que si la subida del IVA anunciada se lleva a cabo "se aplique ese incremento en la misma proporción a la ganadería (hoy del 8,5 %) y a la agricultura (10 %)".

En relación al fuerte recorte que ha sufrido la partida de desarrollo rural en los Presupuestos Generales del Estado, apunta que es época de aplicar bien los recursos y que no hay espacio para el ocio, y que sus fondos deben ir por y para los agricultores y ganaderos en primer lugar.

Defiende que hay que trabajar por mantener y, si se es posible incrementar, el presupuesto para la Política Agraria Común y que el trabajo de Asaja se centra en consolidar las perspectivas financieras para España.

En cuanto al Plan de Pago a Proveedores aprobado por el Gobierno, Barato valora la medida y afirma que en el sector hay facturas por pagar desde hace 5 y 7 años, que es importante que se abonen y que si los pagos acordados no llegan a todos, "que se produzca una repesca".

Por otra parte, reclama que la agricultura no sea la moneda de cambio en la Unión Europea cuando hay que hacer acuerdos con otros países, "no puede ser que se realicen a costa del sector a cambio de nada y sí con beneficios para otros".

La exportación es para Barato uno de los nichos de rentabilidad, pero "cuando el mercado interno fija el precio, las cuentas no salen".

En este sentido, aboga por que la Comisión Nacional de la Competencia cambie las reglas, "la interpretación que hace es errónea, ya que cuando nosotros hablamos de organizarnos no es pactar precios".

Sobre la gestión del ministro de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Miguel Arias Cañete, opina que está haciendo algo importante en tiempos de crisis, que es "poner a la agricultura de moda", en el sitio adecuado para que la sociedad entienda qué hacen los agricultores.

Asegura que cuando un ministro tiene peso en el Gobierno es mucho más fácil conseguir determinadas cosas, y que en este caso, desde su punto de vista, Arias Cañete "tiene un peso muy importante".

En épocas de muchos problemas "o tienes peso o te dicen espera a mañana, y en determinadas cosas al ministro no le han dejado para mañana, lo están solventando", añade.

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