Asuncenos inundan zonas comerciales en busca de las gangas del "Black Friday"

Asunción, 30 ago.- Miles de personas tomaron hoy el centro y otras zonas comerciales de Asunción en busca de las ofertas especiales del llamado "Black Friday", sobre todo de productos informáticos y electrónicos.

Con la referencia del éxito cosechado el año pasado en Ciudad del Este, donde acudieron hasta 700.000 personas y se vendieron productos por valor de 200 millones de dólares, un millar de comerciantes asuncenos y del área metropolitana capitalina abrieron hoy sus puertas con descuentos de hasta el 70 %.

La gente abarrotó hoy la calle Palma, la más concurrida del centro capitalino, convertida en peatonal para este día, que copó un trayecto de más de cinco cuadras, donde también artesanos, supermercados, restaurantes y operadores de transporte se sumaron al día de las grandes ofertas.

Las rebajas variaron desde el 20 % hasta el 70 % en distintos rubros como informática, bazar, electrónica, ropas calzados, muebles, electrodomésticos, perfumería, automotores, servicios de belleza, y salud, entre otros.

El bullicio habitual de los vehículos del centro de Asunción dejó paso a los altavoces que anuncian ofertas, los gritos de los vendedores ambulantes y de los adolescentes que aprovecharon para comprar tecnología y ropa a precios más ajustados de lo normal.

En el centro, las tiendas de electrodomésticos fueron las que más atención del público consiguieron aparentemente, así como las dedicadas a la ropa.

Evelín de 24 años, encargada de una tienda pantalones, dijo a Efe que el día les "fue muy bien" y que hubo más movimiento de lo habitual ya desde temprano "cuando el centro es tan tranquilo normalmente".

Para algunos el trasiego de gente no supuso más ventas, como para Ruben, miembro de la comunidad indígena Macá, situada a las afueras de Asunción, y que vende artesanías típicas de su pueblo, y quien declaró a Efe que el "Black Friday" no le está ayudando a vender más.

"Hasta que no vienen los turistas no se vende nada", añadió el artesano.

Silvio Fernández, paraguayo de 23 años y quien lleva siete vendiendo adornos artesanos en el mismo lugar del centro asunceno, dijo a Efe que "el año pasado estuvo mejor" porque ahora "la gente está muy dura" y no compran tanto.