Elevada incertidumbre

La energía y el coste financiero ahogan a los autónomos en la recta final de año

Los datos de afiliaciones a la Seguridad Social del mes de agosto que se conocieron el pasado viernes revelan que en los ocho primeros meses del año se han perdido un total de 13.510 autónomos en España.

Billetes de euro.
Billetes de euro.
Imagen de Freepik.

Los datos de afiliaciones a la Seguridad Social que se conocieron el pasado viernes revelan que enero y agosto se han perdido un total de 13.510 autónomos en España. A excepción del año de la pandemia, hay que remontarse hasta 2012 -un ejercicio en el que el PIB retrocedió un 2,9%- para observar una pérdida neta de trabajadores por cuenta propia en los ocho primeros meses del año. La subida de los precios energéticos y de la inflación, agravadas por la guerra en Ucrania, están haciendo mella en un colectivo que cuenta con menos músculo para sortear una coyuntura incierta. Más aún cuando este contexto se ha solapado prácticamente con la crisis de la Covid. 

La factura energética y los costes de financiación, que empiezan a subir coincidiendo con el alza de tipos por parte del Banco Central Europeo (BCE), hacen más empinada la cuesta para los más de 3,3 millones de trabajadores que integran este colectivo de cara al tramo final del año. Esa incertidumbre ha provocado que muchos contratos no se renueven. "El aumento de los precios, de los costes, el encarecimiento de los carburantes y de la energía, el frenazo del consumo están provocando que muchos autónomos estén trabajando a pérdidas cada día que levantan la persiana, lamenta Lorenzo Amor, presidente de la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos (ATA) y vicepresidente de la patronal CEOE en una conversación con este diario.

Los autónomos se quejan de que en las últimas facturas de la luz la compensación a las gasistas por la conocida como 'excepción ibérica' (Real Decreto 10/2022) ha supuesto que muchos de sus asociados estén pagando más por ese concepto que por el propio consumo de energía. "En muchos casos se ha duplicado y triplicado la factura", incide Amor. Y esto sucede cuando una parte de la industria europea y español se está viendo obligada a parar ante la imposibilidad de asumir los costes energéticos o por la falta de componentes y materias primas clave, lo que también repercute de forma negativa en el negocio de los trabajadores por cuenta propia. "Vemos que la energía no tiene visos de ser más barata los próximos meses, por lo que difícilmente podremos asumir pérdidas por mucho más tiempo", añade. A quienes levantan cada mañana la persiana de su negocio o cogen el coche o la moto para iniciar su jornada no solo les preocupan las facturas energéticas.

El precio medio de los carburantes puso fin la pasada semana a su tendencia bajista de los dos últimos meses, que había supuesto un pequeño alivio para los conductores a lo largo de este verano. De hecho, han llegado a encarecerse más del 3,6%, según los datos que recoge el Boletín Petrolero de la Unión Europea. Eduardo Abad, presidente de la Unión Profesional de Trabajadores Autónomos (UPTA), recuerda que los gobiernos autonómicos "no han movido ni un solo dedo" en este sentido para apoyar al colectivo de autónomos que necesita su vehículo para trabajar. Y esto, pese a que a sus territorios va a parar el 65% de lo que se recauda por el impuesto de Hidrocarburos. "Algo tan sencillo como que pusiesen 20 céntimos sobre la mesa para completar la subvención del Gobierno central. Se lo solicitamos a todas y ninguna nos ha contestado", explica a 'La Información'.  

Desde su punto de vista, una medida de este tipo sería mucho más útil que anunciar una tarifa plana adicional para el colectivo como han hecho Madrid o Andalucía. "Con la entrada en vigor del nuevo sistema de cotización no tiene ningún sentido. ¿Quieren autónomos cotizando a tarifa cero?, se pregunta Eduardo Abad". A partir del 1 de enero de 2023, con el nuevo sistema que permite a los autónomos cotizar en función de sus ingresos reales, la tarifa plana para autónomos pasará a ser de 80 euros durante los 12 primeros meses de actividad, independientemente de sus ingresos. En los siguientes 12 meses el autónomo podrá seguir pagando esa misma cuota mensual siempre que sus ingresos netos se encuentren por debajo del Salario Mínimo Interprofesional (SMI).

Y a todo lo anterior se suma el efecto que la subida de los tipos de interés que está llevando a cabo el BCE para atajar la inflación va a tener sobre los costes financieros, cuando además el consumo empieza a frenarse en determinados sectores. El emisor se reúne el próximo jueves y es muy probable que dé otro paso al frente en su hoja de ruta hacia la normalización monetaria. Desde UPTA recuerdan que el trabajador autónomo ya está sobreendeudado desde la crisis de la Covid. "Estamos al límite", alertan. Sin embargo, explica también cómo la banca ha ido ha ido recortando al máximo las líneas de crédito que se concedían, por ejemplo, al pequeño comercio para pagar a sus proveedores y adquirir las mercancías. Y en el caso de las que permanecen 'vivas' las entidades las están reconvirtiendo en préstamos (que se devolvían cada mes y no de forma anual).

El debate sobre el salario mínimo 

Por último, Lorenzo Amor incide en que autónomos y empresas son la solución y no el problema, por lo que es momento de apoyarlos. Lo apunta cuando la vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, ha vuelto a pedir a los representantes de la patronal que se sienten con los sindicatos para determinar la recomendación de subida salarial para los próximos años en el ámbito de la negociación colectiva, después de que el pasado mes de mayo ambas partes no lograsen cerrar un acuerdo. "La situación macroeconómica es tal, que vamos a tener un otoño caliente. No puedo entender que a los empresarios les cueste tanto subir el SMI", zanja Abad.

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