Decepcionados con Escrivá

Autónomos con cotización mínima: "Si no fuese por la reducida, debería cerrar"

El nuevo acuerdo entre el ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones y los agentes sociales ha resultado decepcionante para muchos autónomos que ven destinado un 30% de sus beneficios a la cuota.

Escritorio, portatil y taza de café
Autónomos en el tramo mínimo: "Si no fuese por la reducida tendría que cerrar". 
Pixabay

José Luís Escrivá ha celebrado a ‘bombo y platillo’ el acuerdo con los agentes sociales que fija nuevos tramos de cotización para autónomos, este reduce la cuota mínima y eleva la máxima. Sin embargo, ha resultado decepcionante para muchos autónomos, en especial para los que se encuentran en el tramo inferior, ya que no ha disipado el gran esfuerzo que deben llevar a cabo cada mes para seguir dados de alta y supone un 30% de sus beneficios netos. Los autónomos con los que ha podido hablar La Información denuncian la falta de proporcionalidad en estos tramos en los que una persona que obtiene 600€ debe pagar 200€, mientras que aquel que obtiene 6.000€ aporta algo más de 500€.

Es el caso de Silvia, nutricionista que realiza consultas y formación ‘online’, tenía expectativas de que este nuevo acuerdo iba a mejorar la situación de los autónomos, en especial la de aquellos cuya facturación no alcanza el salario mínimo, que la cuota pasase a ser mínima o que se mantuviese la tarifa plana más tiempo, pero no ha sido así. “No entiendo el acuerdo, veo cómo actúan en otros países respecto a los autónomos y no entiendo que aquí nos pongan tantas trabas, que tengamos que pagar ese dineral cuando no lo ganamos. Entiendo que las personas que facturen mucho, pueden llegar a pagarlo, pero a nosotros no nos llega, la verdad”, reprocha.

Silvia decidió darse de alta en octubre, nada más poner en marcha su consulta, para evitarse posibles futuros problemas con Hacienda, por lo que sigue teniendo que abonar solo la tarifa reducida, que ha conseguido ampliar un año más por tener la sede en el medio rural de Navarra. “Si no fuera por esta tarifa no podría seguir adelante, facturo poco, hay meses que facturo más y otros que menos, pero entre la tarifa, el pago a la gestoría y demás gastos se me va un porcentaje importante, creo que tendría que cerrar”- asegura. María se encuentra en una situación parecida, tiene una tienda virtual en la que pone a la venta productos artesanales que realiza con resina y es autónoma desde el mes de enero. “Supuestamente, si no llegas al salario mínimo no estás obligado a darte de alta, pero si hay habitualidad en los pagos sí”, por lo que lleva desde el mes de enero aportando la cuota mínima.

“En las trimestrales más justas, si tuviese que pagar 200 no podría ser autónoma, no sería viable”

Sin embargo, esto no cambia que los ingresos de su negocio fluctúen cada mes. María reconoce que al tratarse de un producto artesanal, la demanda en función del momento del año cambia mucho y este verano no espera tener grandes ingresos porque la mayoría opta por destinar ese dinero a viajar o salir fuera de casa. “En las trimestrales más justas, si tuviese que pagar 200 no podría ser autónoma, no sería viable”. Esto es precisamente lo que le ocurre a S.M., que quiere preservar su nombre por motivos de privacidad, es dibujante de cómic freelance desde hace ocho años y ha solicitado la baja a partir del 31 de julio porque al no tener clientes asegurados para el mes que viene y no contar desde hace años con la cuota mínima, no cree que vaya a poder hacer frente a todos los gastos asociados a su trabajo, incluida la cuota. 

“Lo que está fomentando el Estado es que los pequeños empresarios acaben cobrando en negro, que haya economía sumergida, porque después no tenemos derechos como el paro y la pensión es mínima”, señala la ilustradora. "El Estado tiene una cuenta pendiente con nosotros, nuestra situación no mejora a pesar de las promesas de que va a hacerlo". Además, esta situación se ha visto agravada por la pandemia en muchos casos. "Al principio no tenía problemas para encontrar trabajo, pero los últimos meses están siendo muy difíciles, no conseguimos remontar tras la Covid", confiesa. Por desgracia, David también ha notado el impacto de los más de dos años de pandemia, como fotógrafo ha visto reducir el número de encargos de reportajes profesionales para eventos en una profesión ya de por sí mal pagada. "Tuve que dejar de ser autónomo desde el confinamiento por no poder afrontar el coste de estar dado de alta, solo es viable si tienes una facturación muy alta y en mi sector, en una ciudad pequeña, eso no ocurre". 

Según los datos de la Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos (UPTA) un total de 1.397.464 personas se encuentran en el tramo mínimo de cotización, que hasta esta reforma tenían una cuota media mensual de 307 euros. No obstante, la mejora parece insuficiente cuando los beneficios de uno de cada tres meses se destinan directamente al pago de esta cuota. Tanto Silvia como S.M. señalan que para ellas es vital contar con otra persona en casa que pueda hacer frente a los recibos cuando sus beneficios no se lo permiten, hasta tal punto que les parece imposible que un autónomo en sus condiciones pueda elegir vivir solo. La reforma, que ha sido calificada de "histórica" parece no haber contentado a ninguno de estos emprendedores, que casi han perdido la esperanza de que alguna vez se les escuche. 

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