320 millones ya gastados

Ayuso resucita el tren de Navalcarnero y que lo pague el Gobierno con fondos UE

La Comunidad de Madrid insiste al Ministerio de Transportes para que incluya la finalización de esta línea de Cercanías en el plan de inversiones que financia Bruselas. La obra lleva abandonada desde el año 2010. 

El TSJM rechaza la resolución del contrato para extender la red de Cercanías a Navalcanero que pedía OHL El TSJM rechaza la resolución del contrato para extender la red de Cercanías a Navalcanero que pedía OHL. El Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) ha rechazado la pretensión de la concesionaria de las obras de Cercanías de la línea Móstoles-Navalcarnero, participada en su mayoría por OHL, de resolver el contrato de construcción y explotación de esta infraestructura al entender que no están justificados los motivos que alega. (Foto de ARCHIVO) 30/12/2016
Ayuso exige a Sánchez que pague el tren a Navalcarnero con fondos europeos
Europa Press

El gobierno de Isabel Díaz Ayuso ha reiterado al Ejecutivo central su petición para que se haga cargo de las obras de la línea ferroviaria entre Móstoles y Navalcarnero, una infraestructura paralizada desde el año 2010 que acabó en los juzgados. La Comunidad de Madrid vuelve así a dirigirse al Gobierno de Pedro Sánchez, pero en esta ocasión lo hace para que destine parte de los fondos europeos Next Generation a finalizar la obra, una bolsa económica que el Ministerio de Transportes tiene previsto destinar al plan de expansión y mejora de las redes de Cercanías por toda España. 

Ha sido el director general de Infraestructuras de la Comunidad de Madrid, Miguel Núñez, quien en una comparecencia en la Asamblea ha recordado que su gobierno ya ha solicitado a Transportes en varias ocasiones que aborde el final de esta infraestructura, en la que la Hacienda regional lleva enterrados más de 320 millones de euros sin haber conseguido concluirla. "Confiamos en que esté dentro de ese paquete de 1.500 millones", señalaron desde la Asamblea de Madrid. 

En esta ocasión, la novedad reside en que Madrid pretende colocar este proyecto en la batería de inversiones para Cercanías que Moncloa quiere financiar con 1.502 millones de euros procedentes de Bruselas. El ministerio dirigido por Raquel Sánchez se ha desentendido una y otra vez del proyecto, alegando que fue una propuesta exclusiva de la Comunidad de Madrid. 

Las peticiones de rescate se retrotraen hasta el año 2021, cuando el entonces Consejero de Transportes, Ángel Garrido (de Ciudadanos) elevó formalmente la petición a su homólogo en el Ejecutivo Central, José Luis Ábalos. En 2022 fue la propia Isabel Díaz Ayuso la que en un acto en Móstoles hizo público un segundo requerimiento, invitando al Ministerio a que finalizase la obra e hiciera uso de las infraestructuras ya ejecutadas. Las conversaciones entre ambas instituciones también se han extendido por otras reuniones técnicas.  

Una historia interminable

La línea ferroviaria Navalcarnero-Móstoles ha sido una piedra en el zapato para el PP madrileño desde que Esperanza Aguirre propusiera su construcción en el año 2005. Su desarrollo fue justificado por dar servicio a 200.000 habitantes que residirían en sendas ciudades, así como a la localidad de Arroyomolinos, por donde también trascurriría el trazado. 

Todas estas ciudades tenían por aquel entonces grandes planes de expansión urbanística vinculados a la burbuja inmobiliaria que acabaron enterrados por la crisis económica. Por aquel entonces, el gobierno madrileño pretendía hacer uso de sus competencias transferidas para levantar este trazado, algo que también permitió construir el ramal ferroviario a San Martín de la Vega, que acabó clausurándose en 2013 tras realizar una inversión de 85 millones de euros.

Las obras del tren a Navalcarnero, de 15 kilómetros de longitud, fueron adjudicadas por el Gobierno de Esperanza Aguirre en el año 2009, resultando Cemonasa, una filial del grupo OHL (ahora OHLA) como ganadora del concurso, presupuestado en 369 millones de euros. Apenas un año después, en 2010, se paralizó la obra y la concesionaria incluso dejó la maquinaria en el recinto de obra. 

Batalla judicial perdida

Para reiniciarla solicitó un incremento presupuestario de 50 millones de euros, alegando que las cifras de demanda de viajeros estimadas en el proyecto no serían las esperadas al no ejecutarse los desarrollos urbanísticos previstos. Tras ver que su demanda no era satisfecha por la Comunidad de Madrid, solicitó la resolución del contrato por "imposibilidad de su ejecución debido a circunstancias sobrevenidas e imprevisibles", y reclamó además una indemnización de 285 millones

Años después, y con la obra todavía paralizada, la administración madrileña —entonces bajo el mando de Cristina Cifuentes— y la constructora entraron en una batalla judicial que acabó resolviéndose a favor de OHL. La Comunidad de Madrid perdió y acabó pagando 188,4 millones de euros (162,5 + IVA), a lo que habría que sumar, según el partido Más Madrid, otros 160 millones de euros para materiales que acabaron abandonados.

En la actualidad, el tren de Cercanías llega al suroeste madrileño hasta la localidad de Móstoles. Lo hace a través de la línea C-5, la más utilizada de la red madrileña con más de 65,6 millones de viajeros al año, y que presta servicio a los grandes municipios del sur de la capital. La Comunidad de Madrid defiende que sigue considerando al corredor como "una prioridad de inversión en esta materia", y en caso de que se materialice la transferencia de Cercanías a las autonomías, el gobierno madrileño "contemplaría como prioritaria la puesta en servicio de esta prolongación". 

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