La Comunidad de Madrid será la única autonomía del país sin impuestos propios. Ese es el plan de la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, que ha anunciado este miércoles que suprimirá todos los tributos autonómicos que aún tiene vigentes. Un plan con el que la autonomía que preside solo reclamará a sus ciudadanos las tasas que están establecidas a nivel nacional. Sobre todo, después de que algunas de las que disponían las comunidades vayan a establecerse a nivel estatal. El objetivo, como ha admitido la propia Ayuso, es la de desmarcarse del resto de territorios y mantener sus políticas de rebajar los impuestos todos lo posible en los dos años que le quedan de legislatura. Algo que se concretará en una ley que tendrá que ser aprobada por la Asamblea de Madrid.
Esta reforma del Ejecutivo autonómico implicará la supresión de al menos dos tributos. Uno de ellos es el que grava la instalación de máquinas recreativas en los locales de hostelería. Una tasa que ya de por sí es una anomalía, según Ayuso, que ha destacado que puede que Madrid sea la única que aún lo aplicaba. "Se trataba de una redundancia", ha añadido el consejero de Hacienda, Javier Fernández-Lasquetty en la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno presidido por Ayuso. Además, a juicio del gobierno regional se ha quedado obsoleto tras la creación del impuesto estatal sobre el juego. Su recaudación tampoco es elevada, ya que por el mismo se tributaron hasta 1,2 millones en el pasado 2020.
El otro impuesto que desaparecerá próximamente será el de depósitos de residuos. La tasa que busca la protección del medio ambiente también contará con un 'hermano mayor' a nivel estatal. Esto se explica con los planes del Gobierno de Pedro Sánchez, que ya está elaborando una ley que contemple esa tasa sobre la separación de basura y la incineración de la misma. Una norma que se aprobará por indicación de la Unión Europea, que ya advirtió a los estados miembro de posibles sanciones si no cumplían con el objetivo de que al menos el 50% de los residuos municipales fueran reciclables. A juicio de Madrid, esto será suficiente para garantizar el cumplimiento de su autonomía y para evitar una doble imposición. En 2020, la recaudación por residuos llegó a los 2,2 millones de euros.
Como ha admitido el propio Lasquetty, acabar con estos tributos no significará un 'roto' significativo para las arcas madrileñas. El aporte de 3,4 millones de ambos apenas supone el 0,02% del total de la recaudación. Por lo que los madrileños dejarán de pagar solo 70 céntimos por dichas tasas. Este ha sido el argumento del consejero de Hacienda para señalar que la medida "está justificada económicamente". Por lo que será una de las 'patas' de la futura reforma fiscal que ya está diseñando el Ejecutivo autonómico, que incluirá más rebajas impositivas. La previsión es que Ayuso las presente en otoño y se incorporen a su proyecto de Presupuestos para el año 2022.
Los dirigentes madrileños no han ocultado en ningún momento que su objetivo es ser la región con mayor atractivo fiscal en comparación con el resto. Por eso, tanto Ayuso como Lasquetty han repasado los tributos que existen en otras CCAA. Sobre todo, los de Cataluña y los de las autonomías gobernadas por el PSOE. "Hay 15 en Cataluña, cinco en Aragón y Extremadura o cuatro en Valencia. Madrid no tendrá impuestos propios", ha expuesto la presidenta madrileña, que ha destacado que así continúa la senda que comenzó hace 17 años con Esperanza Aguirre al frente. Con ello, ha asegurado que conseguirá "liderar el crecimiento económico y el empleo en España".
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