Azerbaiyán apuesta por la vía grecoitaliana para trasvasar su gas a Europa

  • El consorcio que opera el campo gasístico Shah Deniz II en Azerbaiyán ha elegido el gasoducto Transadriático (TAP), que discurre a través de Grecia, Albania e Italia, para transportar su gas a Europa en detrimento del proyecto Nabucco.

Andrés Mourenza

Atenas, 26 jun.- El consorcio que opera el campo gasístico Shah Deniz II en Azerbaiyán ha elegido el gasoducto Transadriático (TAP), que discurre a través de Grecia, Albania e Italia, para transportar su gas a Europa en detrimento del proyecto Nabucco.

Según el diario heleno 'Kathimerini', la decisión fue comunicada hoy al primer ministro Andonis Samarás por representantes de British Petroleum y de la azerí SOCAR, dos de las compañías que integran el consorcio Shah Deniz II.

Fuentes del Gobierno griego consultadas hoy por Efe no quisieron confirmar la noticia -ya que será el consorcio el que lo anuncie en Bakú el próximo viernes-, aunque se mostraron "optimistas" de que TAP sea elegido.

Sin embargo, la compañía gasística austríaca OMV anunció esta mañana el resultado de la elección, en la que contendían Nabucco y TAP, tras ser rechazados otros proyectos.

"El consorcio de Shah Deniz II informó OMV, como accionista del gasoducto Nabucco, sobre la decisión de su ruta preferida para transportar gas hacia Europa. El proyecto Nabucco West no fue seleccionado", explicó la empresa austríaca.

De hecho, la pasada semana, el presidente de Azerbaiyán, Ilham Aliyev, visitó Bruselas para comunicar su decisión al jefe de la Comisión Europea (CE), Jose Manuel Durao Barroso, aunque la decisión no se hizo pública.

TAP y Nabucco se enmarcan dentro de la fiera competencia entre países y empresas a raíz de la proclamación la pasada década de la estrategia europea del Corredor Energético Sur para tratar de reducir la dependencia de los países de la UE del gas ruso.

El objetivo es evitar situaciones como las vividas a raíz de los cortes de suministro experimentados en 2009 como consecuencia de los conflictos entre Rusia y Ucrania, importando energía desde Asia Central, el Cáucaso y Oriente Medio a través de Turquía.

La opción principal durante años fue el gasoducto Nabucco, entre Turquía y Austria, pasando por Bulgaria, Rumanía y Hungría.

Sin embargo, las dificultades técnicas del proyecto y la competencia de otros planes presentados por Moscú, como el corredor Nord Stream, activo desde 2011 entre Rusia y Alemania por el mar Báltico, o el South Stream, en construcción desde diciembre por un consorcio ruso-italiano y que llevará gas ruso a través del mar Negro hasta Bulgaria con ramales hacia Italia y Austria, lo han hecho cada vez más inviable.

Entre las razones que han terminado por decantar la balanza hacia el TAP, los medios helenos arguyen que ha pesado el interés de la empresa azerí SOCAR por hacerse con el control del 66 % de la distribuidora pública de gas griega DESFA.

Igualmente que uno de los principales accionistas de Shah Deniz II es la noruega Statoil (25,5 %), que también controla el consorcio del TAP al 42,5 %, junto a la suiza Axpo (42,5 %) y la alemana E.On (15 %).

Según los medios rusos, Moscú también podría haber influido en la decisión de Azerbaiyán ya que ve con mejores ojos el TAP que el Nabucco, pues el primero no pasa por países a los que Rusia distribuye gas directamente y, además, llega a Italia, país que ha mantenido buena sintonía en cuestiones energéticas.

El gasoducto TAP, con una longitud de unos 800 kilómetros y que en su inicio transportaría 10.000 millones de metros cúbicos de gas al año, se construirá entre el sur de Italia, pasando bajo el mar Adriático, para penetrar en Albania y Grecia hasta la frontera de este país con Turquía.

Allí enlazará con el gasoducto Transanatolio (TANAP), firmado por Turquía y Azerbaiyán el pasado año.

Según el Gobierno griego, la construcción del TAP supondrá una inversión de 1.500 millones de euros y la creación de unos 2.000 puestos de trabajo.

Hoy, además, en Atenas, se firmó un nuevo acuerdo entre el Gobierno griego y el consorcio constructor del TAP.

Según declaró el ministro de Finanzas griego, Yannis Sturnaras, "Grecia se convertirá en un nodo energético", cuando el TAP esté en funcionamiento.

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