Banca March: Un banco solvente que nunca da beneficio

Cuando ganó sus primeros mil millones de pesetas con la venta de tabaco argelino y marroquí, Juan March Ordinas no tardó en enviar una carta a sus antiguos compañeros de colegio para contarles la hazaña. No sería la última ocasión en que enviaría tales misivas.

Hasta su muerte en 1962, el empresario mallorquín vivió obsesionado por preservar y aumentarla fortuna familiar. Unas premisas que sus dos nietos, Juan y Carlos March, aprendieron de adolescentes y han tenido muy presentes durante las cuatro décadas que llevan dirigiendo el emporio familiar, y especialmente, el banco.Han optado por la prudencia, conscientes de que cualquier quebranto que se produzca enBanca March va directamente contra su propia fortuna.

Al fin y al cabo, es la únicaentidad bancaria española que sigue perteneciendo plenamente a la familia fundadoray no cotiza en bolsa. Esto le da cierto aire de banco privado suizo y condiciona su estrategia.

“Como entidad familiar, la filosofía se ha asentado desde su nacimiento en la prudencia, en no asumir riesgos innecesarios, y en una política basada, esencialmente, en destinar la mayor parte de los beneficios de nuestro negocio a reforzar los recursos propios y el balance del banco. Cuantosmás recursos propios tengamos, más sólida es la entidad”, explica su vicepresidente,Francisco Verdú.

El director general financiero, Alberto del Cid, ahonda en esta idea: “Nosotros vivimos de nuestros recursos propios. No nos gusta pedir dinero prestado a nadie, ni en el interbancario, y por eso nunca repartimos beneficios”. Solo el año pasado destinaron casi 300 millones de euros a elevar el capital.Escuchando a ambos ejecutivos se entiende un poco más por qué este banco centenario,desconocido para el gran público, ha arrasado en las recientes pruebas de resistenciarealizadas por el Banco Central Europeo.

Pese a que su red es pequeña –279 oficinas, la mitad de ellas en Baleares– y su beneficio está a años luz del de entidades como Santander –en 2009, ganó 155 millones de euros, ¡58 veces menos! que la firma que preside Botín–, se ha impuesto a todos en esta Eurocopa financiera celebrada a mediados de julio.Es el banco más fuerte del Viejo Continente, con un ratio de solvencia del 19%, el triple de lo necesario para aprobar el examen comunitario (6%) y el doble de nota que Santander y BBVA.

Una clientela muy ‘VIP’

Es el resultado de haber ido con el freno echado antes de la crisis pero también de haberse focalizado en un tipo de clientela gourmet, formada principalmente por empresas familiares y profesionales de rentas altas, la quinta parte de ellos alemanes, británicos o franceses coninversiones en las Islas Baleares.Éste es el nicho de mercado en el que se sienten cómodos y del que no se quieren mover, conscientes de que con su tamaño no pueden competir en otros ámbitos con Santander,BBVA, Popular, Caja Madrid o La Caixa.

Huyen de los cantos de sirena de las compras y fusiones, en un mercado en plenareestructuración y tendente a la creación de entidades más grandes y con fuerte actividadfuera de España. No tienen intención de salirse de su camino. En eso también van acontracorriente.

Pero esta política de nicho, implica sus riesgos. Según Nuría Fernández, “en el entorno actual hay poco margen para la especialización. Todos los grandes bancos tienen filiales dedicadas exclusivamente a banca privada o de empresas y son mucho más agresivos en sus políticascomerciales. Además, cuanto más pequeño eres más difícil y caro te resulta obtener financiación”.

No es la única incógnita en la que reparan los analistas. Preocupa también la sucesióny el reparto familiar del imperio, teniendo en cuenta que Juan y Carlos tienen 70 y 65 años,respectivamente. Por ahora, toda la máquina financiera ha estado engrasada a la perfección y los dos hermanos han empuñado las riendas durante décadas sin una sola colisión que haya transcendido a la prensa.

¿Ocurrirá lomismo cuando ellos no estén? Según Jesús Salgado, autor del libro Riquísimos y conocedorde la saga balear, todo va a seguir como hasta ahora: “la cuarta generación ya está trabajando en los órganos de dirección y todas las ramas parecen tenerlo claro: el árbol produce más vivo y entero que cortando el tronco en rodajas”. Seguro que si Juan March Ordinas viese hoy lo que han logrado sus nietos, no tardaría en remitir otra misiva a sus antiguos compañeros de cole.