En el epicentro de un proceso de reestructuración sin precedentes, las cajas de ahorros están en plena reordenación de sus negocios y participaciones. Bancaja cerrará en breve la adquisición del paquete del 22% -ya controla el resto- que su participada Banco de Valencia tiene en Arcalia y tomará el control absoluto de la firma.
Según la información que consta en su página web, el patrimonio gestionado de Arcalia, que cuenta con 190 sociedades de capital variable (sicav), supera los 1.397 millones de euros. Bancaja adquirió de la firma en 2002 en su primera gran apuesta por el negocio de banca privada, con el que siempre ha demostrado una sensibilidad especial.
De hecho, la compra del 22% de Arcalia permitirá ordenar el negocio de banca privada del grupo después de que el año pasado Banco de Valencia absorbiera un competidor como el Grupo Nordkapp. El banco valenciano, en el que Bancaja controla un 38,3%, aumentó su participación desde el 34,25% hasta el 88% del capital de Nordkdapp. Lo hizo pagando con acciones del banco.
Ahora, Nordkapp se convierte en la punta de lanza del negocio de banca privada de Banco de Valencia, por lo que ya no tiene sentido mantener la participación en Arcalia, que tan solo genera duplicidades.
Nordkapp no alcanza el tamaño de Arcalia. Gestiona un patrimonio de unos 570 millones de euros, cuenta con una treintena de sicav y tiene presencia en Madrid, Valencia y Pamplona.
Reestructuración
La compra del 22% de Arcalia se enmarca en el proceso de reordenación que han emprendido las siete cajas que forman parte del Banco Financiero y de Ahorros (BFA) que lideran Caja Madrid y Bancaja. Según la nueva estructura directiva aprobada por el nuevo grupo, toda la actividad de fondos de inversión y banca privada se engloban en la dirección general de Negocio que dirige Aurelio Izquierdo.
En estos momentos, el grupo está decidiendo cuándo y cómo se va realizar la integración de estas actividades, que suman alrededor de 50.000 millones de euros entre fondos de inversión y gestión de patrimonios de grandes clientes.
En banca privada, el gran reto será la integración de Arcalia con Altae, el brazo armado de Caja Madrid en este negocio. El objetivo número uno es que los siempre difíciles y farragosos procesos de integración no supongan la pérdida de algunas de las grandes cuentas.
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