Inflación media del 7,5%

El BdE recorta su previsión del PIB al 4,5% en 2022 por la guerra y la inflación

La institución rebaja en 0,9 puntos su proyección de diciembre. La duración de los ataques determinará la evolución para los próximos trimestres, calculan que hasta marzo el PIB creció por debajo del 1%.

Pablo Hernández de Cos, Banco de España
El gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos.
CONTACTO vía Europa Press

La escalada de precios prolongada y la invasión de Ucrania por parte de Rusia han obligado al Banco de España a recortar la previsión de crecimiento para el producto interior bruto (PIB) para este año hasta el 4,5%. Se trata de una rebaja de 0,9 puntos con respecto a los cálculos que el supervisor bancario publicó en diciembre y, según las proyecciones macroeconómicas de este martes, podría haber sido superior de no haber cerrado 2021 mejor de lo previsto. El gobernador, Pablo Hernández de Cos, ya había alertado de esta rebaja y hace apenas unos días advirtió de los datos "particularmente negativos" del mes de marzo, cuando el dato adelantado del índice de precios al consumo (IPC) en tasa interanual alcanzó el 9,8%. 

De cara a 2023 y 2024, el Banco de España también revisa a la baja la previsión del próximo año, pero lo hace al alza para 2024. En concreto, estima un crecimiento del 2,9% en 2023 y del 2,5% en 2024. Si se cumple este escenario, la recuperación de los niveles previos a la pandemia se alcanzarían en el tercer trimestre de 2023. En cuanto a los precios, la institución recoge que los mercados de la energía creen que empezarán a moderarse el próximo mes de julio. De ser así, y si las presiones inflacionistas no se trasladan de forma intensa a los salarios, la inflación media pasaría del 7,5% este 2022 -3,8 puntos más de lo previsto en diciembre- al 2% en 2023.

La inflación continuará alrededor del 9 o el 10% en tasa interanual hasta verano, según prevé el organismo. Y es que, teniendo en cuenta las expectativas de los mercados de materias primas, las peores consecuencias derivadas del ataque ruso a Ucrania repercutirán en la economía española en el segundo trimestre del año. No obstante, descartan efectos persistentes porque no se está viendo destrucción de empleo y el número de empresas constituidas es solo un 1% inferior al previo a la pandemia. Esta situación, calculan que tiene un impacto de 0,7 puntos sobre la rebaja de la previsión del PIB.

El director general de Economía y Estadística del Banco de España, Ángel Gavilán, ha explicado que el escenario planteado por la institución es de una "extraordinaria incertidumbre" y por ello, hay que tomarlo con cautela. Gavilán ha insistido en que "estalló la guerra en un momento en que la economía española no acababa de recuperarse de la crisis sanitaria". En esta línea, y a pesar de la exposición directa limitada, sí nos va a afectar y lo va a hacer fundamentalmente a través de tres canales: los precios de las materias primas, la confianza de los consumidores y los flujos comerciales o los cuellos de botella.

Los análisis del supervisor bancario muestran que la economía española es más sensible que la de otros países europeos al trasladar los mayores costes energéticos a la inflación. Los sectores más afectados por la crisis que provoca la invasión de Ucrania son el transporte terrestre, la agricultura y pesca y los transportes aéreo y marítimo, según el Banco de España. El director general de Economía y Estadística subraya que se trata de los sectores que han impulsado más reclamaciones sobre las condiciones de su actividad. Con todo, en el escenario central, el organismo prevé un crecimiento del 0,9% en el primer trimestre y de una tasa muy reducida sin llegar a ser negativa en el segundo trimestre, del 0,1%. Si los riesgos a la baja se materializan, el Banco de España no descarta una evolución negativa del segundo o el tercer trimestre del año.

El supervisor bancario alerta de que los recortes en las previsiones de crecimiento a nivel global tendrán un impacto en las exportaciones españolas. Junto al repunte de los precios de la energía, el incremento en las materias primas también impactará en la economía española. No obstante, al final del horizonte de proyección, la economía crecerá prácticamente igual porque no habrá efectos estructurales.

Plan de respuesta a la guerra

Las proyecciones macroeconómicas contemplan el impacto del plan de respuesta a la guerra aprobado por el Gobierno para amortiguar las subidas de los precios de la energía. En este sentido, el Banco de España calcula que las medidas aprobadas aportan 0,2 puntos al crecimiento del PIB. En materia de inflación, la rebaja de los carburantes, la prórroga de las medidas fiscales para la electricidad y las ayudas a determinados sectores, contribuirán a una reducción de la inflación de entre 0,5 y 0,8 puntos, frente a un escenario sin medidas.

En estos cálculos no se ha incorporado el efecto que tendría el tope al gas que han propuesto España y Portugal a la Comisión Europea. El director general de Economía y Estadística ha afirmado que no es posible conocer todavía su impacto hasta que se conozcan más detalles y ha descartado cuantificar esta medida. En cuanto al déficit, el Banco de España coincide con los cálculos del Gobierno y estima que cerrará este año en el 5%. No obstante, el déficit será algo más alto a partir del próximo año, un 5,2% con respecto al PIB, entre otras cosas por el incremento que tendrá el coste de las pensiones, que el Banco de España cifra en unos 12.600 millones de euros.

La deuda se reducirá al 112,6% sobre el PIB este año, frente al 118,4% con el que terminó en 2021. Esta reducción se explica por el incremento nominal del PIB. En cuanto a la tasa de paro, el Banco de España calcula que será del 13,5% en 2022, también mejora con respecto al pasado año porque el punto de partida fue mejor al esperado, en referencia al crecimiento del empleo en el cuarto trimestre.

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