Banco de Portugal apunta a entrada de inversores para frenar crisis del BES

  • El Banco de Portugal consideró hoy que puede haber una "solución privada" que frene la crisis del Banco Espírito Santo (BES) mediante un refuerzo de capital de nuevos inversores internacionales.

Lisboa, 18 jul.- El Banco de Portugal consideró hoy que puede haber una "solución privada" que frene la crisis del Banco Espírito Santo (BES) mediante un refuerzo de capital de nuevos inversores internacionales.

"Es muy probable que haya una solución privada para un refuerzo de capital", afirmó hoy el presidente del banco central luso, Carlos Costa, en una audiencia en el Parlamento portugués.

Según el dirigente, existen "interacciones preliminares" entre el BES y bancos de inversión internacional, que cuentan con "credibilidad", para una posible entrada de capital privado en la entidad en dificultades.

Aunque el regulador luso garantizó de nuevo la solidez financiera del BES, señaló que es necesario reforzar la confianza de los inversores en la institución después de varias semanas de inestabilidad en el Grupo Espírito Santo por los temores a impagos de deudas contraídas por sus filiales.

"Es deseable que uno o dos accionistas importantes entren en el banco para demostrar confianza", remarcó el máximo dirigente del supervisor luso.

Una operación de este tipo deberá superar antes "todas las incertidumbres" creadas sobre la gestión y salud financiera del banco, que aceleró esta semana el cambio de su ejecutiva con la entrada de su nuevo presidente en funciones, Vítor Bento, en sustitución de Ricardo Salgado.

Además de apuntar a un posible refuerzo de capital privado, Costa afirmó que en un escenario en el que "todo ocurriese mal", existe una línea de asistencia financiera de fondos públicos a la que el banco podría recurrir, tal y como señaló este jueves también la ministra de Finanzas portuguesa, Maria Luis Albuquerque.

El Gobierno luso cuenta con un fondo de 6.400 millones de euros reservado a refuerzos de capital del sistema bancario que fue concedido durante el programa de asistencia de la UE y el Fondo Monetario Internacional.

El BES fue el único de los bancos privados importantes del país que no optó por recurrir a esta ayuda extra durante la crisis financiera.

A pesar de estas garantías, la desconfianza de los inversores sobre la posición del BES aumentó esta semana por el impago declarado de unos 900 millones de euros de la filial del grupo Rioforte a Portugal Telecom el día en que se vencía la deuda.

El anuncio penalizó al BES en la Bolsa de Lisboa, que llegó a caer cerca de un 20 % en una sola sesión, aunque se recuperó al día siguiente por la circulación de informaciones sobre el interés de nuevos accionistas en el grupo.

Hoy, el BES compensó las pérdidas y sumaba ligeras ganancias tras una semana negra en los mercados para la entidad, que vio su calificación de riesgo rebajada de nuevo por la agencia estadounidense Standard and Poor's.

Por otra parte, Costa anunció que el Banco de Portugal ha solicitado una auditoría independiente de carácter "forense", es decir, para la "evaluación del comportamiento" de los gestores del banco y que podrá tener "objetivamente consecuencias".

En este nuevo examen, determinará con detalle si se cumplió la normativa referente a la separación en la gestión del negocio financiero frente al no financiero de otras entidades del grupo, una de las máximas preocupaciones del ente regulador.

El BES informó la semana pasada a las autoridades portuguesas sobre su exposición a otras empresas del grupo, que cuantificó en 1.180 millones de euros.

Al mismo tiempo, aseguró que contaba con un capital suficiente, de unos 2.100 millones de euros, para hacer frente a posibles impagos de estos instrumentos de crédito.

Las irregularidades en el Grupo Espírito Santo surgen precisamente de la interrelación, a veces confusa, de las diferentes ramas del grupo, que tienen participaciones entremezcladas entre sus filiales.

El BES cuenta, además, con una fuerte presencia en el exterior a través de entidades especializadas en inversiones en países como Angola, Brasil, Cabo Verde, Estados Unidos, Francia, Islas Caimán, Italia, Libia, Macao y Mozambique.

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