Caída de hasta el 13,6% de la economía

El BdE avisa: prolongar el confinamiento tendrá efectos devastadores sobre el PIB

Pedro Sánchez reunión telemática Congreso
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Europa Press

Dar por finalizada la fase más extrema del confinamiento de la población y de las restricciones a la actividad económica el próximo 9 de mayo o prolongar dichas medidas durante un mes más tendrá efectos tremendos sobre la economía, según ha advertido este lunes el Banco de España en un informe que trata de adivinar el impacto que el Covid-19 tendrá sobre la economía española en los próximos meses. La entidad calcula que en condiciones normales, si se levantan las medidas más restrictivas el próximo 9 de mayo el deterioro de la economía estaría en una banda de entre el 7% y el 9% en función de una serie de factores, pero que de prolongarse esas medidas durante un mes más y de no recuperar la normalidad de determinados sectores hasta final de año el desplome de la economía española podría llevarse por delante alrededor de una séptima parte de su capacidad productiva, pudiendo caer hasta un 13,6%.

El Banco de España advierte de que España será el país, de entre los grandes de la UE, que más sufrirá el impacto sobre su tejido productivo del coronavirus por la peculiar estacionalidad de su actividad económica, muy orientada hacia la campaña turística estival. Los analistas de la entidad descuentan que el sector de la hostelería y el ocio ha paralizado su actividad de forma total durante el estado de alarma y que un eventual mantenimiento durante todo el año de las restricciones al normal funcionamiento de este sector -algo que parece probable según deslizó la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, la pasada semana- tendría efectos devastadores no sólo sobre la economía sino también sobre el empleo.

Si en su escenario central estiman un fuerte incremento de la tasa de paro hasta el 18,7% -respecto al 13,9% en el que estaría sin el efecto del Covid-19-, en un eventual escenario de prolongación de las restricciones ésta podría irse a final de año hasta el 21,7%, a niveles de principios de 2015, cuando la reactivación económica tras la Gran Crisis empezaba a consolidarse. La diferencia es significativa: en el escenario central, implicaría que en la España post-Covid-19 el número de parados subiría en algo más de un millón desde los poco más de tres millones (3.191.900) registrados en la última EPA hasta unos 4,3 millones. En el escenario más negativo, el número de parados se incrementaría en dos millones y volvería a superar los cinco millones.

Los analistas del Banco de España advierten sobre el elevado nivel de incertidumbre que existe sobre las previsiones económicas que se realicen sin tener un horizonte cierto de cuándo y cómo se van a levantar las actuales restricciones a la movilidad y a la actividad económica. Para limitarlas utilizan dos modelos diferentes de previsión y se guían por la aplicación de estas medidas en países que ya han pasado por esta crisis como China. En las dos metodologías seguidas por el Banco de España, el desplome del PIB en el país se calcula entre el 6,5% en el mejor de los casos y el 13,6% en el peor de ellos -siempre que las medidas de confinamiento no vayan más allá de tres meses-; en ambas, también, la tasa de paro se va como poco por encima del 18% en 2020; y en las dos la recuperación de la economía en 2021 no alcanza a devolver al país a su capacidad productiva anterior a la crisis. De otro modo, España tendrá que esperar como poco a 2022 para recuperar el nivel de prosperidad de que disfrutaba antes del golpe del Covid-19.

Un país a medio gas

El informe de la entidad parte de supuestos moderados. Calcula que desde la declaración del estado de alarma la economía ha 'carburado' al 70% de su potencial -es decir, que ha perdido apenas un 30% de su empuje-, con un ramillete de sectores particularmente afectados entre los que menciona la hostelería y el ocio -100% de caída de actividad-; el comercio, que estará funcionando a la mitad de su capacidad; y el transporte que habría perdido, según sus estimaciones, un 60% de su actividad normal. El Banco de España aventura también que durante el 'cerrojazo' a la economía en los días próximos a la Semana Santa, con la prohibición de actividad en los sectores no esenciales, la economía española solo operó a un 30% de su capacidad. 

La factura de la reacción a la crisis

El Banco de España augura, asimismo, efectos tremendos sobre el ya descontrolado déficit público español. Sus estimaciones apuntan a que el desequilibrio entre los ingresos y los gastos de las Administraciones Públicas españolas se irá a una horquilla de entre el 7% y el 11%, lo que llevaría las cuentas públicas españolas al umbral que desencadenó su 'rescate' en el año 2012. La deuda pública se irá a entre el 110% y el 120% del PIB, un nivel sin precedentes en la era moderna del país.

Los analistas de la entidad estiman que ese repunte se producirá más por la operativa de los estabilizadores automáticos, como denomina a las medidas de cobertura dispuestas por el Gobierno para garantizar una renta a los trabajadores afectados por la parálisis de la actividad de sus empresas (ERTE) o sectores de actividad (autónomos), que por las medidas de estímulo económico dispuestas por el Ejecutivo. De hecho, el Banco de España calcula en 6.000 millones de euros la factura que se devengará por la prestación extraordinaria por desempleo dispuesta para los afectados por un ERTE, por la prestación de cese de actividad de los autónomos y por la cobertura del pago de las cotizaciones sociales para los trabajadores incluidos en un ERTE. Estima que estas medidas alcanzarán a 4,6 millones de personas.

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