Advertencia del supervisor

De Cos cuestiona la salud de la banca en España tras la avalancha de pérdidas

El gobernador cree que el sector financiero también debe estar alerta ante la recesión y que hay que "estrechar la vigilancia sobre los riesgos para la estabilidad financiera" para responder cuanto antes.

El gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, en el Congreso
El gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, en el Congreso.
EFE

El sector financiero español creía que con el cierre de los mercados el viernes terminaba su semana más oscura en mucho tiempo, dado que tocaba presentar los resultados de sus cuentas dañadas por lo peor de la pandemia. Pero todavía quedaba un epílogo el domingo en forma de artículo de opinión del gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, quien se dejó unas líneas para las entidades pese a que su intención general era analizar la recién inaugurada recesión de la economía nacional. Para el supervisor, no es tan evidente que la banca no vaya a sufrir esta crisis por mucho que, a diferencia de 2008, en esta ocasión no ocupe el centro del escenario.   

Hay dudas, muchas dudas, en todos los ámbitos de la economía y también se hace necesario, en palabras de Hernández de Cos, "estrechar la vigilancia sobre los riesgos para la estabilidad financiera y estar preparados para dar una respuesta contundente, a escala europea, en caso de que se materialicen". Porque ya es evidente que "la crisis tendrá un impacto negativo sobre la calidad de la cartera crediticia de las entidades, cuya magnitud dependerá de su duración y severidad, como ha puesto de relieve el ejercicio de vulnerabilidad publicado recientemente por el BCE". 

"En estas circunstancias, debemos evitar que la crisis dañe gravemente la estabilidad del sistema financiero, pues esto la haría más profunda y duradera", concluye no sin antes admitir que "el sector bancario europeo afronta esta crisis desde una situación más saneada que en la

anterior".

En cualquier caso, la política monetaria seguirá estando atenta: "Desde el Consejo de Gobierno del BCE hemos reiterado nuestro compromiso de hacer lo que sea necesario para apoyar a la economía en esta coyuntura extremadamente difícil, de forma que seguimos preparados para ajustar nuestros instrumentos si fuera necesario", señala el gobernador del organismo español.

De Cos ha aprovechado su artículo dominical, titulado 'Una agenda para el futuro', para insistir sobre todo en lo verdaderamente grave que es la crisis en la está inmerso todo el planeta y en que a las ayudas europeas y medidas coyunturales tomadas en España para sostener el empleo y la actividad, deben seguir reformas urgentes antes de que la recesión a cuenta de la pandemia genere daños irreparables. La deuda es ya un problema y solo seguirá creciendo como no se adopten medidas de consolidación fiscal una vez que pase el momento de la acción inmediata.  

Oficinas y plantillas

Inmediatas son muchas de las consecuencias sobre los balances de la banca de la crisis. Así, las cuantiosas provisiones acometidas durante la primera mitad del año por el sector financiero han hundido los beneficios del sector en bolsa durante la semana pasada, con números rojos para las dos mayores entidades. Junto al Santander, que concentra el 74% de las registradas en el Ibex 35 en lo que va de 2020, el BBVA despidió el semestre en rojo, aunque en su caso fueron más moderadas (1.157 millones). 

Bankia vio recortado su beneficio un 64,4% por provisiones de más de 300 millones para afrontar la crisis, al igual que Bankinter, que ganó 109 millones, un 64,7% menos. Las ganancias de CaixaBank y el Banco Sabadell cayeron el 67% y 72,7%, respectivamente, también por provisiones millonarias, según recopila Efe.

Del parqué a la ventanilla, los seis grandes bancos españoles cerraron 271 oficinas y redujeron su plantilla en 1.456 personas en España entre enero y junio, lo que supone un recorte del 1,87% de la red y del 1,16% de los trabajadores. Según datos recopilados por Europa Press, el mayor ajuste de oficinas en el primer semestre lo realizó Sabadell, con 94 cierres, hasta tener 1.753 oficinas bancarias en España (un 5,09% menos que al cierre de 2019). El plan del banco, que se ha visto impulsado y acelerado por el Covid-19, contempla unos 230 cierres en el conjunto del año. 

CaixaBank, que es la entidad con más oficinas en España, clausuró 106 sucursales en el primer semestre, hasta situar la red en 4.012 oficinas (-2,57%), con el objetivo de llegar a las 3.600 en los próximos meses, un plan que se ha retrasado por la crisis del coronavirus, pero en el que seguirá trabajando, según dijo el viernes su consejero delegado, Gonzalo Gortázar.

La información financiera del primer semestre de BBVA apunta a 50 cierres en España, hasta 2.592, si bien el consejero delegado de la entidad, Onur Genç, dijo durante la presentación de resultados que ya se habían cerrado 109 oficinas de los 160 que se planea acometer en 2020, y que en 2021 podría acelerarse el plan de ajuste.

Por su parte, Banco Santander tenía al cierre de junio 3.222 oficinas en España, 13 menos que seis meses antes (-0,4%), mientras que Bankinter se ha mantenido con 365 oficinas. Bankia bajó la persiana en 8 oficinas entre enero y junio, hasta quedarse con 2.267 (-0,35%), aunque durante el mes de julio ha ejecutado el grueso de su plan de ajuste, con otros 140 cierres.

Pese a todos estos cierres, las entidades han insistido en numerosas ocasiones que esta reestructuración de la red no va acompañada de medidas drásticas de reducción de empleo. Los seis bancos del Ibex 35 tenían al cierre de junio 124.552 empleados en España, 1.456 menos que al cierre de 2019 (-1,16%).

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