Proyecciones económicas

El Banco de España modera la inflación al 4,9% si siguen las medidas anticrisis

La entidad rebaja una décima su anterior previsión de crecimiento para el año que viene hasta el 1,3% por la presión de factores externos como la elevada incertidumbre y sitúa el avance de este ejercicio en el 4,6%

Pablo Hernández De Cos, gobernador del Banco de España
Pablo Hernández De Cos, gobernador del Banco de España
Europa Press

El Banco de España contempla una moderación importante de la inflación el año que viene si el Gobierno mantiene el próximo ejercicio la batería de medidas anticrisis que aprobó para hacer frente a la escalada de los precios. Medidas, como la rebaja de impuestos a la energía, la reducción o gratuidad de los precios del transporte o el tope al gas, entre otras. Bajo ese supuesto, el emisor modera la tasa anual de IPC al 4,9% de media el próximo ejercicio, frente al 5,6% que había estimado en su anterior cálculo. Al mismo tiempo, la entidad apunta a que el efecto secundario de mantener ese paquete para atajar el encarecimiento del coste de la vida es que inflación se elevará en 2024, una vez lo haya retirado (la sitúa en el 3,6% frente al 1,7% que había proyectado en octubre).

Menos inflación en un contexto económico algo menos dinámico. El regulador empeora una décima su previsión de crecimiento del año que viene para la economía española hasta el 1,3% (ocho décimas por debajo del cálculo que hace el Gobierno), fundamentalmente por la presión de factores externos como la elevada incertidumbre que afrontan las economías del entorno. En su 'Informe trimestral de la economía española' la entidad capitaneada por Pablo Hernández De Cos ha mejorado sus cálculos para el ejercicio actual. Eleva una décima su estimación de crecimiento hasta el 4,6% (es más optimista que la que ha servido de base al Ejecutivo para la elaboración de las cuentas del año que viene) y reduce el alza de los precios prevista tres décimas hasta el 8,4% de media.

España logrará mantener el grado de dinamismo de la actividad económica en el tramo final del año, en relación a como esta se había comportado en el tercer trimestre -por entonces y según los datos de Contabilidad Nacional Trimestral disponibles, el PIB se habría estancado con un leve avance de dos décimas-. Esa atonía del crecimiento español vendría dada, como en el resto de países del entorno, por la elevada incertidumbre, el deterioro de la confianza de los agentes, las presiones inflacionistas y el endurecimiento de las condiciones financieras. 

El PIB resiste, aunque no se puede descartar ningún escenario

En todo caso, la entidad incide en que la actividad económica resiste en España por el "continuado buen comportamiento del mercado laboral y por el impulso fiscal desplegado en los últimos meses". Esto permitiría al PIB avanzar un 0,1% en el cuarto trimestre del año y hacerlo ese mismo nivel o similar entre enero y marzo del próximo ejercicio, con todas las cautelas que conllevan estas previsiones. "Es precipitado descartar ningún escenario", ha apuntado Ángel Gavilán, director general de Economía y Estadística, al ser preguntado sobre si puede descartarse completamente la posibilidad de que España entre en recesión los próximos meses, como sí se prevé en el caso de otras grandes economías del euro.

La debilidad del consumo responde en buena medida al modesto avance del PIB previsto para el cuarto trimestre. Al haberse desvanecido gran parte del impulso de servicios relacionados con el turismo, el ocio y la hostelería , el gasto de los hogares está mostrando una cierta debilidad. Esto se debe "a la pérdida de poder de compra que para las familias está suponiendo el acusado repunte de los precios —en comparación con el de las rentas— y de los tipos de interés —fundamentalmente, para aquellos hogares con deudas a tipos de interés variables—", apunta el organismo en su informe. El propio BdE ya constató recientemente que la bolsa de ahorro acumulada durante la pandemia no estaría contribuyendo apenas a impulsar el gasto agregado de los hogares.

Resiliencia del mercado de trabajo

En un contexto caracterizado por una "extraordinaria incertidumbre" y por la concurrencia simultánea de múltiples perturbaciones adversas, la actividad económica global habría venido mostrando, en los últimos meses, un "nivel de resiliencia apreciable". Según la entidad esto ha sido así gracias, entre otros factores, al considerable dinamismo de los mercados de trabajo en muchas de las principales economías mundiales y a las medidas de política fiscal desplegadas por las distintas autoridades nacionales para hacer frente a la crisis energética y al repunte de los precios. En el caso español, la tasa de desempleo pasará del 12,8% que calcula para este año al 12,9% el próximo y apenas se reducirá hasta el 12,4% en 2024. 

"No estamos en condiciones y sería un error y precipitarse poder concluir ahora cuál ha sido impacto de la reforma laboral sobre creación de empleo", ha recalcado Gavilán en respuesta a los medios de comunicación. Sí ha hecho referencia, sin embargo, a la subida del Salario Mínimo Interprofesional a debate estos días -el Ministerio de Trabajo se reúne el miércoles con patronal y sindicatos para escuchar sus aportaciones antes de tomar una decisión al respecto-. En concreto, ha recomendado aplicar "medidas complementarias" en los sectores o colectivos donde pueda generar un efecto negativo sobre la empleabilidad. Ángel Gavilán ha recordado que el aumento del SMI beneficia a "los colectivos más vulnerables" y que debería incluirse en el marco de un pacto de rentas.

La menor temporalidad eleva el consumo hasta 3.000 millones

El organismo ha calculado el impacto sobre el consumo que ha tenido la conversión de contratos temporales a indefinidos y que habría ascendido a entre 2.000 y 3.000 millones de euros. La entidad calcula que los trabajadores con contrato indefinido dedican de media un 81% de la renta de su hogar a gasto, mientras que quienes tienen un contrato temporal dedican alrededor del 72%. Históricamente el paso de temporal a indefinido ha permitido elevar el gasto alrededor del 20% en los dos trimestres siguientes. Nuestro país ha logrado reducir en 13,5 puntos porcentuales la tasa de temporalidad en relación a noviembre de 2021. Aproximadamente un 25% de ese descenso (que equivaldría a 3,2 puntos porcentuales) responde directamente al incremento de los contratos fijos discontinuos.

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