El Banco de España no pide perdón... y se reafirma: el SMI de 900€ frena el empleo

Hernández de Cos y Calviño apoyo apertura
Hernández de Cos y Calviño apoyo apertura
EFE

Ni reconocer su "error", ni pedir "perdón". Los "profetas del desastre", como se refirió la ministra de Trabajo al Banco de España (aunque sin mencionarles de manera explícita) por sus malos augurios sobre el impacto en la creación de empleo del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) de 900 euros, se reafirman en su postura: "Los efectos de la subida del salario mínimo que entró en vigor al inicio del año tenderán a moderar el dinamismo del empleo en los próximos trimestres".

Así se ha plantado el supervisor en su informe de previsiones solo tres días después de que se declarase la guerra abierta entre ambas instituciones. El martes, la secretaria de Estado de Empleo, Yolanda Valdeolivas, era aún más explícita que Magdalena Valerio: "Los malos augurios a los que nos tiene acostumbrados el Banco de España y su gobernador no se corresponden con la realidad y para nuestro lamento producen alarma", dijo durante la rueda de prensa de presentación de los datos del paro, y añadió en un tono de enfado inusual: "No digo yo que pidan perdón, como ha dicho ya la ministra, no me voy a meter en esos términos... pero lo menos que podrían hacer es reconocer su error".

Pero el organismo bajo el mando de Pablo Hernández de Cos no tiene intención alguna de reconocer lo que en el área económica del Ejecutivo de Pedro Sánchez se considera un "error". Si en un primer análisis el supervisor bancario estimó que el nuevo SMI podría destruir hasta 125.000 puestos de trabajo, después, lejos de retractarse, aseguró que era prematuro afirmar que ese suelo legal de 900 euros no estuviera impactando en el empleo, ya que a estas alturas del año todavía se disponen de "muy pocos datos agregados".

Alarmas inconsistentes, a juicio del Gobierno en funciones, que ha aprovechado las cinco ruedas de prensa de presentación de los datos de paro en lo que va de año para descartar ante la opinión pública cualquier impacto negativo en el mercado laboral del incremento sin precedentes del 22,3% que arrancó Pablo Iglesias a Pedro Sánchez en su negociación de los Presupuestos de 2019 y entró en vigor a principios de este ejercicio.

¿Están fundadas las estimaciones del Banco de España? En su momento fueron respaldadas por la Autoridad Fiscal, si bien el organismo que preside José Luis Escrivá matizó recientemente su postura, al descartar que la subida del SMI haya tenido impacto sobre el empleo y admitir que "se pasaron" de negativos cuando cifraron en 40.000 los empleos que podrían perderse al obligar a las empresas a elevar los sueldos de sus trabajadores hasta el mínimo de 900 euros. No obstante, la AIReF matizó que serán necesarios análisis más extensos en el tiempo y con más datos.

La patronal se posiciona

Sin duda, la subida del salario mínimo hasta 900 euros ha sido una de las decisiones más polémicas de la pasada legislatura del Gobierno socialista. No tanto por la cuantía (que también), sino por las formas en las que se llegó a establecer. Hay que recordar que tradicionalmente son la patronal y los sindicatos los que determinan, previa negociación, el mínimo que debe servir a los empleadores como base legal en el cálculo de los sueldos de sus trabajadores. Pero este año no ha sido así. Sánchez se saltó el diálogo social para pactar de tú a tú con Iglesias el SMI de 2019, a cambio del apoyo de la formación morada a los Presupuestos para este año, que finalmente se quedaron en el limbo tras tumbarlos el Congreso.

No gustaron las formas, ni el fondo. Los sindicatos mantienen su demanda de alcanzar un sueldo mínimo en convenio de 1.000 euros, aproximando a España al 60% del salario medio que recomienda la Carta Social Europea. Los empresarios, por su parte, son partidarios de subidas del SMI más moderadas, siempre en línea con la productividad. El presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, ha criticado al Ministerio de Trabajo por cargar contra el BdE. Él también considera que es prematuro concluir que el SMI no ha afectado negativamente al empleo.

Pero, ¿se está aplicando realmente la subida del salario mínimo? Esta misma semana CCOO confirmaba lo que pudo adelantar La Información el pasado mes de abril: los empresarios están buscando recovecos legales para esquivar el brusco aumento del SMI y evitar incurrir así en costes salariales excesivos. En este sentido, mediante el cruce masivo de datos, a través de la Herramienta de Lucha contra el Fraude de la Inspección de Trabajo y Seguridad Social, Valerio controla desde hace meses que los empresarios apliquen las subidas en las nóminas de los trabajadores. 

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