El BdE pide al Gobierno que favorezca el 'alquiler barato'... sin limitar los precios

PRECIO ALQUILER BDE
PRECIO ALQUILER BDE

El Banco de España lo tiene claro: el principal problema del alquiler de vivienda en este país es la falta de oferta. Al no tratarse de un activo, el supervisor descarta una burbuja, si bien detecta un excesivo incremento en los precios de alquiler que está complicando sobremanera el acceso a la vivienda, especialmente entre los jóvenes. La solución, sin embargo, no pasa por limitar los precios de las casas alquiladas porque, a su juicio, la experiencia en otros países del entorno demuestra que este medida conlleva más riesgos que ventajas para el mercado inmobiliario.

El BdE se posiciona así del lado de la postura mayoritaria en el sector inmobiliario que rechaza la intervención del mercado de la vivienda de alquiler por la vía de los precios. Por primera vez en un informe oficial, el supervisor pone negro sobre blanco que "no parece adecuado limitar el precio de las viviendas alquiladas". El organismo regulador lanza de esta manera un claro mensaje al Gobierno socialista en funciones: poner un tope a las rentas, como se llegaron a plantear durante las negociaciones con Podemos para el decreto de vivienda que entró en vigor el pasado mes de marzo, no parece a priori una buena idea.

Fue uno de los aspectos más espinosos en las complejas negociaciones entre los equipos de Pedro Sánchez y Pablo Iglesias para lograr el apoyo de la formación morada a los Presupuestos de 2019. Podemos presionó para poner tope a los precios de los alquileres en las grandes ciudades, donde el mercado está especialmente tensionado, pero esta medida finalmente no se introdujo en el real decreto ley, donde solo se habla de la creación de índices de referencia para su uso estadístico. Si bien el Gobierno se abrió a estudiar su introducción a lo largo de 2019.

Ahora el organismo que dirige Pablo Hernández de Cos ha enfriado esta posibilidad, al menos sobre el papel. A su juicio, "se debe dar prioridad a aquellas políticas públicas dirigidas a favorecer la oferta de vivienda de alquiler", esto es, fomentar el alquiler barato ampliando el parque público y facilitando el acceso. Por contra, "no parece adecuado limitar el precio de las viviendas alquiladas, ya que, según la evidencia internacional, este tipo de medidas no solo reducen la oferta, sino que también pueden favorecer un deterioro importante de los inmuebles", según señala en el Informe Anual de 2018 que acaba de publicar.

Del mismo modo, en el documento que ya está disponible en su página web, el supervisor considera "conveniente mejorar la seguridad jurídica para que los propietarios de inmuebles encuentren los incentivos adecuados para ofertar sus propiedades en el mercado de alquiler". Hay que recordar que el decreto de vivienda hizo saltar las alarmas en el sector, que cargó contra el Gobierno por generar inseguridad jurídica con los cambios en las condiciones de arrendamiento: limitación de las subidas de los precios de los alquileres al IPC o aumento del tiempo obligatorio de los contratos, entre otros.

Los jóvenes se emancipan más tarde

En el informe hace un repaso de lo sucedido en el mercado inmobiliario en los últimos años y constata que el acceso a la vivienda "ha tendido a experimentar un cierto endurecimiento recientemente", en particular, dice, por lo que respecta al mercado del alquiler. Además, y debido a fenómenos como la excesiva rotación laboral y el desempleo, las dificultades son mayores para ciertos colectivos de trabajadores, como los jóvenes, lo que está provocando un retraso en la edad de emancipación. Cada vez cuesta más irse de casa de los padres. 

Y no solo depende de la edad. También del lugar de residencia. El banco con sede en Cibeles se sirve de las estadísticas del portal inmobiliario de mayor cobertura nacional (Idealista) para corroborar que la evolución de los precios de oferta del alquiler muestra "un patrón muy desigual geográficamente, siendo especialmente elevados los crecimientos acumulados desde 2014 en Barcelona y en Madrid (del 38% y del 42%, respectivamente). En un informe reciente dedicado en exclusiva al análisis del mercado de la vivienda ya constató que en ambas capitales los alquileres se sitúan ya por encima de los niveles previos a la crisis. 

En Madrid y Cataluña son conscientes de la situación que atraviesan sus mercados. No obstante, la forma de intentar atajar el problema ha sido distinta. Madrid acaba de activar su programa de ayudas al alquiler y los planes del PP tanto para el Ayuntamiento como para la región pasan por poner el suelo disponible a disposición de promotores privados para la construcción de viviendas. Mientras, el Govern catalán acaba de aprobar un decreto ley que permite limitar el precio de los alquileres en los barrios con falta de vivienda asequible, donde los precios no podrán superar el 10% del índice de referencia. Una medida, esta última, que de acuerdo con el Banco de España podría no solo reducir la oferta, sino también favorecer un deterioro considerable de los inmuebles.

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