El Banco de España rebaja de forma notable los ingresos previstos por el Gobierno con la segunda fase de la reforma de las pensiones, aprobada este mismo año. El organismo que capitanea Pablo Hernández de Cos advierte de que la subida de cotizaciones sociales incluida en el texto elevará los ingresos de la Seguridad Social un 0,6% del PIB en 2030 y un 0,9% en 2050, esto es, por debajo del 1,1% estimado por el Ejecutivo para ese último ejercicio. Además, advierte de que este aumento "podría ser menor" si los mayores costes labores afectan negativamente en la competitividad, los salarios o el empleo.
El organismo, que coincide con los cálculos que hacen también la Autoridad Fiscal (AIReF) y Fedea, desglosa el cálculo por medidas. Prevé, en concreto, que la subida progresiva de la base máxima de cotización tenga un impacto recaudatorio del 0,1% del PIB en 2030 y que éste vaya aumentando hasta alcanzar el 0,3% en 2050. El mecanismo de equidad intergeneracional (que se aplicará entre 2023 y 2050) sumaría algo menos del 0,5% del PIB a partir de 2029; mientras que los ingresos por la cotización adicional sobre los salarios por encima de la base máxima rondarán el 0,1% PIB en 2050.
El artículo apunta a que el crecimiento de la base máxima de cotización tendrá un impacto desigual entre trabajadores y empresas, puesto que los trabajadores en edades medianas y con mayor cualificación y las empresas grandes exhiben con más frecuencia bases de cotización topadas por el máximo legal. Considera, además, que el aumento de cotizaciones aprobado en 2023 tendrá un efecto desigual a lo largo de la distribución de los salarios. Así, "el aumento de los tipos efectivos de cotización será más elevado para los salarios altos", señala.
Impacto desigual entre los trabajadores e incertidumbre
El BdE apunta, igualmente, que el crecimiento de la base máxima de cotización tendrá un impacto desigual entre los trabajadores, puesto que son más habituales entre hombres en edades medianas y con mayor cualificación. En lo que tiene que ver con las empresas -y dado que tiende a haber más cotizantes por la base máxima en las de mayor tamaño- señala que algunas sociedades de gran tamaño se enfrentarían a las mayores alzas en sus costes laborales por el aumento de la base de cotización máxima y del recargo fijado sobre la parte salarial por encima de ella. Con los datos de la Muestra Continua de Vidas Laborales, el Banco de España señala que el número de personas cuya base de cotización se situó en 2021 en el máximo legal era de cerca de 1,3 millones, el 6,8% del total de afiliados a la Seguridad Social.
La entidad hace hincapié en que existe una gran incertidumbre sobre el efecto preciso de los cambios normativos analizados. "Esta falta de certeza responde, en gran medida, a que el horizonte de cuantificación es muy amplio [hasta 2050], por lo que la materialización de cambios en el mercado de trabajo y la propia reacción de los agentes obligarán a reevaluar su alcance en el futuro", apunta el organismo en un artículo publicado este miércoles.
La segunda pata de la reforma de las pensiones, aprobada el pasado mes de marzo, incluía un aumento de las cotizaciones sociales por tres vías: a través de la subida de las bases máximas por encima del repunte de los precios entre 2024 y 2050; mediante una cuota de solidaridad a partir de 2050 para la parte de los salarios más altos que no cotiza a la Seguridad Social, y la sobrecotización que establece el llamado Mecanismo de Equidad Intergeneracional entre 2023 y 2050. Su objetivo es elevar los ingresos de la Seguridad Social para afrontar las tensiones de gasto que traerá consigo la jubilación de los 'baby boomers' las dos próximas décadas.
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