Subirá los tipos

El Banco de Inglaterra recupera su duro discurso tras el giro económico de Truss

Andrew Bailey avanza que subirá los tipos: "tal como están las cosas hoy, mi mejor suposición es que las presiones inflacionarias requerirán una respuesta más fuerte de lo que quizás pensamos en agosto".

Gobernador del Banco de Inglaterra, Andrew Bailey.
Gobernador del Banco de Inglaterra, Andrew Bailey.
EFE

Reino Unido vive un nuevo terremoto político tras el plan fiscal que intentó llevar a cabo el ya exministro de Finanzas, Kwasi Kwarteng, ante lo cual a la primera ministra británica, Liz Truss, no le ha quedado opción que ceder a la presión y enterrar dicho proyecto, cesar a su antiguo hombre fuerte y nombrar otro canciller, que ya ha puesto tierra de por medio con su predecesor, y que habla más de subir los impuestos que de bajarlos.

Y no es el único que rápidamente se ha acomodado a la nueva situación. Después de haber tenido que poner en marcha un plan de rescate para evitar la huida masiva de inversores en deuda en libras, el gobernador del Banco de Inglaterra ha tardado poco tiempo en retomar un discurso mucho más duro. Este sábado Andrew Bailey aseguraba que no dudará en subir los tipos de interés hasta cumplir con la meta de bajar la inflación, que estaría evolucionando peor de lo esperado.

"Repetiré lo que ya hemos dicho. No dudaremos en subir las tasas de interés para cumplir con la meta de inflación. Y, tal como están las cosas hoy, mi mejor suposición es que las presiones inflacionarias requerirán una respuesta más fuerte de lo que quizás pensamos en agosto", apuntó Bailey, que se había mostrado todo menos complaciente con el nuevo ejecutivo. De hecho, podría haber tenido parte de culpa en el giro de Liz Truss, ya que la presionó y mucho: a pesar de la inestabilidad en el mercado de bonos no dudó en mantenerse firme y señalar que su programa extraordinario se acababa el viernes pasara lo que pasase. 

El próximo 31 de octubre el nuevo ministro, Jeremy Hunt, presentará presumiblemente el nuevo plan fiscal, que por los datos que se van conociendo poco tendrá que ver con el anunciado en septiembre por Truss. Por el momento, se han eliminado las mejoras fiscales para las rentas más altas y se va a elevar Sociedades. No se descartan nuevas subidas de impuestos, con las que se buscaría corregir el déficit y atemperar la inflación.

El Comité de Política Monetaria del Banco de Inglaterra, de acuerdo con su gobernador, "responderá a todas estas noticias en su próxima reunión dentro de poco menos de tres semanas", cuando ya se conocerá "el alcance completo de la política fiscal". Además de las subidas de tipos de interés, es probable que antes o después recupere su objetivo de reducir su balance de deuda; algo que tuvo que frenar ante la volatilidad de la libra y de los bonos la última semana del mes pasado.

No obstante, habrá que esperar unos días para valorar el verdadero impacto tanto en la divisa, como en la deuda británica. La libra por el momento sigue débil y el viernes despidió la sesión con un descenso superior al punto porcentual contra el dólar, en el nivel de los 1,117. Su mínimo en un cierre lo marcó el día previo al rescate de Bailey, en los 1,0684 dólares. En cuanto al 'gilt', como se conoce al bono a 10 años del Reino Unido, su rentabilidad subió el viernes al 4,323%, no tan lejos del 4,5% al que se colocó el 27 de septiembre, día de la intervención de rescate del Banco de Inglaterra.

Bailey participó este sábado en el 37 seminario internacional bancario del G30, que se ha celebrado paralelamente a las reuniones anuales del Fondo Monetario Internacional (FMI) y del Banco Mundial (BM) que han tenido lugar esta semana en Washington. En agosto pasado, el Banco de Inglaterra decidió subir los tipos de interés del 1,25% al 1,75%, el nivel más alto desde diciembre de 2008, y en septiembre los decidió subir 50 puntos básicos más, hasta el 2,25%.

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