El rescate no urge pero terminará siendo un mal necesario, según los expertos

  • La petición del rescate a la Unión Europea no es urgente, aunque existen suficientes incertidumbres de cara a 2013 para pensar que la asistencia europea será útil e incluso un "mal necesario" pese a las condiciones que pueda acarrear consigo, según los expertos consultados por Efe.

Madrid, 15 dic.- La petición del rescate a la Unión Europea no es urgente, aunque existen suficientes incertidumbres de cara a 2013 para pensar que la asistencia europea será útil e incluso un "mal necesario" pese a las condiciones que pueda acarrear consigo, según los expertos consultados por Efe.

Los analistas coinciden con el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, en que España no necesita un rescate financiero en estos momentos, pero todos creen en mayor o menor medida que la ayuda europea tendría más ventajas que inconvenientes, siempre que se concrete en la modalidad "blanda" -algo que dan por sentado-, sin las condiciones leoninas impuestas a países como Grecia o Portugal.

De manera general están de acuerdo en que una prima de riesgo (sobrecoste que paga España para financiarse respecto a Alemania) en 400 puntos no es sostenible durante mucho tiempo, porque hará imposible completar el ajuste fiscal comprometido con Bruselas que implica situar el déficit por debajo del 3 % del PIB en 2014.

El catedrático de Hacienda Pública de la Universidad de Santiago Luis Caramés considera que para que el Estado, las empresas y las familias se puedan financiar a niveles soportables es necesario que la prima de riesgo se mantenga estable en niveles más bajos a los actuales y al margen de turbulencias ajenas a España, como la inestabilidad política en Italia.

No obstante, reconoce el "lógico temor" a las condiciones que podrían imponerse ante un rescate, sobre todo en lo que tiene que ver con el sistema de pensiones, "el punto más delicado".

El catedrático de Fundamentos de Análisis Económicos de la Universidad de Valencia, Joaquín Maudos, dice que no hay que engañarse, porque tarde o temprano la línea roja de las pensiones se va a traspasar tanto si lo impone Bruselas como si no.

Al respecto, el Gobierno ya ha propuesto a la comisión parlamentaria del Pacto de Toledo el estudio de medidas para acercar la edad de jubilación efectiva a la legal y adecuar las pensiones a la esperanza de vida.

Al margen de las condiciones, Maudos sostiene que un rescate tendría más ventajas que inconvenientes porque permitiría un acceso a financiación más barata y abriría el crédito a familias y empresas, algo que no va a ocurrir con la prima en 400 puntos.

El director general del Instituto de Estudios Económicos (IEE), Joaquín Trigo, insiste en que el rescate sólo será útil si se aplica la variedad "blanda", es decir, una línea de crédito preventiva que puede ser usada o no, pero que abra las puertas a la compra de deuda española por parte del Banco Central Europeo (BCE) para controlar la prima de riesgo.

Trigo advierte de que un rescate total al modo de Grecia o Portugal "no conviene" y es "muy arriesgado", puesto que puede implicar condiciones que a veces son decididas "desde lejos y sin saber el terreno que se está pisando".

El subdirector de la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (FEDEA), José Ignacio Conde Ruiz, asegura que lo idóneo sería que la propia acción del Gobierno permitiera bajar el coste de financiación de la deuda pública en el mercado, pero que si eso no ocurre en los próximos meses Rajoy se verá obligado a pedir ayuda externa.

En su opinión, eso supondría un golpe a la legitimidad democrática del país, pero cree que las condiciones serían perfectamente asumibles y no irían más allá de los compromisos que ya está asumiendo el Ejecutivo.

El catedrático de Economía de la Universidad de Alcalá, Juan Ramón Cuadrado, precisa que la situación de España no es comparable a la de otros países rescatados, aunque admite que va a ser complicado refinanciar sin ayuda el pago de los más de 200.000 millones de deuda que tiene que vencen en 2013.

A su juicio, la petición del rescate podría empeorar la imagen de España, lo que situaría al país en una posición de mayor vulnerabilidad respecto a Europa y al resto del mundo.

En la misma línea, el economista jefe de Intermoney, José Carlos Díez, cree que la clave no está en el rescate, "que parece un mal necesario", sino en el estigma que provoca el solicitarlo.

"Parece que lo razonable es ponernos detrás de Italia, que nos proteja algo del huracán, y esperar que la recesión alemana fuerce a Merkel a aprobar un plan de estimulo fiscal", opina Díez, para reconocer después que el tiempo es el recurso más escaso de un país como España en el que la tasa de paro "sube a toda velocidad".

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