Valencia, 13 nov.- El presidente de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri, ha asegurado hoy que la entidad trabaja en la elaboración de un protocolo que les permita afrontar situaciones de impago antes de que se apruebe la orden de desahucio.
Durante su intervención en el II Congreso Nacional de Directivos de la Asociación para el Progreso de la Dirección (APD), Goirigolzarri ha explicado que desde que se produce el primer impago hasta que se desahucia a la familia pasa mucho tiempo, suficiente para tomar medidas que alivien la situación.
Ha reconocido que el problema de los desahucios afecta especialmente a Bankia porque concentra "una significativa cuota de mercado en los segmentos más vulnerables", lo que hace que esta cuestión tenga una "altísima prioridad".
El presidente de Bankia ha explicado que, desde el comienzo de la crisis, la entidad ha renegociado 80.000 créditos inmobiliarios, el 10 % de su cartera, y que ha cerrado 4.200 daciones en pago.
Sin embargo, ha advertido que estos problemas "se agudizarán en el futuro dada la situación económica" prevista.
Por otra parte, ha asegurado que el plan de futuro de la entidad es "muy realista y muy transparente" y que espera que, una vez que reciba la aprobación europea a finales de mes, la entidad reciba la inyección de capital "en los siguientes días".
Ha defendido que el plan presentado inicialmente, en el que expresaba unas necesidades de capital de 19.000 millones de euros, no suponía un cálculo excesivo sino realista.
Para el futuro, ha apuntado que la entidad necesita mejorar su eficiencia y su relación con sus clientes, muchos de los cuales "se sienten decepcionados" con Bankia.
En ese sentido, ha asegurado que se está "reanalizando" la organización, incluidos los contratos, con el objetivo de fomentar la transparencia y la sencillez, con productos adaptados a las necesidades de los clientes.
Sin embargo, ha apuntado que la solución al problema de las participaciones preferentes de la entidad corresponde a las autoridades españolas y europeas.
Goirigolzarri ha apostado por una unión bancaria europea, con un supervisor único y sistemas de resolución de problemas comunes, algo que ha considerado un problema de "voluntad política".
Además, ha considerado que la "correcta" gestión del sistema financiero es una condición "necesaria" para que España salga de la crisis.
En ese sentido, ha afirmado que el sistema financiero necesita pasar por un proceso de "redimensionamiento", con una reducción de la capacidad del conjunto "no inferior al 25 %". EFECOM
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