Madrid, 3 feb.- El presidente de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri, considera que "no es imposible" que el Estado pueda recuperar todas las ayudas públicas concedidas al grupo, que volvió a beneficios en 2013 y ganó 818 millones de euros, por encima de sus propias expectativas.
"Hoy estamos mucho más cerca de recuperar las ayudas que hace un año" y, después de los resultados del pasado ejercicio, mantiene el objetivo de que el grupo ganará 1.100 millones en 2014.
Gracias a la multimillonaria inyección de fondos públicos, superior a 22.000 millones, el gigante financiero pudo sanear su balance y entró en beneficios en los primeros meses de 2013 para luego mejorar trimestre a trimestre sus resultados. Hasta tal punto que sólo Bankia ganó 509 millones en el acumulado del año.
En un primer momento el mercado acogió con agrado estas cifras, pero en una jornada de pérdidas bursátiles para la banca, Bankia sólo pudo cerrar la sesión en tablas, en 1,288 euros, no muy lejos del 1,35 euros que pagó el Estado cuando inyectó dinero en la entidad, que acumula una revalorización de un 84 % en cinco meses.
El Gobierno ha admitido ya que hay inversores interesados en adquirir acciones del banco, cuya privatización, a juicio de Goirigolarri, debe "hacerse bien" y "dejar un buen sabor de boca".
El banquero calcula que en dos años el Estado podrá haber vendido toda su participación, aunque ha incidido en que es el Ejecutivo el que decidirá cuándo arranca la privatización, un paso más dentro de la "normalización" del grupo, según ha destacado.
Después de haber perdido 21.238 millones en 2012, el grupo quería ganar 800 millones en 2013, cifra que ha batido incluso después de haber destinado 1.733 millones a provisiones, ayudado por 330 millones en plusvalías extraordinarias fruto de sus desinversiones.
El beneficio neto de 818 millones de BFA-Bankia no incluye los 1.795 millones fruto del canje de participaciones preferentes y deuda subordinada del banco, lo que en términos contables dispara el resultado hasta 2.171 millones, tras dotar 1.200 millones para afrontar reclamaciones dentro del proceso de arbitraje.
En las cuentas de Bankia, que son las que realmente reflejan la evolución del negocio, el margen de intereses cae un 19,7 %, hasta 2.567 millones. Los ingresos por comisiones ascendieron a 935 millones, un 5,8 % menos.
El margen bruto, que aglutina todos los ingresos, llegó a los 3.772 millones, un 8,4 % menos, pero se logra a pesar de que Bankia ha cerrado ya las 1.143 oficinas que se comprometió a clausurar.
Este hecho le ayudó a que los gastos de explotación se redujeran un 16,9 % respecto a 2012, hasta 1.905 millones.
Gracias a la mejora de los ingresos y a la reducción de gastos, Bankia ganó eficiencia hasta situarla en un 52,6 % y el resultado antes de provisiones ascendió a 1.867 millones, un 2,3 % más.
En cuanto al crédito, cayó un 11,2 %, hasta 119.116 millones, a pesar de que concedió nueva financiación por importe de 14.903 millones, un 50 % más de lo que pensaba; su cuota de mercado aumentó hasta el 9,56 % frente al 9,22 % de diciembre de 2012.
Por su parte, los depósitos -incluyendo financiación con cámaras- mermaron un 2 %, hasta 108.543 millones.
Bankia cerró el año con un saldo de morosos de 20.022 millones tras reclasificar 1.404 millones de créditos refinanciados, lo que unido a la reducción del balance explica que su morosidad llegara al 14,7 % a finales de 2013, frente al 13 % de un año antes. La cobertura empeoró al bajar de 61,8 hasta el 56,5 %.
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